68 SEMINCI – Crítica El maestro que prometió el mar de Patricia Font

Crítica película El maestro que prometió el mar de Patricia Font – Carlos Ibañez

Ficha

Título original: El mestre que va prometre el mar

Año: 2023

Duración: 110 min.

País: España

Dirección: Patricia Font

Guion: Albert Val. Novela: Francesc Escribano

Reparto: Enric Auquer, Laia Costa, Luisa Gavasa, Ramón Agirre, Gael Aparicio, Alba Hermoso, Nicolás Calvo, Antonio Mora, Milo Taboada, Jorge da Rocha…

Música: Natasha Arizu del Valle

Fotografía: David Valldepérez

Compañías: Minoria Absoluta, Lastor Media, Filmax, Mestres Films, RTVE, Movistar Plus+, TV3

Género: Drama | Basado en hechos reales. Enseñanza. Años 30. Colegios & Universidad

Sinopsis

    Ariadna (Laia Costa) descubre que su abuelo busca desde hace tiempo los restos de su padre, desaparecido en la Guerra Civil. Decidida a ayudarlo, viaja a Burgos, donde están exhumando una fosa común en la que podría estar enterrado. Durante su estancia allí, conocerá la historia de Antoni Benaiges (Enric Auquer), un joven maestro de Tarragona que antes de la guerra fue profesor de su abuelo. Mediante un innovador método pedagógico Antoni inspiró a sus alumnos y les hizo una promesa: llevarlos a ver el mar.

Crítica

            La que prometía ser una de las películas del año sobre la figura de Antonio Benaiges, un maestro de los muchos que represalió el bando que se alzó contra la república, porque la educación les era molesta y ellos preferían (y prefieren) el adoctrinamiento, se va convirtiendo en una historia algo enrevesada de pasado y presente de una mujer tosca, de malas formas y grosera hasta el exceso con su madre y que se nos hace molesta en lugar de llevadera y que contrasta con la amabilidad y el amor por la vida, la igualdad y la educación que demuestra Benaiges con los niños y con sus vecinos, excepto el cura y su brazo armado, que vamos viendo sólo con su camisa azul al principio, pero sabedores todos de que no era un atuendo aleatorio.

            Es una lástima que una historia tan terrible y tan hermosa a un tiempo se estropee con personajes tan mal trabajados y, si me apuran, meramente maniqueos. Cosa que a nadie inteligente agrada.

            Rebosante de vida y de futuro Antonio desea trasmitir eso a sus alumnos en un pueblo de la Bureba burgalesa y eso incluye la lucha para que vean mundo y todo comienza por ver el mar. Aquí hay rasgos de una hermosura que siempre eché de menos en mi etapa escolar y donde la masificación hacía imposible una correcta educación.

            La película nos habla de un método distinto de modelo educativo, donde no existe “la letra con sangre entra” ni nada que no sea consensuado dentro del nacimiento de la Pedagogía moderna con las formas que desarrolló Freinet sobre que la base del aprendizaje del niño se basa en lo ya aprendido con la práctica y su aplicación correcta para que ésta no deje flecos en forma de dudas. Por eso algo tan interesante como la imprenta para que todos vean el resultado palpable de su labor diaria sin perder el objetivo de ser niños, de esa frase de Louise Glück sobre este tema: “miramos al mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria”. Y, en el fondo, esta película va de eso, de tener memoria suficiente para no olvidar que el veneno del odio es lo que alimenta ambos bandos en una sociedad cainita.

            No debemos juzgar sino ver los hechos y cinematográficamente es una película muy irregular y con ritmo desigual que nos conduce, a veces sin nexo, entre dos etapas de esta España que, como bien dijo Bismarck, es el país más fuerte del mundo porque lleva siglos intentando destruirse desde dentro y no lo consigue.

            La crudeza del final se encuentra no sólo en la muerte de Benaiges sino en la mirada de que no vencieron del todo al mostrar la nieta el cuaderno a su abuelo, discípulo de aquel maestro al que mataron por desear un país con futuro desde el presente, cosa que no sabemos si desean los que siempre encuentran referentes en sus respectivos (e idealizados) pasados.

            Repito, qué lástima de guion para una historia tan hermosa y cruel como la de este maestro tarraconense en la gélida Castilla.

Carlos Ibañez

En la Sección Oficial, fuera de concurso, se ha presentado este viernes El maestro que prometió el mar, de Patricia Font, proyectada dentro de la Gala de RTVE. La película encierra un homenaje a los docentes de la II República representados en la figura de Antoni Benaiges, quien puso en práctica en la localidad burgalesa de Bañuelos de Bureba un innovador método pedagógico.

Su trágica historia personal lleva a otro asunto ineludible: «los miles de desaparecidos que todavía tenemos y las fosas que no se abren. Era un tema perfecto para relacionarlo con el maestro, entrelazar las tramas me pareció algo muy interesante», ha señalado la directora.

El germen del filme está en la novela del escritor Francesc Escribano, también productor de la película «Nos conocíamos de proyectos anteriores y, al descubrir su libro, me enamoré rápidamente de la historia y ni me lo pensé. Tenía componentes muy dramáticos e interesantes, y enseguida empezamos a trabajar», ha detallado Font.

«La historia arranca en la fosa de Briviesca, en el año 2010, cuando por el empeño del grupo de memoria histórica de la localidad se abrió la fosa y no se encontró el cuerpo del maestro. Esta historia despertó ahí y desde entonces no hemos podido parar de repetirla: se han escrito libros, se han hecho obras… El empeño era también hacer una película que pudiera hacer algún bien, precisamente para ayudarnos en el proceso de sanación personal», ha asegurado Escribano.

Enric Auquer, en la piel de Antoni Benaiges —en un reparto del que forman parte también Laia Costa, Luisa Gavasa y Ramón Agirre—    ha intentado plasmar en el personaje su «compromiso, idealismo, necesidad, dignidad…».

Revista Atticus