68 SEMINCI – Crítica película La chimera de Alice Rohrwacher

Crítica La chimera de Alice Rohrwacher

Ficha

Título original: La chimera

Año: 2023

Duración: 130 min.

País: Italia

Dirección: Alice Rohrwacher

Guion: Alice Rohrwacher

Reparto: Isabella Rossellini, Josh O’Connor, Carol Duarte, Vincenzo Nemolato, Lou Roy Lecollinet, Giuliano Mantovani, Gian Piero Capretto, Melchiorre Pala, Ramona Fiorini, Luca Gargiullo, Yile Vianello, Barbara Chiesa…

Fotografía: Hélène Louvart

Compañías: Coproducción Italia-Francia-Suiza; Tempesta, Ad Vitam Production, Amka Films Productions, arte, RAI Cinema, SRG SSR Idée Suisse, CNC Aide aux cinémas du monde – Institut Français

Género: Drama

Sinopsis

    Ambientada en la campiña toscana, se centra en el tema del saqueo arqueológico y la venta ilegal de obras arqueológicas.

Crítica

            Propuesta muy bien rodada, con un guion bastante sólido, y una idea de fondo entre la mitología del hilo de Ariadna y la soledad como imposición de algunos personajes, por muy rodeados que se encuentren.

            Rodada en Toscana cuenta la historia de un expresidiario por delitos contra el patrimonio, o eso apunta, que regresa a lo único que puede considerar su hogar, que no es la chabola adosada a la muralla del pueblo cercano a Lucca en el que se desarrolla gran parte del metraje, sino la casa de la madre de su amada, que falleció mientras estaba con él, no sabemos si mientras él se encontraba internado o no. Y vemos que es un ladrón con un don, que esquilma tesoros arqueológicos para una red de desalmados y ricos, evidentemente ricos, que se aprovechan de su don de zahorí, aunque no de agua precisamente.

            Interpretada con solvencia, aunque sin alharacas, por el elenco y donde el protagonista es un inglés que habla un italiano escueto y nada mimetizado con quienes le acompañan o, simplemente, rodean. Y vemos que un tipo con todos los problemas económicos del mundo descubre que la mujer que recibe malamente clases de canto de la madre de su amada muerta es, en realidad, otra persona igual de necesitada que él y que guarda sus propios secretos y dolores de cabeza que éstos le procuran.

            Y la película nos cuenta cómo nos jugamos la vida por los tesoros del pasado mientras dejamos hundir nuestro presente, que se materializa en la villa de la anciana madre, que se cae a pedazos y en una estación abandonada que nadie parece querer porque no es de nadie y es de todos.

            A veces se nos va la mente a películas de ladrones sin honor o a honrados ladrones tipo Rufufú, de Mario Monicelli o, algo más de lejos, Museo, de Alonzo Ruizpalacios. Es cine de autor en los tres casos, pero con tres visiones muy diferentes y todas ellas agradables para el espectador algo exigente y el crítico en su labor.

            Después todo se convierte en una suerte de cierre del círculo que nos habían dejado entrever en el planteamiento de la cinta sobre lo que realmente importa y quién realmente importa. Poesía de Bukowski en tierras de grandes literatos del amor.

Carlos Ibañez

Revista Atticus