Crítica series TV – El tiempo de la felicidad (Lykkeland)

Series de televisión en tiempos de Coronavirus

De qué hablar cuando se está confinado en casa por culpa de una serie de torpes y unos cuantos insolidarios, los primeros de índole política, los otros básicamente madrileños con menos conciencia cívica de Goebbels en Tel Aviv. Y me he decidido a permitirme el lujo, porque lo es, de recomendar una serie por día para ver o revisar.

La primera es Lykkeland (pésimamente traducida como El tiempo de la felicidad, lo correcto sería La Tierra Feliz) una miniserie noruega de 2018 que habla de ese periodo en el que los norteamericanos se lanzaron a buscar petróleo en el mar del Norte en Escocia y llegaron a Noruega, a la ciudad de Stavanger, que sólo les sonará a los que les gusten las conservas de sardinas del ártico y a los aficionados al balonmano. Y nos cuenta la vida y su cambio a través de los ojos de una secretaria del ayuntamiento que habla inglés y que es quien transcribe las conversaciones, la deliciosa Anne Regine Ellingsæter, quien da al concepto de mujer inteligente una dimensión real, tan alejada de las que salieron el otro día a corear soflamas y por quienes rezo para que no estén contagiadas ni contagien a nadie, dicho sea de paso; y cómo ella es la única que conoce todas las piezas del rompecabezas.

Todo comienza con uno de los buscadores de petróleo abandonando a una chica del pueblo embarazada porque su empresa ya no requiere que esté allí y él huye. Y otro que llega para explorar en la cuadrícula de mar donde nadie ha buscado. Y hay un cuarto protagonista, el chico que es el prometido de la secretaria del ayuntamiento e hijo del dueño de la conservera de la ciudad.

Y todo ocurre en ese verano loco de mil novecientos sesenta y nueve cuando Neil Armstrong pisó la superficie lunar y Jimi Hendrix cerró el festival más mítico de la historia en Bethel, Nueva York. La empresa de exploración petrolera Phillips enciende una llama con el gas sobrante del petróleo, pero hasta que eso llega es esa muchacha, bonita, pero no espectacular, inteligente, tanto que sabe cómo llevar todo, incluida su vida sentimental, tan conservadora como la propia sociedad de esa latitud.

Lo maravilloso de esta serie es cómo se cuenta todo, con ese aire vintage, con esa pausa donde todo se acelera en la oficina y se calma en las conversaciones personales de sus protagonistas. En ese teniente de alcalde que sabe cómo debe ir todo porque la secretaria sabe mover todo. Unido al tipo de película en el que está rodado, más propio de documentales que de metrajes de ficción, para parecer aún más creíble. Algunos críticos, los de poco nivel, la comparan con Mad Men, a mí, particularmente, me recuerda mucho más a una novela de John Dos Passos o a La Colmena, si tanto el autor norteamericano como Camilo José Cela hubiesen vivido en aquel Stavanger de finales de los sesenta, claro, que para eso tendrían que haber leído a cualquiera de estos dos autores o, simplemente, leído…

En cualquier caso, disfruten mucho de Lykkeland, los que tengan Filmin la tienen en su parrilla y los que no buceen, porque merece, y mucho, la pena.

Feliz confinamiento y si hemos ayudado a pasarlo nos alegramos mucho. Un abrazo.

Ficha

Título original: Lykkeland (TV Series)

Año: 2018

Duración: 45 min.

País: Noruega

Dirección: Pål Jackman, Petter Naess

Guion: Mette M. Bølstad, Synnøve Hørsdal, Siv Rajendram

Música: Ginge Anvik

Fotografía: Lars Vestergaard

Reparto: Anne Regine Ellingsæter, Amund Harboe, Bart Edwards, Mads Sjøgård Pettersen, Vegar Hoel, Pia Tjelta, Per Kjerstad, Adam Fergus, David Menkin, Ole Christoffer Ertvåg, Laila Goody, Anastasios Soulis, Glenn Andre Kaada, Mats Eldøen, Max Fowler, Johannes Joner, Edmund Dehn, Jan Lindwall, Truus de Boer, Ingrid Jørgensen Dragland

Productora: Coproducción Noruega-Bélgica; Maipo Film / Norsk Filminstitutt / Nordisk Film / Programme MEDIA de la Communauté Européenne

Género: Serie de TV. Drama

Sinopsis

8 episodios. En la víspera de la Navidad de 1969, se enciende una luz en el Ocean Viking. Phillips ha encontrado la reserva de petróleo más grande de la historia y todo está a punto de cambiar.

Como viene siendo habitual, os dejamos u tráiler:

Carlos Ibañez – Pilar Cañibano

Revista Atticus