Teatro – Más frío que aquí de Óscar Olmeda

Más frío que aquí en el Teatro Zorrilla de Valladolid

El Teatro Zorrilla levanta el telón para el gran estreno de la obra Más frío que aquí de Esfera ocho producciones. Un retrato cómicamente conmovedor de una familia que se prepara para el futuro…

Está dirigida por Óscar Olmeda, traducción y adaptación de Mirian Vázquez de la obra original Colder than here de Laura Wade (ganadora de un premio Oliver). Con un acertado diseño para la presentación de las proyecciones.

Más frío que aquí nos cuenta la historia de Myra, una madre que tiene cáncer y que la quedan pocos meses de vida. Su familia preferiría no pensar en eso, pero el tema es difícil de evitar cuando ella convierte los planes de su funeral en una presentación en PowerPoint, impresiona como organiza hasta el último detalle de su propio funeral y trata incansablemente de obligar a su fracturada familia a comunicarse entre sí. Puede que el entierro esté en marcha y si Myra se sale con la suya, no se irá de cabeza a la tierra, esta es una mujer luchadora que pasa sus últimos días dictando cómo debe afrontarse su ausencia. Busca lugares para su entierro, compra el ataúd de cartón para decorarlo a su gusto y aconseja a su marido sobre su vida amorosa. Su marido se centra en arreglar la caldera, porque lo mínimo que puede hacer es dejarla morir con calor. Las escenas que nos van relatando son como el paso mundano de la vida cotidiana, y a medida que se acerca el día, la búsqueda de un lugar para el entierro se vuelve más urgente.

Poco a poco Más frío que aquí, se vuelve más reflexiva y hace que el espectador tenga lágrimas en los ojos. El desarrollo de los miembros de la familia suena cierto, Myra permanece mentalmente fuerte a medida que su cuerpo se debilita, sus hijas van en direcciones opuestas. Myra, su esposo afable y sus hijas emprenden un viaje vertiginoso de sorpresa, exasperación y descubrimiento justo cuando el propio pasaje de la vida de Myra está llegando a su destino final. Puede estar muriendo de cáncer, pero difícilmente dejará que eso apague su espíritu, decide enfrentarse a las cosas de frente, mientras trata de arreglar las relaciones entre su esposo y sus hijas.

Un potente reparto formado por Lara Dibildos en el papel de Myra (la madre de esta familia), para esta gran actriz es la continuidad a sus muchos proyectos y una fuente de posibilidades cómicas, con una interpretación brutalmente generosa que hace que veamos a esa mujer que se desvanece, que se va consumiendo por días y su enfermedad la deja sin fuerzas, frágil en los últimos momentos de la representación y se nos encoge el corazón ver esa actuación tan real. Miriam Vázquez en el papel de Jenna, la hija pequeña, parece un cachorro de ojos tristes, es una bulímica constantemente infeliz, y recuperada a la que le gustan las palabrotas y los chicos malos. Su hermana Harriet la hija mayor, interpretado por Cecilia Tena, intentando aceptar el interés de su madre en cada faceta de su muerte y funeral. Y, por último, pero no menos importante, está el padre Alec que lo representa a la perfección Óscar Olmeda, un hombre indeciso que se siente incómodo en cualquier compañía, que está sorprendido y desconcertado por sus mujeres. Está mucho más a gusto escuchando a Brahms que abordando problemas importantes, incluso una caldera que permanece sin reparar durante cuatro meses. Cada miembro de la familia lucha por hacer frente a la enfermedad, se sienten más unidos a través de momentos de emoción, vulnerabilidad, apoyo y humor sorprendente. Unas interpretaciones donde cada uno es cálido, conmovedor, divertido o triste para que el espectador pueda ver cómo la familia se une ante la tragedia. Unas interpretaciones sonoras de una obra que, lejos de estremecerse ante la muerte, explora como podríamos hacer las paces con ella.

Más frío que aquí, tiene una combinación agridulce de comedia negra sobre la muerte y la vida y patetismo desgarrador. Aunque es una obra sobre el cáncer, se encuentran momentos de alegría y risas, un testimonio de la familia, las relaciones y la búsqueda de la luz incluso en los momentos más oscuros.

Increíble producción, con una brillante combinación de reparto, dirección, escenografía, iluminación y guion que es a la vez tierno y descaradamente veraz, tan divertido como conmovedor, tan entretenido como estimulante. Una manera inteligente de lidiar con un tema complicado, humorístico pero conmovedor.

Es una obra sobre el amor, la muerte y el duelo más duro de soportar, que es el que comienza antes de que el ser querido muera, una representación con una lección de vida que conmueve. ¿Cómo el conocimiento de la muerte inminente de uno, o el de un ser querido, afecta la vida de uno? Y Wade es fuerte en la forma en que la muerte (aunque solo sea temporalmente) nos hace reevaluar la vida.

“La vida cambia rápidamente, la vida cambia en un instante, te sientas a cenar y la vida como la conoces termina”.

fotografías y texto: Luisa Valares

Revista Atticus