Crítica serie TV – Big Little Lies

Series de TV en tiempos de coronavirus

Big Little Lies

            Una comunidad pequeña, costera, de ensueño. Un millón de detalles, de secretos que, en realidad, son mentiras acumuladas entre parejas, entre adulterios, entre antiguas parejas, entre monstruos que se disfrazan de marido ideal y todo entorno a una escuela infantil irritante, donde los niños están destinados a convertirse en calcos de sus miserables padres: siempre perfectos de cara a la galería, hasta provocar irritación; siempre miserables en privado, hasta convertirse en humanos. Así es esta Grandes Mentirijillas, que se puede trocar sin perderse nada en la traducción y sin invadir la lengua de Cervantes ni la de su coetáneo (y a tenor del relato Encuentro en Valladolid, de Anthony Burgess, conocido) Shakespeare.

            Y la perfección va desapareciendo ante la investigación de un asesinato que, por supuesto, es uno de los hilos de tensión hasta el final de la primera temporada. Hasta casi la claqueta final no se sabe el nombre del cadáver, pero desde el principio nos hace elucubrar quién es el asesino, o la asesina, más bien, porque el pueblecito es un matriarcado repleto de asfixiantes demostraciones de plumas de pavo real y arcoíris pintados con pintura acrílica o pastel, dependiendo del dinero del que gusten presumir sus vecinas.

            Y en la sala de interrogatorios nos van contando quién es quién en esa comunidad y quienes son las principales sospechosas del homicidio, y si es esto o un asesinato de esos que en aquel país conduce al corredor de la muerte, al ser en California, hasta acabar en la cámara de gas o la inyección letal.

            Maravillosamente interpretada, tanto por su triada de protagonistas como por los secundarios, tan importantes en sus revelaciones y acciones u omisiones para el desarrollo de la trama sin que nos demos un atracón de protagonistas, cosa tan típica de las series españolas. Eso y la sobreiluminación, cosa que aquí no pasa y la luz de cada hogar nos cuenta si es tal o si es un infierno en el que se duerme. Qué importante fue Don Siegel en el cine, y que poco le reconocen los puristas que, sin embargo, sufren clímax sexuales con pronunciar un solo nombre de la Nouvelle Vague. Su mejor discípulo, Clint Eastwood es otro maestro a la hora de hacer de la luz un personaje más.

            Pero regresemos a las mentirosas y a sus relaciones, a sus amores, respetos y odios, tan entremezclados a menudo. Y nos encontraremos con una joya de guiones en homenaje a tres grandes del cine; de nuevo, qué se fastidien los puristas: Ernest Lehman (en el nuevo número de REVISTA ATTICUS le rendimos merecido homenaje), Alfred Hitchcock y Sidney Lumet. Un guionista y productor, el mago del suspense, y el hombre que mejor hizo cine dentro de Hollywood y con el que querían trabajar todos los grandes actores, pero que nunca fue de nada, salvo de honrado trabajador.

            Así, vemos desde, Pero, ¿quién mató a Harry?, pasando por Un lugar en ninguna parte, a preciosos trazos de El Premio o La Trama, pero sin faltarles al respeto con un plagio infame, como los que suelen hacer Amenábar o Gus Van Sant, por ejemplo.

            Por qué recomendar esta serie. Porque trata al espectador como alguien inteligente al que hay que tratar de engañar, no como a un imbécil al que le ponen una zanahoria delante para que tire. Porque hay que ir a una fiesta de disfraces para descubrir cómo es cada uno en realidad. Y porque encadena una cantidad de buenas actuaciones difícil de ver en la actualidad. Diríamos que desde An Education, la película neozelandesa y británica, no habíamos visto un conjunto de interpretaciones tan perfectas en todos los que se ponen ante la cámara.

            Todo lo contrario de las pésimas interpretaciones de patriotas de lo suyo de la derecha española (desde los que están junto a la pared como Kissinger, hasta los más supuestamente centrados), o de estadistas siendo, en realidad, elefantes en cacharrerías de los dos partidos de gobierno, supuestamente del lado izquierdo del arco ideológico y que aún no han obligado a la banca a devolver los sesenta mil millones que les regalamos vía ese señor gallego que se supone que nos gobernó. Sin olvidarnos de la gentuza, sin eufemismos ni paños calientes, que se llaman nacionalistas. Éstos aún no se han dado cuenta de que el virus no pide lugar de residencia para infectar. En fin, otro día hablaremos de estos grandes mentirosos.

            Disfruten de la serie, lo merece.

Ficha

Título original: Big Little Lies (TV Series)

Año: 2017

Duración: 60 min.

País: Estados Unidos

Dirección: David E. Kelley (Creator), Jean-Marc Vallée, Andrea Arnold

Guion: David E. Kelley, Matthew Tinker (Novela: Liane Moriarty)

Música: Susan Jacobs

Fotografía: Yves Bélanger, Jim Frohna

Reparto: Reese Witherspoon, Nicole Kidman, Shailene Woodley, Alexander Skarsgård, Laura Dern, Zöe Kravitz, Adam Scott, James Tupper, Iain Armitage, Hong Chau, Meryl Streep, Douglas Smith, Kathryn Newton, Sarah Sokolovic, Darby Camp, Jeffrey Nordling, Chloe Coleman, Santiago Cabrera, P.J. Byrne, Ivy George, Larry Bates, Kathreen Khavari, Kelen Coleman, Larry Sullivan, Gia Carides, Nicholas Crovetti, Cameron Crovetti, Robin Weigert, David Monahan, Sarah Burns, Merrin Dungey, Sarah Baker, Virginia Kull, Joseph Cross, Crystal R. Fox

Productora: HBO / Blossom Films

Género: Serie de TV. Drama | Acoso escolar. Abusos sexuales. Amistad

Sinopsis

    Serie de TV (2017-Actualidad). Una oscura y misteriosa historia sobre tres madres (Madeline, Celeste y Jane) del norte de California cuyas vidas, aparentemente perfectas, se ven sorprendidas por un asesinato durante un evento para recaudar fondos del colegio de primaria. Celeste (Nicole Kidman) es una mujer con una vida familiar perfecta y un esposo ejemplar. Sin embargo, luchará por conseguir algo que le quita el sueño todas las noches. Madeline (Reese Witherspoon) es una madre atrevida, divertida, pero tendrá que soportar que su exmarido y su actual mujer vivan en la misma ciudad que ella. Por su parte, Jane (Shailene Woodley), una madre soltera y su llegada a la nueva ciudad no será todo lo placentera que pudiera imaginar.

Os dejamos un tráiler:

Pilar Cañibano – Calos Ibañez

Revista Atticus