Crítica película Freedom (Freiheit) de Jan Speckenbach 62 SEMINCI

Crítica película Freedom de Jan Speckenbach

Freedom, cuyo título original es Freiheit, es la segunda película del director alemán Jan Speckenbach. El título, La Libertad, no deja lugar a dudas, es el tema que aparece a lo largo de toda la proyección. Aunque una libertad un tanto extraña y desde un punto de vista de una generación extraña, con un vacío vital y existencial, de una protagonista madura que en principio lo tiene todo… buen trabajo,  buena vivienda, un “buen” marido y dos hijos…y lo abandona todo para buscar su propia libertad, de una manera egoísta y sin pensar en nadie más. Es una huída vital, de su cotidianidad y de sí misma, que recorre diferentes escenarios, desde Viena a Bratislava.

Según el propio Jan Speckenbach, retoma el tema principal de su primera película Reported Missing, el abandono, aunque de una manera distinta.

«El vacío que uno deja tras de sí crea una necesidad de rellenarlo con sentido, un sentido que aparentemente estaba ausente cuando todo iba bien. Esta situación me parece propicia para establecer un marco dramático. No puedo decir realmente por qué me obsesiona este tema. Tenía el plan de hacer una trilogía sobre la desaparición; según eso, ésta sería la segunda entrega»

Hay que tener en cuenta que pertenece al marco alemán, muy importante en el mundo del cine. Su realización es impecable. Excelente fotografía, escenarios interiores y exteriores muy bien delimitados y ambientados. La utilización del color y la luz así como la creación, y recreación de las diferentes atmósferas es magistral. Sin embargo, la historia (por otra parte, tan profusamente utilizada) va y viene de una manera un tanto aleatoria, no sigue ningún tipo de lógica…no está bien contada…pasa constantemente, sin orden y sin previo aviso, de la realidad al sueño onírico. Aparecen hechos que no aportan nada, que no explican nada y no tienen sentido y en los que la película se detiene sin más. Y por otra parte deja interrogantes colgados, sin responder. Salta constantemente de la realidad al sueño, al marco inírico de la evocación y el recuerdo… sin motivo. Y nos confunde, sacándonos de la historia…hasta que al final conseguimos montar un puzle fílmico del que nos faltan piezas…

Sobresale también la música. A modo de leitmotiv se repite El lamento de Dido, de la ópera Dido y Eneas de Henry Purcell, cuyo tema es precisamente el abandono. La escuchamos en los momentos evocadores, oníricos, cuando los protagonistas se debaten entre la añoranza y la realidad.

La película se debate entre un hiperrealismo, muy bien interpretado por sus protagonistas, especialmente Emma (Johanna Wokalek), que llena la cámara en numerosas escenas, y la aparición de personajes en una realidad un tanto onírica, con personajes poco creíbles. Las escenas de sexo explícito están bien rodadas, muy naturales…pero sin venir a cuento y sin justificar, concediéndolas demasiada importancia, ya que son satélites de la historia principal.

Hay que destacar, y romper una lanza a favor de Jan Speckenbach en cuanto al planteamiento del tema del abandono de la familia. Hace un cambio en los papeles. Nos muestra la realidad de una sociedad que está cambiando, que tiende a la igualdad entre los sexos, que quiere llamar nuestra atención y nos hace replantearnos nuestro papel en la sociedad…

Llama la atención el cuadro de Brueguel El Viejo, La Torre de Babel, en Kunsthistorisches Museum de Viena,  con el que da comienzo la película, y la escena final, la torre de Babel, en lo alto flotando como una luna entre la niebla nocturna… y el lugar al que se dirige la protagonista…

Pilar Cañibano

Revista Atticus