Crítica película Yesterday de Danny Boyle

Ayer, hoy y mañana: The Beatles

Ficha

Título en V.O: Yesterday

Dirección: Danny Boyle

Reparto: Himesh Patel, Lily James, Ana de Armas, Kate McKinnon, Ed Sheeran, Lamorne Morris, Ellise Chappell

País: Reino Unido

Año: 2019

Fecha de estreno: 05-07-2019

Género: Comedia

Color o en B/N: Color Guión: Richard Curtis

Fotografía: Christopher Ross

Música: Canciones: The Beatles

Sinopsis

Jack, un músico que lucha por hacerse un hueco en la industria, descubre que es la única persona en el mundo que es capaz de recordar a los Beatles y trazará un plan para sacar provecho de la situación. De la noche a la mañana pasa de ser un músico fracasado a convertirse en toda una estrella mundial que mueve a millones de personas a costa de las míticas canciones del grupo británico. Pero no todo es tan sencillo como parece, y Jack deberá enfrentarse a muchos problemas personales en su camino a la fama.

Comentario

Llega a las pantallas una nueva entrega del director Danny Boyle conocido por películas tan dispares como Trainspotting (1996), La playa (sí, sí, aquella protagonizada por Leonardo di Caprio en 2000), 127 horas (2010), Slumdog Millionaire (2008, ganador del Globo de Oro y Óscar por mejor director y mejor película) o Steve Jobs (2015). También acometió con éxito la dirección de la apertura de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.  Cada proyecto le supone un nuevo reto como se desprende de su extensa filmografía.

Ahora, con Yesterday se adentra en el mundo musical. La película no se puede encuadrar como musical, a pesar de que está perlada por temas musicales, pero no tienen una coreografía al uso que participe de esa característica básica como es la de bailar. Boyle se adentra en la comedia: un hombre que tras sufrir un golpe «regresa» a un mundo en el que ha desaparecido varios elementos reconocidos de la cultura popular, pero sobre todo, ha desaparecido (¡Dios mío!) la música de los Beatles. Este elemento fantástico nos invita a formularnos la pregunta ¿cómo sería el mundo sin la aportación de The Beatles? Parece que el director se ha apuntado a la moda de llevar a la gran pantalla todo aquello que rodea al mundo de las estrellas de rock. En este caso, no se trata ni de una biografía, ni de un concierto, ni de las aventuras de los integrantes de una banda. Se trata de la banda sonora de una buena parte de la Humanidad, de aquellos que preferían la banda de Liverpool a los Rollings y de todos aquellos a los que la música les eriza el vello. Es difícil concebir un mundo sin la aportación de The Beatles. Es tan disparatada la propuesta del director británico que en muchas de las ocasiones nos lleva a la hilaridad (un acierto hace desaparecer a otros iconos como la famosa y refrescante bebida o el protagonista de la saga más vendida de la historia de la literatura).

Jack Malik (Himesh Patel) es un joven que con su guitarra trata de hacerse un hueco sobre los escenarios. Es un compositor que actúa en pubs y en fiestas o pequeños certámenes tocando creaciones suyas que solo parecen conmover a sus fanáticos amigos. Ha dejado la enseñanza en pos de su sueño. La que más empeño pone es Ellie Appleton (Lily James) que hace las veces de manager mientras compatibiliza esta afición con su trabajo de maestra. Un día, mientras Jack regresaba a su casa en su bicicleta, sucede algo extraño: se produce un apagón en todo el mundo, dejando a oscuras los principales monumentos, así como las calles, viviendas y los sistemas de regulación de tráfico. Por ese motivo, Jack es arrollado. Él perderá dos dientes, pero el resto del mundo ha perdido el legado musical de The Beatles. Nadie recuerda la existencia de este grupo. Y nadie recuerda sus canciones. Terrible. Pero para el bueno de Jack, harto de su sino y a punto de tirar la toalla el recuerdo de cada uno de los temas del grupo de Liverpool es oro puro.

Un buen día, al salir del hospital, frente a sus amigos y con su nueva guitarra decide tocar Yesterday.

Yesterday, love was such an easy game to play
Now I need a place to hide away
Oh, I believe in yesterday.

Ayer el amor era un juego tan fácil
ahora necesito un lugar donde esconderme
oh, creo en él ayer.

