66 SEMINCI – Crítica película El acontecimiento de Audrey Diwan

Crítica película El acontecimeinto de Audrey Diwan por Carlos Ibañez

Ficha

Título original: L’événement

Año: 2021

Duración: 100 min.

País:Francia

Dirección: Audrey Diwan

Guion: Audrey Diwan, Marcia Romano. Novela: Annie Ernaux

Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine

Fotografía:  Laurent Tangy

Reparto: Anamaria Vartolomei, Sandrine Bonnaire, Luàna Bajrami, Pio Marmai, Anna Mouglalis, Kacey Mottet Klein, Louise Chevillotte, Fabrizio Rongione, Leonor Oberson, Louise Orry-Diquéro

Productora: France 3 Cinéma, Rectangle Productions, Srab Films

Género: Drama | Años 60. Maternidad

Sinopsis

    Francia, 1963. Anne, una joven y brillante estudiante con un futuro prometedor, descubre que está embarazada. De la noche a la mañana ve truncada la oportunidad de terminar sus estudios y huir de las asfixiantes restricciones de su entorno. Con los exámenes finales acercándose y un vientre que no para de crecer, Anne decide actuar, incluso si supone confrontar la vergüenza, el dolor y hasta ir a la cárcel por ello.

Comentario

            Impecable trabajo técnico y artístico en esta historia, ya contada mil veces, pero no de esta manera, sobre una chica recién llegada a la universidad de provincias y que se queda embarazada. Vemos todo el sufrimiento y todo el peso moral de la decisión de abortar con un guion técnico impagable y un saber colocar la cámara para hacer al espectador un mirón que sigue a la protagonista a todas partes hasta ver su asfixia personal porque ese bebé dinamitaría todos sus puentes hacia el futuro. También a destacar el tipo de película utilizado y el formato, un 1:85 plano para evitar la profundidad y que estemos continuamente encima, literalmente, de la protagonista, Anne, como si estuviésemos en un documental sobre leones siguiendo la pista con una cámara encima veinticuatro horas al día. Sólo que aquí son nueve semanas, las embrionarias, desde que tiene constancia de su embarazo hasta el comienzo del estado fetal.

            En esta lucha contrarreloj la protagonista se topa con amigas que no los son tanto, con enemigas muy íntimas dentro de la residencia, aquí hay que hablar de trabajos en los que Audrey Diwan se ha fijado para conformar un guion literario tan sumamente cuidado. Es evidente que Chabrol y su Un asunto de mujeres está presente en la última parte y subyace, aunque por motivos distintos cierto paralelismo psicológico entre Anne y la protagonista de Mis queridos estudios. También toma nota de la manera de trabajar el color de Techiné en su película Los juncos salvajes y de esa forma de verse los hombres a las mujeres en los ratos de ocio y en la intimidad de Lo que el día le debe a la noche, jugando con una paleta cromática idéntica en muchos momentos.

            La directora de la película no deja ni un solo momento de hablar de la hipocresía de la moral judeocristiana respecto al aborto, hasta hay un médico que receta estradiol para reforzar con esta hormona los ovarios, es decir, para hacer exactamente lo contrario de lo que ella está pidiendo. Y es que es mejor tirar dos vidas que una y Anne tiene claro que las va a tirar porque no va a querer a un niño que le obligaría a enterrar toda su vida desde demasiado pronto.

            Y es que Francia decapitaba a mujeres por practicar abortos y encarcelaba niñas por interrumpir sus embarazos. Así que no entiendo muy bien cómo se puede defender la vida matando o quién decide lo que una mujer debe hacer con su vida. Ejemplos sobran en nuestra sociedad hipócrita de chicas que han tenido que abandonar su pueblo para ponerse a fregar escaleras (u otros fregados) para criar a un hijo de un señorito de pueblo que se encaprichó de ellas mientras que las encaprichadas con posibles se iban a pasar un fin de semana de compras a Londres con sus madres. Y las amigas de Anne temen esto y se alejan de ella en cuanto les cuenta su problema y sus planes para solucionarlo. Una regresa contando su caso… Quien parece más resuelta es, en realidad, una cobarde más en una sociedad que legislaba para amedrentar a los más desfavorecidos, ¿a qué nos suena?

            Anne no es una mujer empoderada y que sabe hacer bueno lo malo, es sólo una chiquilla que no desea hacerse adulta de sopetón, sino seguir con su vida… Si alguien lee lo contrario estará contaminando de una ideología de moda algo que nada tiene que ver con la película ni con la novela en la que está basada.

            Por favor, no dejen de disfrutarla y reflexionar desapasionadamente sobre lo que nos cuenta.

Os dejo un trailer:

Carlos Ibañez

Revista Atticus