VacceArte – Jarros rituales en el Museo Universidad de Valladolid

VacceArte – Jarros rituales en el MUVA

9 exposición de arte contemporáneo de inspiración vaccea

El pasado 1 de febrero se inauguró la novena edición de la muestra colectiva de diferentes creadores VacceArte 2017-2018, en la sala de exposiciones temporales del Museo de la Universidad de Valladolid, MUVa.

Realizó la presentación el director del Museo, Daniel Villalobos, quien reseñó su singularidad al ser conjunta con ciudades e instituciones portuguesas, con la aportación de piezas de artistas de ese país. Seguidamente, la Vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria, Felicidad Viejo, remarcó la importancia de la exposición por transmitir a la sociedad y al público en general, que la actividad docente e investigadora se complementa con otras muchas, desarrolladas en los diferentes centros de sus campus, como esta derivada del trabajo en el yacimiento arqueológico de Pintia, por un equipo del Centro de Estudios Vacceos Federico Wattenberg.

El director del Proyecto Pintia y comisario científico, Carlos Sanz Mínguez, enumeró la trayectoria de las nueve ediciones, su evolución, las sedes en diversas ciudades de la Península y su proyección fuera de los ámbitos universitarios. Seguidamente explicó el porqué del tema elegido, Jarros rituales vacceos, como referencia para la creación de obras artísticas, desde una visión contemporánea,  tema que aglutina todas las piezas presentadas.

El diseñador del conciso montaje, el igualmente profesor como los anteriores de esa Universidad, Ignacio Represa,  planteó una reflexión sobre el significado de esta propuesta artística, que quiere conectar un importante y ambicioso proyecto cultural en torno al citado yacimiento, con el público, no solo de nuestra Comunidad, sino traspasando las fronteras regionales y nacionales. La plasmación que cada autor hacer del tema elegido es diversa y se materializa en múltiples interpretaciones y técnicas, aportando, según él, una nueva dimensión a la comprensión y acercamiento al mundo y sociedad vaccea. Esta propuesta se centra en el significado de la producción de piezas cerámicas de uso doméstico y también ritual, como eran esos jarros y jarrillos de pico, con decoraciones geométricas, y en algunos  casos con ojos apotropaicos o protectores, aves y figuras humanas.  Jarras que han perdurado, con no mucha evolución formal, hasta nuestros días, en un sinfín de bodegas, mesones y merenderos, en solución de continuidad. Piezas que indican la importancia del vino en diferentes culturas desde antes del siglo III a. d. C. en Hispania, como la celtibérica, romana, visigoda, alto, medio y bajo medieval, moderna y contemporánea.

Como expresó el profesor Sanz Mínguez, el vino ha pasado de ser un signo de distinción y poder, en sociedades muy jerarquizadas y dotado de un significado simbólico muy marcado y determinado, a ser un producto de consumo habitual, con otros significados y otros cometidos, ya que en torno a él nos seguimos reuniendo.

Licor con destacadas propiedades aglutinadoras, ente concitador y en ocasiones revelador de eso que decimos verdad, in vino veritas; solo a veces propiciador de riñas y trifulcas, e instigador y/o destructor del genio y sus musas.

Es un elixir inexcusable en nuestras celebraciones, en festejos, en lo que ahora se da en llamar “eventos”, en la liturgia católica, en libaciones paganas, muchas veces degustado por mero placer…  incluso en despedidas, sean estas de muchos tipos que se puedan llegar a imaginar… y hasta para intentar olvidar. Encuentros, reuniones y despedidas con no menos significados o cometidos que las precedentes, y quizá, después de todo, no tan diferentes entre ellas. Recordando al profesor Rojo Vega, recurso  utilizado como alimento insustituible e indispensable y combatidor perenne del frío, desde siempre y ¿ahora menos?

Las obras se exponen en la recoleta sala temporal de este Museo recubriendo perimetralmente sus lienzos, algunos con peculiares columnas y arcos calizos absorbidos en ellos, y con alguna vitrina con piezas originales, ciatus, copas… Estos jarrillos son en sí una intervención artística, conseguida intencionadamente o no, por su descontextualización y por su rara belleza. Belleza dada por su sencillez y su característica y familiar plasticidad artística, material y decorativa, cualidades estas que nos trasladan, aquí sin solución de continuidad, a los paisanos pintianos de hace, poco más o menos, unos dos mil trescientos años.

