Crítica película Bullet Train de David Leitch

Crítica Bullet Train de David Leitch por Luisjo Cuadrado

Ficha

Título original: Bullet Train

Año: 2022

Duración: 126 min.

País: Estados Unidos

Dirección: David Leitch

Guion: Zak Olkewicz. Novela: Kotaro Isaka

Música: Dominic Lewis

Fotografía: Jonathan Sela

Reparto: Brad Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson, Brian Tyree Henry, Andrew Koji, Hiroyuki Sanada, Michael Shannon, Logan Lerman, Channing Tatum, Zazie Beetz, Masi Oka, Sandra Bullock, Miraj Grbic, ver 4 más

Productora:  87North, CTB Inc, Fuqua Films, Sony Pictures Entertainment (SPE). Distribuidora: Sony Pictures Entertainment (SPE)

Género: Acción. Thriller. Comedia | Comedia negra. Trenes / Metros

Sinopsis

Cinco asesinos a sueldo se encuentran a bordo de un tren bala que viaja de Tokio a Morioka con unas pocas paradas intermedias. Descubren que sus misiones no son ajenas entre sí. La pregunta es quién saldrá vivo del tren y qué les espera en la estación final.

Crítica

Los trenes Shinkansen son una red de líneas de ferrocarril de alta velocidad operada inicialmente por la compañía Japanese National Railways JNR. Cubre prácticamente todo el país, incluidos el popular Tokaido Shinkansen (Tokio – Kioto – Osaka) y la línea Hokkaido Shinkansen. En Bullet Train, cinco asesinos se encuentran a bordo de un tren bala en un viaje de Tokio a Kioto.

El interior del tren se convierte en un escenario macabro. Allí se presenta un asesino, nombre en clave Ladybug (Mariquita), con la misión de hacerse con un maletín muy cotizado, cuyo contenido desconoce, y salir de allí sin causar más estragos. Se «está reformando» a través de la meditación, del zen y quiere realizar la tarea de la forma más pacífica posible. Algunos de estos adversarios, que también tienen la misma misión, Limón y Mandarina, son viejos conocidos. Rehúye de la pistola y se arma con productos menos letales como un potente somnífero. Un tipo muy peculiar este Mariquita. En el mismo tren, dos hermanos gemelos tienen que rescatar a un muchacho que está secuestrado. Y, mientras, en un hospital, un padre asiste angustiado a la lucha de su hijo de corta edad por sobrevivir. Una jovencita como sacada del manga (edad indefinida, aspecto de colegiala muy sexy con minifalda y colores caramelo), se hace llamar Princesa. Su inocente aspecto esconde turbias motivaciones. Todo un buen lío, porque Mariquita tiene que robar el maletín, pero los gemelos también quieren el dinero que contiene como recompensa del rescate del hijo de la Peste Blanca (Michael Shannon) y la Peste Blanca (que prácticamente todos se encuentran en el tren por culpa suya) es el centro de todo este universo. Se unió a la Yakuza traicionando a su jefe para convertirse él en el puto amo de la mafia, asesinando sin escrúpulos a todo aquel que se interpusiera en su camino. ¿Qué tienen que ver todas estas historias ente sí? Tendrás que ver Bullet Train, no te queda otra.

La película está basada en la novela homónima del escritor japonés Kotaro Isaka (1971). Las referencias cinematográficas de la cinta son más que evidentes. Por la ambientación u desarrollo de los hechos podemos estar ante el mítico Orient Express que nos situaría en la obra de Agatha Christie. Nos remite a Asesinato en el Orient Express (1934). La última versión fue la que protagonizó y dirigió Kenneth Branagh en una buena adaptación cinematográfica de la novela (2017). En cuanto a los personajes, enseguida nos damos cuenta de que estamos ante una cinta con una clara influencia de Quentin Tarantino (se le ha identificado por películas cerca del gore donde la sangre y la brutalidad con primerísimos planos es la protagonista; así como su narración no lineal y una mezcla de géneros). Decir Tarantino es evocar Pulp Fiction (1994), pero la que se adapta como un guante a Bullet Train es Reservoir Dogs (1992) y que supuso su debut como director. David Leitch hace un pequeño homenaje en los curiosos nombres en clave de los protagonistas (Mariquita, Limón, Muerte Blanca, el Príncipe, Lobo). También hay otro paralelismo con la obra de Tarantino en el argumento. El protagonista debe combatir sangrientamente contra su asesino para cumplir una misión como así sucedía en Kill Bill (Volumen I, 2003 y Volumen II, 2004).

