67 SEMINCI – Crítica película Boy from Heaven (La conspiración de El Cairo) de Tarik Saleh

67 SEMINCI – Sección Oficial – Crítica película Boy from Heaven (La conspiración de El Cairo) de Tarik Saleh

Ficha

Título original: Boy from Heaven

Año: 2022

Duración: 126 min.

País: Suecia

Dirección: Tarik Saleh

Guion: Tarik Saleh

Música: Krister Linder

Fotografía: Pierre Aïm

Reparto: Tawfeek Barhom, Fares Fares, Mehdi Dehbi, Mohammed Bakri, Makram Khoury, Sherwan Haji, Yunus Albayrak, Ayman Fathy, Amr Mosad

Productora: Coproducción Suecia-Francia-Finlandia-Dinamarca; Atmo Production, Memento Films, Film I Väst, Final Cut for Real, Oy Bufo Ab, arte France Cinéma

Género: Drama. Intriga | Religión

Sinopsis

    Adam, humilde hijo de un pescador, ingresa en la prestigiosa universidad de Al-Azhar de El Cairo, epicentro del poder del islam sunita. El día en que empiezan las clases, el Gran Imán que dirige la institución muere de repente. Sin ser consciente de ello, Adam se encuentra en medio de una lucha de poder implacable entre las élites religiosas y políticas del país.

Crítica

Tarik Saleh, director sueco de origen egipcio, presenta en la SEMINCI La conspiración de El Cairo (Boy from Heaven) tras haber ganado en sexagésima segunda edición el Premio Mejor Director y el Premio Mejor Guion con El Cairo confidencial (The Nile Hilton Incident) un thriller ambientado en el país de los faraones donde pone al descubierto los entresijos entre la política, policía y religión en una prestigiosa madrasa y mezquita Al Azhar.

La mezquita Al-Azhar se convierte en el escenario de muchas conspiraciones y de algún que otro asesinato al que se le quiere revestir de accidente. Situado en el centro histórico de El Cairo, en el barrio islámico y a apenas unos metros del concurrido y famoso bazar Khan El-Khalili. Es una de las más antiguas y con mayo peso tanto en la vida religiosa, social como académica y que, desgraciadamente, se ve influenciada por la política. Fundada por los fatimíes en el 972. Es un centro de enseñanza de prestigio adscrito a la universidad de El Cairo. Y está considera, por los musulmanes sunníes, como uno de los centros más prestigiosos de enseñanza de la Ley islámica o sharía. Sus estudiantes están considerados como la élite del mundo musulmán. Es por esta circunstancia por la que al ser bendecido Adam (Tawfeek Barhom), un joven pescador procedente de una aldea, por una beca para poder estudiar allí, su mundo da un vuelco total al tener que abandonar a su padre, también pescador, y a sus dos hermanos para seguir su vocación.

Abrumado por el gran gentío que se encuentra a las puertas de la mezquita, y recién llegado a la metrópoli, Adam va a ver como sus férreas convicciones morales son puestas a prueba cuando asiste al asesinato de su protector Zizo (Mehdi Dehbi). Es en ese momento cuando los servicios secretos egipcios comienza a presionarlos para obtener información de lo que sucede dentro de la escuela y que jugará un importante papel en la elección del próximo Gran Imán de Al-Azhar, la máxima autoridad islámica y con una gran relevancia en la cuestión política del Estado. Papel relevante tiene el coronel Ibrahim (Fares Fares) quien hasta el último momento se jugará algo más que su propio prestigio en el desarrollo de los hechos. Es uno de esos personajes que hay en todas las instituciones de cierto peso y que si él despareciera no se sabe si esa institución también desaparecería. Vale tanto más por lo que sabe que por lo que calla.

Es una película valiente hasta el punto que ha tenido que ser rodada en Turquía que, gracias a la producción, logra pasar por ser el país de el Nilo. Es así como mezquita de Süleymaniye en Estambul, se convierte en la de Al-Azhar. La película es interesante al revelarnos un mundo oscuro, un mundo lleno de intrigas por cuestiones relativas al poder y el peso que tiene esa educación religiosa que todo lo pasa por el tamiz de las enseñanzas del islam. Nulo es el papel de la mujer en la película, un fiel reflejo de la sociedad (incluso la ausencia de la madre, una cuestión premeditada en el planteamiento del guion) hace que la presencia femenina no exista.

La película funciona desde el punto de vista de entretenimiento bajo el prisma del thriller con una ambientación distinta a la tradicional (no hay presencia de CIA, KGB o MI6). Desde un tono un tanto oscuro y melancólico y con un estilo que pasa por destacar el uso del color y de la composición y una gran recreación ambiental. Desde la propia productora, en sus notas de prensa, aluden a esta película en un plano paralelo con El nombre de la rosa, el thriller que sucede en un monasterio medieval, algo que me parece exagerado. Si que es cierto que requiere una gran participación del espectador pues en momento se encontrará algo perdido al igual que le sucede al propio protagonista Adam. Esas intrigas y conspiraciones sí que recuerdan a la cinta de Jean-Jacques Annaud. Pero sobre todo el guiño más claro es la presencia de un hombre aparentemente bueno que gracias a su ceguera puede explicar su inviolabilidad y que, al final, tiene la llave del caso.

Cabe destacar la gran interpretación en los papeles protagonistas desde el joven Tawfeek Barhom, hasta el curtido Fares Fares (que ya le vimos en la anterior entrega del director antes reseñada).

La grandeza de la SEMINCI es que nos trae una película candidata por su país (Suecia) a los Oscar de la próxima edición y que ha sido prohibida en Egipto por presentar un retrato poco favorecedor de las fuerzas policiales del país. Boy from Heaven es una propuesta muy entretenida que pone el acento en los entresijos del poder, quizás para nosotros, un tanto ajenos en esta parte del mundo pero que tienen los mismos denominadores en común: el acceso al poder, la avaricia, la corrupción y la integridad. En definitiva, una película que no solo va del islam sino del poder y de la autoridad, presentes en cualquier sistema ya sea político o religioso.

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus