Teatro Fiesta, fiesta, fiesta – Casa de las Artes Laguna de Duero

Fiesta, fiesta, fiesta – Casa de las Artes, Laguna de Duero

Compañía The Cross Border

Este montaje narra la historia de un grupo de alumnos de 3º de la ESO de un instituto público español. El profesor del grupo se marca como objetivo realizar un trabajo sobre las fiestas, que ayuden a los estudiantes a conocer la diversidad de orígenes que convive, en la misma aula. Esta obra de teatro documental invita al público a reflexionar sobre la educación, el sistema educativo, la adolescencia, la inmigración o la identidad, tanto individual como colectiva.

El viernes se respiraba buen ambiente, el patio de butacas lleno, público de todas las edades, esta obra ¿es para adolescentes? Yo creo que no, también para adolescentes, sí, pero al menos al mismo nivel de disfrute y de necesidad, para padres, abuelos, profesores, para el personal no docente en los institutos, para las personas que los ven caminar cada día a coger el autobús y dirigirse no se sabe muy bien si a su centro escolar o a un parque con sus colegas. Este montaje debiera verlo todo el mundo porque accederá a una realidad en la que, de una u otra forma, participan también. Fiesta, Fiesta, Fiesta cuestiona el sistema educativo, las relaciones entre iguales, la realidad de la inmigración, los problemas que se pueden gestar si no damos los pasos adecuados para que todos esos chicos se sientan unos españoles más en unos años, el yo individual y social que construimos y nos construimos… Estos, evidentemente, no son solo problemas de adolescentes.

Nate, Xirou, Farah, Mustafá, Ionut, Hugo, Kamila, Alma… son algunos nombres ficticios, pero de alumnos reales que hoy mismo han ido a clase, que lo harán mañana y que esperemos que puedan ir también lo que queda de este curso y en cursos venideros. Al terminar la representación, Lucía Miranda nos cuenta su experiencia para lograr este maravilloso trabajo;

“Gracias al V Programa de Desarrollo de Dramaturgias Actuales del INAEM,  he podido investigar de verdad: durante un mes he acudido a un instituto a las 9 de la mañana, me sentaba en el banco del pasillo y esperaba a los entrevistados de los turnos de ese día. Ha habido muchos cambios en los turnos, ha habido gente inesperada que aparecía y entraba conmigo a la salita a dejarse contar. En total unas 40 entrevistas a madres, profesores, personal no docente y alumnos de un centro público de un lugar anónimo que puede ser tu ciudad, configuran la dramaturgia de esta Fiesta, Fiesta, Fiesta.”

Habló con profesores, alumnos y padres durante horas y horas a lo largo de un mes, conviviendo con ellos en el instituto donde cursan sus estudios, escuchando sus conversaciones en los pasillos. Son alumnos de integración que comparten problemas con sus profesores, con sus familias, y con el personal auxiliar y administrativo de su centro. Un apretado, intenso, vivo y estremecedor resumen de toda esa experiencia es la que nos representaron en esta Fiesta, Fiesta, Fiesta que levantan con una fuerza los actores Anahí Beholí, Huichi Chiu, Miriam Montilla, Ángel Perabá y Efraín Rodríguez. El espectador emocionado y en ocasiones sobrecogido, vemos a esos personajes representados con amor, fidelidad, con un compromiso y una pasión que inunda la casa de las Artes, pero no queda ahí, salimos de la sala y esa emoción que han transmitido nos queda dentro y nos acompañará muchas, muchas horas más después de abandonar el patio de butacas.

Lucía Miranda como directora y dramaturga de este proyecto, nos ha mostrado que la metodología de The Cross Border Project, su compañía, si se sabe utilizar, cala hasta lo más profundo del alma del espectador. El reparto que ha escogido, es de lujo y ha sabido sacar a flote lo mejor de cada uno de los actores. Una magnífica  Alma llena de vida, tierna, entregadísima esa “conserja” del instituto. Hermética Xirou, conmovedora, y profunda después.  Versátil y convincente estuvo Hugo. Intensos Farah y Mustafá. Sin duda muchas horas de trabajo para tantos cambios de registro y personalidad, que no nos han dejado indiferentes.

El espacio donde sucede todo ha sido diseñado por Javier Burgos y es un aula (varias sillas, varios globos terráqueos sobre las estanterías de fondo, un plinto que lo mismo sirve de mostrador que de mueble tocador, mochilas, encerados, proyectores, ordenador…)

En este gran proyecto también cuentan con la escenografía e imagen gráfica de Javier Burgos, diseño de luces de Toño Camacho, espacio sonoro de Nacho Bilbao, ayudante de Dirección con Belén de Santiago, asesor de movimiento Ángel Perabá, vestuario de Paz Yáñez y taller de sombras chinas con Carlos Nuevo

En Fiesta, fiesta, fiesta hay mucha sociología, mucha vida y, por tanto, también mucho dolor y mucho humor. El ritmo endiablado de la historia atrapa al espectador desde el minuto cero y, a partir de ahí, lo lleva hasta el final por un viaje de realidades, de emociones y de reflexiones de los que le resultará difícil salir.

Luisa Valares

Revista Atticus