Obituario – Tina Turner por Carlos Ibañez
TINA TURNER
DESPUÉS DE UN RÍO PROFUNDO Y UNA ALTA MONTAÑA
Cuando era una niña pequeña
A mediados de los cincuenta una chiquilla con cuerpo de mujer y una voz capaz de hacer olvidar cualquier pena comenzó a subirse a los escenarios en su Tennessee natal. Pronto fue cantante de acompañamiento de los Kings of Rhythm, que lideraba el que luego sería su esposo Ike Turner. En 1958, con dieciocho años grabó su primer single, entonces como Little Ann, ya que su nombre de cuna era Anna Mae Bullock. Dos años más tarde, y ya siendo esposa de Ike y habiendo adoptado su apellido y cambiado el nombre por uno que también tuviese como inicial la T grabó A fool in love, con la pareja ya con el nombre artístico de Ike & Tina Turner. Y aquello fue un bombazo.
Tenía una muñeca de trapo
Tina se quedó embarazada al tiempo que comenzó a grabar temas de rabioso éxito, algunos, eran versiones, como Proud Mary, que generó una gran polémica entre el productor Saul Zaendt y el grupo de la composición original, la Credence Clearwater Revival; otros encargos, como River Deep Mountain High, contratada ella y sólo ella por Phil Spector y su exitoso experimento del “muro de sonido”. Ello convirtió a Tina en número uno y a Ike, yonqui y alcohólico, en un enfermo de celos (profesionales) de su esposa. También, con la composición de la propia cantante, tuvieron el éxito de Nutbush City Limits, en la que recordaba sus primeros años en el estado nacido de la Asociación Watauga.
La única muñeca que he tenido
Y la carrera de ambos incluyó giras por todo el país y Canadá al tiempo que incontables palizas de Ike hacia su mujer con cualquier excusa. Ya no quedaba nada de la niña que cantaba en la iglesia baptista de Nutbush Hill ni un ápice de fe en lo que decía aquel pastor y cualquier pastor cristiano. Su vida era una encerrona continua, o sonrisas ante el público o lágrimas en el dormitorio. Ike gastaba más de lo que ganaba, y ganaba mucho, en cocaína, heroína y burbon. Ya ni salían de casa al estudio porque Ike mandó construir uno en la propia vivienda de la pareja den California. Muchos decían que era para que nadie viese los moratones en la cara de Anna Mae.
Ahora te amo de la manera que me encantaba esa muñeca de trapo
Y el amor por la música y sus hijos centró su escasa cordura. Ella sabía lo que era tener la carencia de amor de su madre, quien les abandonó con su padre y éste dejó a Anna y a su hermana en casa de su abuela paterna hasta su muerte. Esa circunstancia, el fallecimiento de su abuela, Georgina, y que su madre vivía en St. Louis, Missouri, fueron fundamentales para su vida, porque fue allí donde la escuchó su futuro maltratador cantar en un bar una tarde. Nunca olvidaría esto, porque un lama le dijo que toda buena suerte puede encerrar la mala y viceversa, como el Am y el Duong (el yin y el yang, conocido en mandarín). Y ella supo que era la mayor verdad de su vida.
Pero sólo ahora mi amor ha crecido y se hace más fuerte
Ya no recordaba que, en 1961, habían lanzado una canción exitosa It’s Gonna Work out Fine que les había valido una nominación al Premio Grammy a la Mejor Actuación de Rock and Roll, aunque ellos hacían rhythm & blues. Y que en los siguientes años sacaron temas tan notables como I Idolize You, Poor Fool y Tra La La La La. Y sus agotadoras giras de años atrás, especialmente una que duró dos largos años, entre 1963 y 1965. Y ya ni recordaba aquella galantería de Ike al producir su primer sencillo en solitario, Too Many Ties That Bind, lanzada por el sello Sonja Records, propiedad de su esposo, en 1964.
