65 SEMINCI – Crítica película Here We Are de Nir Bergman

Crítica película Here We Are de Nir Bergman por Carlos Ibañez

Ficha

Título original: Here We Are

Año: 2020

Duración: 94 min.

País: Israel

Dirección: Nir Bergman

Guion: Dana Idisis

Música: Matteo Curallo

Fotografía: Shai Goldman

Reparto: Shai Avivi, Noam Imber, Smadi Wolfman, Efrat Ben-Zur, Amir Feldman, Sharon Zelikovsky, Natalia Faust, Uri Klauzner, Avraham Shalom Levi, Omri Levi, Avi Madar, Rony Gammer

Productora: Spiro Films, Rosamont

Género: Drama | Autismo

Sinopsis

    Aharon ha dedicado toda su vida a criar a su hijo Uri. Viven juntos en una rutina amable, lejos del mundo real. Pero Uri es autista y ya es lo suficientemente adulto para ir a un hogar especializado. En su camino a la institución, Aharon decide escaparse con su hijo y se lanzan a la carretera, sabiendo que Uri no está preparado para la separación. Aunque quizá sea el padre el que no está preparado.

Crítica

            Hoy a las ocho y media de la mañana SEMINCI nos ha traído esta más que correcta película israelí sobre lo que ahora llaman lo psicólogos un padre helicóptero, aunque en este caso los matices son muy importantes, porque el padre es un hombre ya pasada la mediana edad y su hijo es un autista de bajo rendimiento ya adulto.

            Muy bien rodada, sin alharacas ni estrambotes sensibleros, tanto como parece gustar al cine español cuando trata estos temas, y muy medidas interpretaciones de sus dos protagonistas, el padre y el hijo, destacando a ese padre que parece coraje y, en realidad, es alguien confundido por una rutina que le ha separado de su propia vida.

            Se convierte en una road movie al comenzar una huida del centro donde la madre, separada de la familia, quiere instalar a su hijo porque cree que será lo mejor para su desarrollo cognitivo, recordemos que en autismo las terapias ayudan mucho, aunque desde fuera no se vea. Aquí el único reproche a la interpretación del hijo porque en alguna ocasión mira fijamente y eso no suelen hacerlo las personas con este tipo de diferencia intelectual.

            Y nos va contando quién fue el padre, Aharon, antes de convertirse en esa muleta social permanente de Uri, su hijo. El viaje descubre a uno y desnuda al otro hasta alcanzar el disparate por un helado comprado a un vendedor ambulante en la playa de Haifa. Y todo con El Chico, de Charles Chaplin, de fondo y como esta joya de los albores del cine nos va mostrando detalles de quien y como es cada uno de ellos dos. La ternura exacerbada del otrora dibujante y pintor. La dependencia de una figura superior para el siempre distinto. El tren, los peces y comer Ptitim, ese cuscús israelí que es la comida favorita de ese hijo y el anzuelo con el que, a veces, le sujeta el padre.

            Y todo se descompone tras el incidente en medio de la huida en aquel arenal de Haifa. Uri acaba en el centro tal y como exigía su madre y Aharon pierde completamente el sentido de su existencia hasta que reaparece Chaplin, la escena del cristalero y su ex esposa rindiéndose a lo que parece una evidencia hasta que la ésta no es tal. La pista viene por la forma de vestir nueva de Uri, una enorme conversación que concluye en que ese hombre dispar tiene grandes capacidades de aprendizaje y una promesa de seguir con su vida anterior…

Cuentagotas desde fuera, tsunami desde el alma de Aharon.

Preciosa, sin concesiones y sin monsergas inoculadas de buenismo facilón que hace que películas sin fondo se llenen de premios y ésta, que habla, en el fondo, de qué es ser padre, pase sin pena ni gloria por la cartelera, si es que vuelve a haberla, de nuestras salas.

He disfrutado mucho.

Carlos Ibañez

Revista Atticus