Zarzuela – La boda y el baile de Luis Alonso

Zarzuela- La boda y el baile de Luis Alonso

Teatro Zorrilla

Amigos de la Zarzuela de Valladolid pone en escena en el Teatro Zorrilla La boda y el baile de Luis Alonso, con gran afluencia de público.

Desde hace un tiempo, la gente del teatro se ha preocupado de poner nuestros clásicos en el mapa de la modernidad. Se han revisado autores y obras y ya no da vergüenza montar a Tirso de Molina. Pero lo de la zarzuela está tardando más. ¿Será que no es un género moderno? ¿Malos tiempos para la lírica? De momento, en esta temporada que termina, el teatro Zorrilla ha apostado por contradecir las dos preguntas. El responsable de la dirección, espacio escénico e iluminación es Félix Fradejas, un hombre de teatro que está seguro que la zarzuela es recuperable y en esta ocasión nos lo demuestra con creces en este gran trabajo, todo para darle a La boda y el baile de Luis Alonso la dimensión que se merece. Lo que hemos visto en La Zarzuela es la unión de dos títulos con historia curiosa: primero fue El baile, nacido como un sainete; luego apareció la obra lírica, y ambos gozaron de gran éxito, lo que obligó a crear La boda. Este Luis Alonso, por cierto, es un bailarín, claro, y sus peripecias discurren por academias y cafés cantantes, la cuna de lo que luego se llamó flamenco. La dirección musical está a cargo de Dorel Murgu, gran violinista de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León,  es el director titular de la Orquesta de León y está al frente de los Amigos de la Zarzuela, todo un acierto.

El texto es gracioso, cuya historia de La boda y después El baile, vienen a ser una excusa para un análisis irónico de las costumbres y sociedad de una época, con ramificaciones hacia la nuestra: el rendibú que Luis y su mujer María Jesús tienen para con los nobles y adinerados con tal de que negocio prospere; el sarao de entonces prolongado hoy en las fiestas sociales y la alcahuetería y torpes citas amorosas.

Uno de los personajes más curiosos es el de María Jesús interpretado por la soprano Nuria Lloreda, novia primero y esposa después de Luis Alonso, este personaje nos deja con la boca abierta, grande la intervención del barítono Antonio Torres. A María Jesús es difícil encasillarla, novia de Gabrié, se duda de la sinceridad de tal noviazgo al preferir la seguridad económica y de prestigio de Luis Alonso, un sesentón. Mujer, ya, de Luis Alonso no le hace ascos al requerimiento de Tinoco, cuando le coloca ante los ojos unos zarcillos. Tampoco tiene empacho de ejercer de Celestina y semivender a su amiga Pilili al Marqués con tal de estar a bien con la gente principal. Vamos, que el personaje es todo un dechado de virtudes.

Un tema importante son los bailes, hasta el punto que al espectador le queda el recuerdo que en esta versión está inundado de danza. Las coreografías de Lydia Ruiz fluyen con gracia y se ponen al servicio de la dramaturgia y de la partitura. Acertada la discreción de la coreografía que ilustra el intermedio, dándole protagonismo a la parte orquestal. Bailarinas por un lado y cantantes o intérpretes por otro, el cuadro de actores y solistas de Amigos de la Zarzuela que componen el reparto, junto con el coro, orquesta lírica titular y la colaboración de la Escuela de danza Bailarte, todos forman un conjunto musical bien estructurado.

Amigos de la Zarzuela nace como asociación en el año 1956 con la firme intención de fomentar y divulgar el teatro lírico por excelencia. A lo largo de estos 62 años de andadura repletos de historia, muchos son los rostros y voces que han formado parte de los proyecto. Todos ellos han conseguido este gran Conjunto Lírico que de forma ininterrumpida, nos ofrecen su repertorio en distintos actos. Fomentan y difunden el género lírico, por medio de sus representaciones de Zarzuela, con especial atención a Valladolid y su provincia, al igual que en el territorio nacional y países del extranjero. Organizan otros espectáculos como recitales, conferencias culturales, colaborar con las entidades que lo soliciten, etc.

Colaboración especial con el Ayuntamiento de Valladolid que desde el año 2008 les otorga, año tras año, el privilegio de poner el broche de oro a las fiestas de San Pedro Regalado mediante la realización de un concierto lírico acompañados por una orquesta de 40 profesores y solistas de talla nacional e internacional. O con la orquesta sinfónica Odón Alonso de León con quienes han actuado en repetidas ocasiones. Sin duda Amigos de la Zarzuela de Valladolid son un exponente vivo y activo del género.

Luisa Valares

Revista Atticus