Rubén Borja y Elisa Gabarri en Valladolid

Rubén Borja y Elisa Gabarri

Flamenco en Patio de las Palmeras, Valladolid

 

El pasado día 18 el Patio de las Palmeras de la Biblioteca Pública de Valladolid volvió a ser escenario de un gran espectáculo flamenco, al igual que lo fuera el mes pasado con el cantaor jerezano Juanillorro y el guitarrista Alberto Franco.

En esta ocasión el protagonismo recayó en artistas locales y con el baile como modalidad preponderante. Rubén Borja y Elisa Gabarri “La Mimi” entusiasmaron con su danza, acompañados al cante por Santi Borja “El Moreno” y a la guitarra por Maurizio del Pozo.

Con gran afluencia de pública, y con El Moreno llevando la voz cantante en la doble acepción de la expresión (presentando cada palo y cantando), Rubén y Mimi desgranaron el baile de las alegrías, las soleares, las bulerías, los tangos, etc.

De Rubén y Mimi, qué decir que no se sepa en Valladolid. Son el tesón y la constancia hecho arte.

A la vez que taconeaban, su rostro expresaba el flamenco de calle, el flamenco de tablao, ese flamenco duro que le da igual las luces del escenario o el vestuario, un flamenco que impresiona cuando se ve.

Y es que no en vano la pasión del flamenco recorre las venas de Rubén y Mimi desde que se lo inyectaron en esa fábrica de flamenco que es la academia madrileña Amor de Dios, por la que han pasado las mejores figuras del baile.

En Valladolid ensayaban dónde y cómo podían, que no era mucho: en un parque, en una parada de autobús, etc. Era frecuente que el padre de Rubén les proporcionara un palé del mercadillo para que pudieran taconear, en plena calle, lo que provocaba que la gente se quedara mirando con semblante de extrañeza. Así aprendieron lo que es el flamenco: fatiga, dolor, sacrificio, lucha constante. “Porque el flamenco verdaderamente bueno es el que duele en el alma” afirma Rubén.

Con el baile metido en la cabeza de forma permanente, para ellos bailar se ha convertido en una necesidad. Así lo explica Elisa “La Mimi”: “el flamenco una vez que entras te enamora tanto, te entra tan dentro que no ves más allá, te da igual todo lo demás”.

Esta pasión, no podían quedársela para ellos solos y por ello, para trasmitírsela a sus alumnos, abrieron una academia de baile, el Centro Sentidos, en la calle Delicias.

Los tres últimos años han organizado un Festival Flamenco con la presencia de importantes figuras del baile flamenco a nivel estatal.

Con su actuación en el Patio de las Palmeras, la Biblioteca Pública de Valladolid vuelve a apuntase un gran tanto en su quehacer cultural.

 

Fernando Pastor

fotografías: Chuchi Guerra

Revista Atticus