Las piezas expuestas se recogen en un atractivo y didáctico catálogo, y en la página web del Centro, CEVFW, estando a la venta en pública subasta (hasta el 28 de febrero) para contribuir también a la financiación de este “empeño” colectivo y participativo “Proyecto Pintia”, además de darle más visibilidad, proyección y significado, según se indicó en las intervenciones referidas.

La muestra reúne obras de diferentes creadores, muchos participantes desde la primera edición y otros nuevos, pudiéndose  apreciar la pluralidad de lecturas e interpretaciones desde diferentes sensibilidades, haceres y habilidades artesanales y artísticas. Miremos cómo se ha superado el reto de representar, y en algunos casos reconocer, asimilar o interiorizar, unas cerámicas que no dejan de llamar poderosamente nuestra atención.

Veamos la exposición y, si place, bebamos celebrándola juntos.

 https://www.pintiavaccea.es/subasta_historico.php?col=2017

JARROS RITUALES

Autores y obras:

Miradas rituales, María Luisa Álvarez. Luchamos, Miguel Asensio. om o passado nas mãos, Bártolo. Oinochoe, Javier Bustelo. Pucarinhos dos namorados, de Ana Caldas. Elixir, de Blanca Carnicero.Estudio para vasijas, de Lorenzo Colomo. Um + Um = Muitos Mas, de Tita Costa.  Presagio. (En Pintia), de Javier Dámaso. As três graças, de Teresa Dantas. Sin título, de Díez Valcabado. Jarro, de Sandra Duarte.Mágica, de Duque.Sin título, de Duque Requejo. Naturaleza muerta, de Concha Gay. A partir del cuenco, de Miguel González. Sin título, de Miguel Hernández. Sem título (detalle), de Ariosto Madureira. Viaje de ida, de Ángel Martínez. Tiempo y fruto, de Ángeles Morgade. Força da natureza, de Carla Mota. Ritual, de José António Nobre. Alas, de Pilar Ortega. Aemulator, de Luis Pascual. Infusa portuguesa com decoração vaccea, de José Ramos. Jarro, de Pedro Riobom. Brindemos, de Felipe Rodríguez (Pipe). Brindemos II, de Felipe Rodríguez (Pipe). Brindemos III, de Felipe Rodríguez (Pipe). Los últimos mil brindis. Círculos viciosos, de José Carlos Sanz / Carlos Muñoz. Hecho de barro, de Henar Sastre. Jarros partidos num tabuleiro, de Setas Ferro. Para el vino y la amistad, de Manuel Sierra. Ya me gustaría, de Marco Temprano. El agua para las ranas, de Alberto Valverde.

Solo autores:

María Luisa Álvarez.    Miguel Asensio.    Bártolo.    Javier Bustelo.    Ana Caldas.   Blanca Carnicero.   Lorenzo Colomo.   Tita Costa.   Javier Dámaso.  Teresa Dantas.   Díez Valcabado.   Sandra Duarte.   Duque. Duque Requejo.  Concha Gay.   Miguel González.  Miguel Hernández. Ariosto Madureira.   Ángel Martínez.   Ángeles Morgade.   Carla Mota.  José António Nobre.   Pilar Ortega.   Luis Pascual.   José Ramos. Pedro Riobom.   Felipe Rodríguez (Pipe).  José Carlos Sanz / Carlos Muñoz.    Henar Sastre.   Setas Ferro.   Manuel Sierra.   Marco Temprano.   Alberto Valverde.

Sala temporal del Museo de la Universidad de Valladolid, MUVa.

Del 1 al 23 de febrero de 2018, ambos inclusive.

Horario de lunes a viernes de 10 a 14 h y de 18 a 21 h.

PLAZA COLEGIO DE STA. CRUZ, 5,

Edificio Rector Tejerina.

(Entrada por el lateral de la tienda universitaria)

47002 – Valladolid

Teléfono: 983 18 49 25

Los últimos mil brindis. Círculos viciosos. Obra de Carlos Muñoz y J. C. Sanz Belloso

texto: J. C. Sanz Belloso

fotografías: Chuchi Guerra