Tina se moría por dentro y necesitaba salir de aquella prisión donde la tortura mental y física era rutina.
En todos los sentidos y se hace más profundo
Pero lo que no olvidó era que si alcanzaron Europa fue gracias a su voz y el éxito conseguido con Spector, lo que les hizo ser la banda invitada al estreno de la primera gran gira de The Rolling Stones, en 1966, y a ser considerados auténticos artistas a este lado del Atlántico.
Déjame decirte y se pone más alto, día a día
Eso, unido a la nula creatividad de Ike, que ya sólo hacía versiones de éxitos británicos, como le acusaron en Billboard (a pesar del número 4 que consiguieron en su lista con Proud Mary, de la que ya hemos hablado antes) en 1973, tras sacar singles de Honky tonk women o Come together, llevaron a Tina, tras un palizón que le llevó al hospital Cedars of Sinai, el mismo en el que años más tarde falleció Sinatra; a decidir separarse, justo después de sacar su álbum en solitario Acid queen, en 1975.
¿Y yo te amo? Mi, ¡oh, mi… Río profundo montaña alta!
Y no le amó más. Pidió el divorcio tras el consejo de su hermana y el mayor de sus hijos. Y no pidió nada desde el punto de vista económico salvo poder conservar su nombre artístico y las regalías que le correspondían por tantos éxitos. Fue duro y el proceso, con el machismo habitual de aquellos años, incluyó que Ike tomó drogas para poder soportarla, pero el abogado de Tina consiguió sus objetivos y el ya ex comenzó su caída libre hacia el anonimato y la mediocridad en la que siempre estuvo ante la falta de talento en derredor, que incluyó cantantes con más escote que voz y otras yonquis que conoció en Inglewood, cuando iba allí a por su mercancía. Pero ella ya era libre, y no hay cosa más maravillosa que una mujer libre que valora ese concepto tras estar sumergida en el fondo de un río y querer ver la cima de la más alta montaña.
Si te perdiera, ¿lloraría? ¡Oh, cómo te amo nena!
Pero Tina no lloró y conformó un álbum glorioso de puro rock abandonando el rhythm & blues y toda noción de la música que hacía con su esposo hasta que en su primera gira en solitario se dio cuenta de que debía hacer suyos temas que había grabado bajo el yugo marital. Tras un coqueteo con un tema de The Temptations Capitol Records firma con ella y sacan un disco a comienzos de 1984 que permaneció once semanas entre los diez más vendidos y su segundo sencillo, What’s love got to do with it, en clara referencia a sus años de matrimonio, estuvo tres emanas como número 1. El álbum se llama Private dancer y la crítica aún lo alaba por su valentía y ser uno de los primeros, tras el ejemplo de Paul McCartney, en grabar bajos y batería sin digitalizar para que el sonido quedase más auténtico y cercano a lo que el público escucharía en los conciertos. Premios y ventas se acumularon.
Al final del año siguiente, y con Tina en todo lo alto, Michael Jackson le llamó para que colaborase en la grabación de We are the world. Tina ya se había convertido en la reina del rock, sin sombra ni discusión.
Cuando eras un niño, ¿Tenías un cachorro? ¿Siempre te siguió?
A mediados de 1985 la tercera entrega de Mad Max le pidió dos cosas. una canción y una interpretación de mujer dura e insensible. Así, dijo un crítico, se convirtió en su exmarido por unos días y sacó uno de los singles más hermosos de las bandas sonoras de la década. Diez años después, y bajo la producción de Bono, hizo su siguiente gran tema cinematográfico.
A principios de 1986 Ike, tras ser detenido en posesión de heroína y marihuana, pide a su ex mujer ayuda y dice haberle escrito un disco. Ella mandó a paseo a Ike, quien continuó hundiéndose en el fango que él mismo regaba cada día con sus pésimas decisiones y su manera anticuada y mohosa de tocar la guitarra.