Asisten con la boca abierta y terriblemente emocionados ante la canción de Paul McCartney. Tiene un gran sentido la letra. Es oportuna teniendo en cuenta de que el chico viene de un antes, de un ayer, previo a ese batacazo. Ellie no dejó de estar a su lado en la cama del hospital. Así que no es de extrañar que asista embelesada a esa melodía y se sienta como la protagonista de la magnífica creación de… un impostor.

Pero aún así, y salvo para un grupo muy reducido, Jack no consigue enfervorizar a la gente hasta que la suerte le sonríe. Ed Sheeran se fija en él, pero sobre todo, quien le coge de la mano y le cambia la vida es la voraz manager Debra (Kate McKinnon): «No eres muy atractivo. No estás en forma. Eres delgado pero redondito a la vez». Hay mimbre. Ella se encarga de crear una nueva imagen del cantante. Le va a lanzar al estrellato. Todo el mundo va a corear su nombre y de un mero comparsa, de telonero, va a pasar a ser el gran cantante que siempre quiso ser. Pero… sigue siendo la re-creación de un impostor.

El director sabe imprimir el ritmo adecuado, las actuaciones son muy solventes, los aspectos técnicos no presentan ninguna pega, pero el resultado final es un tanto decepcionante. El guionista Richard Curtis (Nothing Hill, Love Actually, El diario de Birdget Jones), parte de una idea muy original y el director acomete el proyecto con mucha solvencia. Es una película muy fresca, agradable de ver. Los números musicales, grandes hits, ayudan pero la trama romántica deja que desear por la evidente falta de química entre ambos protagonistas. Himesh Patel se muestra como un pavisoso frente a la chica, Lily James, (un rostro muy atractivo para la gran pantalla) cosa que no sucede frente al micrófono (ahí está sublime, nos hace vibrar, sobre todo desde la azotea –emulado el mítico concierto de la banda de Liverpool, magnífico guiño-). Patel fue una apuesta del director y del guionista. Fuera del Reino Unido resulta un desconocido. Quería que eso jugase a su favor, para que la figura calase en el espectador (¿no es eso mismo lo que les pasó a los chicos de Liverpool en sus comienzos?) y fuera una perfecta muestra de su meteórico ascenso. Además sus adaptaciones de las canciones de los Beatles tienen un sello propio, no resultan una parodia y no tenemos que llevarnos las manos a la cabeza.

James borda ese papel de chica amorosa. Disfruta con su trabajo de profesora de primaria en una apartada localidad del este de Inglaterra y ansia que la relación «profesional» que tiene con Jack de un paso más allá. Es lo único que le falta en su vida.

Ed Sheeran, el actor, está más que convincente (–esas gafas de pasta negra, parece que lleven pegadas una nariz-). Por todo ello, me da mucha rabia hablar de decepción con esta película. Pero es que tenía muchas posibilidades de dejar empequeñecidas a los grandes «conciertos» que hemos visto recientemente (Bohemian Rhapsody o Rocketman).

Las letras de las canciones juegan un papel importante. Incluso el orden en el que van apareciendo a lo largo del film también. Es un hilo narrativo en la vida de Jack. Qué decir de Help!, más oportuno imposible, ese tema es un buen ejemplo. Es una pena que para aquellos que el inglés constituye la gran asignatura pendiente no estén traducidas. Lo mejor de todo es que la película nos sirve para dar un gran repaso a toda la discografía de The Beatles. Enseguida nos llegan los recuerdos. Para muchos de nosotros adquirir un LP de la mítica banda era adentrarse en el mundo musical, pero es que además era pasar un poco de la inocencia de la adolescencia a participar del mundo «de los mayores». El doble álbum azul fue mi bautizo. Con uno de mis primeros sueldos adquirí ese emblemático disco (junto con la BSO de Grease). Corría el año… ah, esto empieza a degenerar.

 Yesterday merece la pena, sin duda. Es una buena opción para sobrellevar el sofocante calor de las tarde de verano. Trata de las relaciones de amistad, del amor, de lo que es y supone el éxito, y, por supuesto, de la música y de aquello que nos hace realmente felices por encima del dinero o la fama. Voy a buscar ese doble álbum azul. Vayan al cine y… escuchen música.

Os dejo un tráiler:

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus