65 SEMINCI – Crítica película Gaza mon amour de los hermanos Nasser

Crítica película Gaza mon amour de Tarzan & Arab Nasser

Ficha

Título original: Gaza Mon Amour

Año: 2020

Duración: 87 min.

País: Palestina Palestina

Dirección: Mohammed Abou Nasser, Ahmad Abou Nasser

Guion: Mohammed Abou Nasser, Ahmad Abou Nasser

Música: Andre Matthias

Fotografía: Christophe Graillot

Reparto: Salim Dau, Hiam Abbass, Maisa Abd Elhadi, George Iskandar, Hitham Al Omai, Manal Awad, Majd Eid

Productora: Coproducción Palestina-Francia-Alemania-Portugal-Qatar; Les Films du Tambour, Riva Filmproduktion, Ukbar Filmes

Género: Drama. Romance

Sinopsis

Gaza, hoy. Issa, un pescador de sesenta años, está secretamente enamorado de Siham, una mujer que trabaja en el mercado con su hija Leila. Cuando descubre una antigua estatua fálica de Apolo en sus redes de pesca, Issa la esconde, sin saber qué hacer con este misterioso y poderoso tesoro. Sin embargo, en el fondo, siente que este descubrimiento cambiará su vida para siempre. Curiosamente, su confianza comienza a crecer y finalmente decide acercarse a Siham.

Crítica

            Lo que parecía que iba a ser una comedia sobre la vida en el territorio ocupado y la tragedia de vivir bajo el miedo constante de dos regímenes de terror: el sionismo y el integrismo islámico, se convierte en una historieta sin tino, ni alegría, ni nada a destacar. Interpretaciones simples, guion para aburrir hasta la más voluntarioso y magnánimo de los espectadores y una escultura griega en las escasas aguas territoriales que la vergonzante ONU, y sé de lo que hablo, deja tener a la Franja palestina.

            El planteamiento podría comenzar como un guiño a El Esclavo, la imprescindible novela de Isaac B. Singer, con alguien que lleva toda la vida enamorado en secreto de una mujer y decide que es el momento de lanzarse, pero enseguida todo se convierte en un desvarío rodado en uno ochenta y cinco, formato plano, casi tanto como el guion de los hermanos Nasser, que mejor harían dedicándose a otra cosa.

            Creo que SEMINCI se ha equivocado seleccionando un producto tan poco elaborado y de una factura tan penosa. Si lo viésemos a las cuatro de la tarde de un domingo en la televisión pública tendría nombre alemán y unos diálogos tan impostados como ésta.

            Por destacar algo la sociología de Gaza y de los palestinos colocada a pinceladas, desiguales, como todo en el libreto, con gente que sale a buscarse otra vida fuera de aquella olla de grillos, el exhibicionismo de Hamas o la corrupción del gobierno con el tema de la estatua que más parece un dios de la fertilidad que Apolo, tal y como dice un supuesto experto. Por supuesto, y a la caza de una risa fácil que hoy no se ha producido en el patio de butacas, está que se rompe por el pene erecto de metal, tal y como ya hizo con idéntica gracia David Mirkin en la comedia previsible Las Seductoras.

            Espero, de todo corazón, que la vida de los palestinos mejore, pero si alguien desea que sea a base de entretenimiento los hermanos Nasser no van a ser quienes lo logren. Nada que ver con la terriblemente veraz Omar, nominada al óscar y ganadora del premio Una Cierta Mirada en Cannes, ni, de lejos, con Hiroshima Mon Amour, de quien parece tomar el título en un homenaje tan fallido como la película en general. Ni Resnais ni Marguerite Duras merecen este sobeteo barato de su obra.

Carlos Ibañez

Revista Atticus