Crítica serie de TV – Twin Peaks

Series de TV en tiempos de coronavirus

Twin Peaks

Ayer hizo treinta años de la emisión del primer capítulo de esta serie que dinamitó y relanzó este género en el mundo audiovisual. Todo, lo evidente, está en una pregunta: ¿quién mató a Laura Palmer? Pero eso sólo es la punta del iceberg de algo que encierra un universo en el microcosmos de un pueblecito que da su nombre a esos episodios antológicos donde la banda sonora envolvente de Angelo Badalamenti te conduce a través de un mundo onírico que al fijarse en los matices te conduce a los primeros versos de la canción Across the universe, esa joya de Lennon y McCartney donde no se ve al segundo ya por ninguna parte:

Las palabras fluyen como lluvia sin fin en una taza de papel

Se deslizan mientras pasan, se escabullen por el universo

Piscinas de tristeza, olas de alegría están a la deriva a través de mi mente abierta

Poseer y acariciarme

Y el agente Cooper, del FBI, y su inseparable Diane, su grabadora, hacen fluir las palabras porque hasta llegar él todo eran silencios en una lluvia interminable en ese vaso de papel que es el pueblo y cómo éstas van traspasando a la gente a pesar de que todos tratan de escabullirse en ese universo particular que es el pueblecito con dos picos gemelos al fondo de su horizonte. Y la tristeza de una familia que pierde su única hija asesinada y las alegrías rizadas y explosivas influidas por cada persona, todas sospechosas, del lugar que van a la deriva en la mente del gran agente especial de la policía federal, junto a su acompañante, el jefe de la local, de nombre inolvidable, tal y como dice en el guion Lynch y recita Cooper: Harry S. Truman, como el sastre de Missouri que ordenó tirar las dos bombas atómicas sobre Japón. Y Twin Peaks acaricia y posee al forastero y a todos nosotros, que vemos la vida a través de sus ojos y sus opiniones.

Pero lo que me hace recomendar esta obra de arte es eso, que lo es. Es una obra maestra nacida de la locura general de un genio hasta la soledad de cada personaje están imbuidos por esa forma de ver la vida y el arte, como expresión máxima del hombre, de David Lynch. Y todo su cine hasta ese momento está en esta colección de episodios que son una larguísima película, en realidad. Está el luchador, el elegido de Dune, el que lo puede aclarar todo, menos la muerte en sí misma y la crueldad humana de El hombre elefante. La brutalidad gratuita por el mero hecho de poder hacerlo de Terciopelo azul. Y las texturas gruesas de Cabeza Borradora se encuentran en Twin Peaks.

Pero además es una guía para seguir un millón de series posteriores, con lo cual podemos decir que hay un antes y un después de preguntarse por el asesino de Laura Palmer, la chica ejemplar que, en realidad no lo era, con una familia rayana en la locura, esa demencia del qué dirán continuo en una sociedad muy pequeña donde todos presumen de conocer a todos y donde nadie conoce a nadie porque hay adulterio, prostitución, negocios sucios y una presión social que obligan a esconder tanto como se pueda el yo más íntimo.

Como dijo un crítico español esto era como si alguien hubiese cogido Crónicas de un pueblo y lo hubiese descosido todo y quitado toda la basura de propaganda de aquel régimen moribundo hasta retorcer el patrón y conseguir un traje completamente diferente con los mismos elementos de partida. Ojalá fuese así, pero en España, ésta: la confinada y la anterior falsamente libre, osar contarle a la gente cómo es de verdad no se nos da bien. Nos encanta mentirnos y votar a mentirosos compulsivos enfermos de ego y de estupidez, cuyo nivel cultural es bajísimo y su capacidad de reacción mínima, porque levantarse de la poltrona cuesta dios y ayuda. Necesitamos desinfectar no sólo los centros de trabajo y los medios de transporte públicos, sino la política y el periodismo. Hoy he visto una entrevista de un tipo no muy valiente a la reencarnación de Goebbels en femenino (y ojalá fuese singular). Y me han hecho pensar en algo que el agente especial Cooper le diría a Diane:

-Diane, recuérdame que jamás olvide esa frase de Gandhi: «En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.»

Ficha

Título original: Twin Peaks (TV Series)

Año: 1990

Duración: 45 min.

País: Estados Unidos

Dirección: David Lynch (Creator), Mark Frost (Creator), David Lynch, Lesli Linka Glatter, Caleb Deschanel, Duwayne Dunham, Tim Hunter, Todd Holland, Tina Rathborne, Diane Keaton

Guion: Mark Frost, David Lynch, Harley Peyton, Robert Engels, Barry Pullman, Tricia Brock, Scott Frost

Música: Angelo Badalamenti, David Slusser

Fotografía: Frank Byers

Reparto: Kyle MacLachlan, Lara Flynn Boyle, Michael Ontkean, James Marshall, Sherilyn Fenn, Dana Ashbrook, Mädchen Amick, Richard Beymer, Ray Wise, Peggy Lipton, Joan Chen, Harry Goaz, Eric DaRe, Kimmy Robertson, Jack Nance, Everett McGill, Piper Laurie, Wendy Robie, Sheryl Lee, Grace Zabriskie, Chris Mulkey, Ian Buchanan, Heather Graham, Michael Horse, Russ Tamblyn, Kenneth Welsh, Miguel Ferrer, David Patrick Kelly, Mary Jo Deschanel, Don S. Davis, Catherine E. Coulson, Warren Frost, David Lynch, David Duchovny, Billy Zane, Ted Raimi, Jane Greer, Michael Parks

Productora: Emitida por American Broadcasting Company (ABC); Lynch/Frost Productions / Propaganda Films / Spelling Entertainment / Twin Peaks Production

Género: Serie de TV. Intriga. Drama. Thriller | Vida rural (Norteamérica). Sobrenatural

Grupos: Twin Peaks

Sinopsis

    Serie de TV (1990-1991). 2 temporadas. 30 episodios. El excéntrico agente del FBI Dale Cooper (Kyle MacLachlan) llega a Twin Peaks, una pequeña población montañosa, para investigar el brutal asesinato de la joven y bella Laura Palmer, la chica más popular del instituto de la localidad. Con la ayuda del sheriff del pueblo, el amable Harry S. Truman (Michael Ontkean), el agente Cooper comienza a interrogar a los habitantes del pueblo y va descubriendo poco a poco que muchos de ellos esconden oscuros y misteriosos secretos.

Os dejamos un tráiler:

Carlos Ibañez – Pilar Cañibano

Revista Attticus