A finales de ese mismo año saca Tipycal male como anticipo de su nuevo álbum, Break every rule, que extendió desde ese mismo año hasta finales del 87 y justo antes de su celebrado doble en directo Live in Europe, con colaboraciones apoteósicas en ambas citas registradas, desde Steve Winwood y Phil Collins en el de estudio, como Eric Clapton, Robert Cray y David Bowie en el grabado a lo ancho del Viejo Continente.
Bueno, voy a ser tan fiel como ese cachorro
Y fue fiel a sí misma con su siguiente cita en las tiendas de discos (cuando existían y eran un negocio más allá de las tristes listas de esa marca que da nombre a un gran estadio español). En 1989 volvió a arrasar en las listas de medio mundo el motivo se llamaba Foreign affair, y en el estaban los sencillos The best, Steamy Windows y I don´t wanna lose you, tema compuesto por Albert Hammond para ella. Después llegaron los noventa con nuevas ventas millonarias y con el cine como colofón a su exitosa carrera en solitario. En 1991 publicó un álbum recopilatorio, Simply The Best (Simplemente El Mejor), y dos años más tarde se embarcó en una gira mundial llamada What’s Love.
No, nunca te decepcionaré porque crece más fuerte, como un río fluye
Y Bono le llamó para ser la voz de su tema para la nueva entrega de James Bond con el nuevo agente, quien relanzó la serie del agente 007, Pierce Brosnam. Y las ventas del single se dispararon casi como la Walther PPK del espía británico. Aún hoy, casi treinta años después, siguen escuchándose sus primeros compases y se la reconoce con admiración.
Y se hace más grande, niño. Y el cielo sabe. Y se vuelve más dulce, niño
Después de esto sacó un gran recopilatorio que fue triple platino y se retiró a Suiza, cerca del lago Zúrich, tras haber vivido en las cercanías de otro lago, el de Leman, junto a su pareja, un productor alemán con el que finalmente se casó en 2013, año en la que también solicitó la nacionalidad helvética renunciando a la estadunidense, a pesar de mantener en Los Ángeles una vivienda, como también un apartamento en Londres, aunque su casa era Chateau Algonquin, junto a su ya esposo, Erwin Bach.
A medida que crece, ¿y yo te amo? ¡Mi, oh mi! Sí, río profundo – montaña alta
En 2009 decidió también que se acabó girar por el mundo y colaborar con amigos, es memorable cuando apareció junto a Eros Ramazzotti en su concierto gratuito en la ciudad de Múnich o sus apariciones junto a los Stones en sus conciertos en Londres o Colonia. Pero tras su matrimonio dijo que ya era suficiente.
Sí, sí, sí
En 2021 enfermó y comenzó una ardua lucha con el resultado que todos conocimos ayer por la tarde. Se nos va una reina sin descendencia en su arte. Su voz resquebrajada, pero nunca rota, su fuerza tan inabarcable en el escenario como en sus grabaciones y su manera de ver la vida tras abandonar a su insufrible primer esposo, “una loquita maravillosa” en palabras de una de sus vecinas en Suiza, nos hacen pensar que será difícil encontrar una nueva cabeza para tan alta corona.
¡Oh, cómo te amo nena!
Tina Turner se retiró del mundo de la música, ya lo hemos dicho, a los 70 años, dejando atrás medio siglo sobre las tablas de carrera, y 200 millones de discos vendidos, distribuidos en 22 álbumes (12 de estudio, 3 en directo y 7 recopilatorios). Además, obtuvo 8 Grammy y 21 nominaciones.
Nadie más arriba que ella, que ve el Cielo desde arriba tras haber vivido en el infierno de esta existencia. Gracias a la mujer que nos dijo que “eres simplemente la mejor, algo mejor que los demás”.
Descansa en paz, nosotros seguiremos disfrutando de tu música y cansándonos de bailar al ritmo que tú marcas.
Carlos Ibañez
Revista Atticus