Crítica película Funny Boy de Deepa Mehta por Carlos Ibañez
Ficha
Título original: Funny Boy
Año: 2020
Duración: 109 min.
País: Canadá
Dirección: Deepa Mehta
Guion: Deepa Mehta, Shyam Selvadurai
Música: Howard Shore
Fotografía: Douglas Koch
Reparto: Agam Darshi, Nimmi Harasgama, Ali Kazmi, Seema Biswas, Shivantha Wijesinha, Brandon Ingram, Peter Cockett, Rehan Mudannayake, Ruvin De Silva, David Hamilton Productions, Arush Nand, Maithili Venkataraman, Paul Perera
Productora: Coproducción Canadá-Estados Unidos; ARRAY Releasing, Hamilton-Mehta Productions. Distribuidora: Netflix, Noble Nomad Pictures
Género: Drama
Sinopsis
Un joven se enamora de un compañero de clase justo cuando la tensión política entre los Sinhalese y los Tamil empieza a crecer, en la etapa anterior a las revueltas de 1983 en Sri Lanka.

Comentario
El conflicto tamil visto a través de los ojos de un joven homosexual que debe ir ocultando cosas que no le apetece tapar. Con sensibilidad para hablar de todos los temas de los que trata, pero sin condescendencia ni excesos.
Un padre hotelero, una madre luchadora pero muy señora de, una abuela incapaz de ver que el mundo a su alrededor se mueve y sólo su hija, a punto de ser casada con otro chico de la misma etnia que vive en Canadá, le muestra… Y una infancia marcada por un amor prohibido y una amistad entre el niño que luego será el adolescente gay y el enamorado cingalés de su tía, la que van a casar.
Deepa Mehta rueda con firmeza y dando poco espacio al espectador para que piense por sí mismo. Todo lo tiene, como en el resto de su filmografía, muy estructurado para conducir a la platea por donde ella guste, cosa que, a veces, obliga a desconectar porque sabemos que nos va a seguir conduciendo ella. Se ve la influencia de Mankiewicz y su rodaje de The quiet american y algún guiño al tratamiento del vestuario y el maquillaje al cine de Mira Nair, siempre pulcro y en movimiento para que los saris brillen o un labio excesivamente pintado diga algo.
Otro elemento estupendo de esta película es la cuidadísima banda sonora, pareja en su forma de incluirla como elemento primordial en la definición de los personajes, al estilo de la espléndida Las ventajas de ser un marginado, aunque en la película rodada en Pittsburg juega el elemento adicional de la liberación de los protagonistas, aquí el homosexual sufre también, aunque no le conduciría a la cárcel como en la rodada en Colombo. Y los enamorados, uno cingalés y el otro tamil, sólo la escuchan en sus momentos de mayor intimidad.

Y, finalmente, destacar lo bien localizada y fotografiada que está esta película que tanto recuerda a otros episodios de racismo y genocidios, aunque Deepa Mehta no quiera hacer Hotel Ruanda de ninguna manera sino las consecuencias de aquella barbarie entre vecinos, que incluía el amor.
La disfruté y me ha hecho pensar, francamente, en qué poco somos, lo poco que duramos y el daño que podemos llegar a hacer por intentar imponer un modelo social, político o vital a nuestros prójimos.



Os dejo un trailer:
Carlos Ibañez
Revista Atticus