Estamos ante una comedia negra de lo más hilarante, auténtica astracanada, que constituye un refrescante pasatiempo, que gira alrededor de la venganza aderezada con mucha violencia con sangre a borbotones. Todo un acierto para la temporada estival. Muy imaginativa y ágil, con unos potentes diálogos y una estructura envidiable como hacía mucho tiempo que no veíamos. Personajes excelentemente dibujados que nos proporcionan algunos momentos memorables. Mucha, mucha acción, trepidante, con suspense y algo melodramática que la ponen en la órbita de la anterior producción de Leitch, Deadpool 2. La fotografía es digna de destacar con un gran guiño a la cultura popular nipona con profusión de neones que brillan menos, lógicamente que la potente trama argumental. No le resta, sino que suma. Al final de la película todo lo que el director, por medio de su guionista, ha ido presentado, cuadra a la perfección con un potente final con sorpresas incluso después de los títulos de crédito. Un buen guion que gira alrededor de un maletín y de una ingenua serie de dibujos animados Thomas y sus amigos (británica y muy ligada al mundo ferroviario) que al final resulta ser en buena parte la catalizadora de la acción al tratar de identificar quien es cada personaje en la vida real con los de la ficción.

Los actores elegidos para los personajes excelentes retratados sobre el papel y solventemente ejecutados es un acierto. El guapo y solvente Brad Pitt recibe los golpes como nadie. A pesar de su aspecto desaliñado (descuidado todo él en general y con una ropa que parece desconocer la lavadora), con aire descuidado no abandona esa aura de cincuentón deseado universal. Tiene un filón en esa vis cómica. Su actuación es memorable. También es muy destacable la actuación de los hermanos gemelos como dice el crítico Javier Ocaña: «que interpretan el estadounidense de raza negra Brian Tyree Henry y el inglés blanco de Buckinghamshire Aaron Taylor-Johnson. La última contradicción de la fiesta». Limón y Mandarina. tienen una escena, al principio de la película, al más puro estilo de Tarantino. Discuten entre ellos sobre el número de personas que mataron en una de sus últimas misiones. Brillante idea.

Divid Leitch (1975) tiene una larga producción de películas en sus múltiples facetas (director, coordinador de escenas de riesgo, actor, productor y especialista de cine –en esta última faceta como curiosidad ha sido cinco veces doble de Brad Pitt y la mitad de Jean-Claude Van Damme-). Como director (Atómica, 2017, Deadpool 2, 2018) se prodiga en películas llenas de acción, así que no es de extrañar que haya acometido este nuevo proyecto. La película es una coproducción entre Estados Unidos y Japón que ha sabido reunir y conjugar un excelente repertorio con figuras internacionales en las que destacan Brad Pitt, Aaron Taylor, Hiroyuki Sanada o Michael Shannon. Muy buenas maneras de Leitch, demostrando que todos esos pasos intermedios en los que trabajó más con el cuerpo que con la mente (especialista) le han valido para auparse en lo alto de la cadena (coordinador de escenas de riesgo) y saltar a la cima (director) demostrando todo lo aprendido en un gran proyecto que le augura un futuro de lo más brillante, al cual estaremos muy atentos.

La película se apoya en un solvente guion de Zak Olkewicz basado en la novela homónima de Kotaro Isaka. Proporciona constantes sorpresas y giros inesperados, pero sin hacernos perder el interés en ningún momento, siguiendo las historias sin perder un ápice de atención. Acción trepidante bajo una planificación exhaustiva (rodada en interior prácticamente toda ella) con planos innovadores con todo tipo de cámaras. Hay tiroteos, pero también cuchillos y cualquier objeto arrojadizo todo ello perfectamente coreografiado. Sales de la sala salpicado de sangre y vísceras, pero con una sonrisa en tu rostro. Ojo, atención también a la banda sonora que está muy bien seleccionada, con temas que encajan perfectamente en el desarrollo de la acción. 

En Bullet train desfilan curiosos personajes de los que destacan esos cinco asesinos pasajeros del tren bala japonés que lejos de ser un espacio claustrofóbico encontramos mucha acción trepidante, con violencia y sangre a raudales, pero que nos proporciona una brisa fresca veraniega (con estos calores y también dentro del panorama del cine actual). Estamos ante cine del bueno muy alejado de los grandes éxitos de la factoría Marvel y otros superhéroes. Cine con sentido y carisma.

Os dejo un tráiler:

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus