Crítica película Los pájaros cantan en Kigali de Joanna Kos-Krauze 62 SEMINCI

Crítica película Los pájaros cantan en Kigali 62 SEMINCI

Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze

 

«Hoy es la noche de los recuerdos, recuerdo a mi marido la última vez que vinimos juntos… Este festival siempre nos ha traído suerte»

Joanna Kos-Krauze

Largometraje polaco de factura larga, proyectado en un principio por Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze, y dirigido en solitario por Joanna tras la muerte de su marido a finales de 2014.

Nace como una protesta contra el Holocausto, que también afecta a Polonia, aunque escoge otro “escenario” en el que ocurren hechos similares. Es una película sobre los orígenes de la violencia que, en esta ocasión “relata” el genocidio que se produce en Ruanda contra la minoría tutsi por parte de los hutu. Es un ejemplo de experiencia universal de la violencia, de dolor humano… y todo comienza por palabras que unos seres expresan contra otros, por el sentimiento de creerse mejores.

La película tiene un ritmo lento, doliente, con dos protagonistas femeninas: Anna, una ornitóloga holandesa, y Claudine, una tutsi, hija de un famoso ornitólogo ruandés colaborador de Anna en el estudio de los buitres. El infierno que se desata en Ruanda les pilla de lleno, y tras el asesinato de toda la familia de Claudine, consiguen huir a Polonia, donde cada una intentará huir a su modo del horror vivido… aunque continúa en sus pesadillas y en sus recuerdos… hasta que deciden volver a Ruanda, donde todo está ya más calmado, aunque imposible el olvido o el perdón…

Destacan a lo largo de la proyección escenas fijas, congeladas o desenfocadas que reflejan respuestas de la mente que se nubla ante un drama inasumible, y que estructuran la película. Es el silencio tenso del trauma, la parálisis del ser humano ante el horror… El estrés postraumático que vuelve una y otra vez.

«Es una película fraccionada, rota, que simboliza la situación de traumatismo que tiene una persona con la visión y los recuerdos fragmentados»

El film ha desatado todo tipo de reacciones en Polonia. Si bien ha sido estupendamente recibida por amplios sectores de la población, ha provocado muchas polémicas por la llamada de atención sobre el tema de la inmigración y la negativa de recibir refugiados en Polonia en el 2016.

Es una película incómoda… que trata de revolver al espectador mostrando una violencia implícita que se capta en todo momento. Es un alegato contra todo tipo de violencia en general, y por desgracia, demasiado actual.

Os dejo un tráiler:

Pilar Cañibaño

Revista Atticus