68 SEMINCI – Crítica película Samsara de Lois Patiño

Crítica película Samsara de Lois Patiño – Carlos Ibañez

Ficha

Título original: Samsara

Dirección: Lois Patiño

Guion: Lois Patiño, Garbiñe Ortega

Reparto: Amid Keomany, Toumor Xiong, Simone Milavanh, Mariam Vuaa Mtego, Juwairiya Idrisa Uwesu

Año: 2023

Duración: 113 min.

País: España

Música: Xabier Erkizia

Fotografía: Mauro Herce, Jessica Sarah Rinland

Compañías: Señor & Señora

Género: Drama | Religión. Cine experimental

Sinopsis

    En los templos budistas de Luang Prabang conviven decenas de adolescentes. Uno de estos chicos lee el Bardo Thödol a una anciana, un texto que debe leerse a las personas antes de fallecer, pues sirve como guía para orientarse en el más allá. La anciana fallece y acompañamos a su espíritu por una travesía sensorial hasta reencarnarse en su siguiente cuerpo: un cabrito de un pueblo costero de Tanzania, donde crecerá acompañado de una familia de pescadores.

Crítica

            Dispar propuesta en la que se nos narra la idea védica de reencarnación a través de una anciana, el lector que va a leerle El Libro de los muertos porque ella es analfabeta y un monasterio budista en el corazón de Laos y que tras unos momentos que más parecen un documental etnográfico sobre la vida monacal y algunas bellísimas imágenes se convierte en algo con paralelismo en un Revolution 9, de The Beatles, en imágenes donde se nos pide que cerremos los ojos y recibamos los impactos de todo un arco cromático separado por colores entre negros y negro con ruidos, sonidos más amables y voces infantiles para contarnos ese tránsito psicológico que tenemos las personas para readaptarnos y jugar con la idea de Los Seis Reinos que en el manual tibetano se nos cuenta.

            A partir de aquí cambia de lugar y sigue lo que la anciana le dijo a su lector para después de su muerte y lo hace en Zanzíbar en una comunidad musulmana de la isla tanzana y buscamos los elementos anteriormente narrados para ver completado el samsara que da título a la película.

            Resultado desigual con dieciocho larguísimos minutos de luces y sonidos que se podrían confundir con un homenaje a Kubrick, pero que tienen más que ver con un falso elitismo intelectual, y de eso que tantas veces se malinterpreta que es la palabra autor, que en contarnos una historia que nace hermosa y muere como una estrella de mar cuando se le saca del agua.

            No entendí la elección de Laos, donde el budismo que se practica es tántrico con la lectura de uno de los libros mahayanos por excelencia, era como si en un seminario luterano se pudiese adquirir La Vulgata. Y la elección de la segunda parte de la historia en, de nuevo, una comunidad suní en Tanzania… Me parece más un deseo de rodar en parajes exóticos que una necesidad de guion Y eso me distanció definitivamente de esta historia donde vi gente dormida en el cine y bromas sarcásticas a la salida.

Carlos Ibañez

El festival llega a su ecuador con el estreno en la Sección Oficial de Samsara, la última película del siempre personal Lois Patiño, una historia de reencarnaciones que comienza en Laos con una anciana y su nieto hasta desembocar en Zanzíbar junto a dos niñas y una cabritilla, y una película «que ver con los ojos cerrados», en relación con un momento del filme en el que la descripción de es.

«Intentamos usar todas las estrategias posibles para tratar de evitar los exotismos», ha señalado el realizador gallego, durante un encuentro con los medios, en referencia al «efecto postal» que suele ir asociado a las filmaciones de paisajes y culturas tan habituales en su filmografía.

fotografías: Luis Gracia Reglero

«Siempre he intentado encontrar la belleza más el misterio», ha precisado Patiño sobre una trayectoria de fuerte impronta pictórica que, ahora, se modula para acomodarse a una estructura más narrativa en una película que llega a Valladolid tras su paso por la Berlinale, donde ganó el Premio Especial del Jurado en la sección Encounters.

El autor de Costa da morte (2013) y Lúa vermella (2020) ha descrito cómo el rodaje tuvo lugar con un equipo muy pequeño y una importante participación de las comunidades locales, tanto en el elenco como en la producción, para «dejar espacio» y permitir que aflorasen «sus preocupaciones actuales». 

«La cuestión era cómo evitar ser turistas», ha añadido Xavier Erkizia, diseñador de sonido presente también en la rueda junto a las productoras Garbiñe Ortega y Leire Apellaniz. Erkizia ha diferenciado entre transitar un espacio y habitarlo, y se ha referido a lo segundo como fundamental «antes de posar la cámara». «Queríamos hacer, de esos territorios, lugares para nosotros», ha concluido.

Fotografía: César Mena

Fotografía: César Mena

fotografías: Luis Gracia Reglero – César Mena

Revista Atticus