Crítica película Truman de Cesc Gay

Crítica Truman de Cesc Gay
Un regalo para Darín y Cámara

Ficha
WTruman_POSTER_ESPDirector: CESC GAY
Interpretes: Julián RICARDO DARIN, Tomás JAVIER CÁMARA, Paula DOLORES FONZI, Truman TROILO, Luis EDUARD FERNÁNDEZ, Veterinario ÁLEX BRENDEMÜHL, Médico PEDRO CASABLANC, Productor JOSÉ LUIS GÓMEZ, Asesor funeraria JAVIER GUTIÉRREZ, Gloria ELVIRA MÍNGUEZ, Nico ORIOL PLA, Mujer 2 NATHALIE POZA, Mujer 1 ÀGATA ROCA, Mujer adopción SUSI SÁNCHEZ, Actor restaurante FRANCESC ORELLA, Actriz restaurante ANA GRACIA, Mónica SILVIA ABASCAL, Actriz compañía KIRA MIRÓ.
Productores: MARTA ESTEBAN, DIEGO DUBCOVSKY
Coproductores: DANIEL BURMAN, HUGO SIGMAN, ALEJANDRO GORODISCH, MATÍAS MOSTEIRÍN, AXEL KUSCHEVATZKY
Guionistas: CESC GAY, TOMÀS ARAGAY
Fotografía: ANDREU REBÉS (AEC)
Sonido ALBERT GAY, JESICA SUAREZ
Montaje PABLO BARBIERI (SAE)
Directora artística: IRENE MONTCADA
Música NICO COTA, TOTI SOLER
Casting: MIREIA JUÁREZ

Sinopsis
Julián recibe la visita inesperada de su amigo Tomás que vive en Canadá. Los dos amigos junto a Truman, su perro fiel, compartirán, a lo largo de cuatro intensos días, momentos emotivos y sorprendentes provocados por la difícil situación que está atravesando Julián.

Comentario
Me perdí la anterior película de Cesc Gay, Una pistola en cada mano, a pesar de la buena acogida que tuvo por parte de la crítica y del público. La tengo pendiente de ver en el vídeo, pero no es lo mismo que en la gran pantalla. A la nueva entrega del director y guionista catalán no podía faltar máxime después de las buenas críticas que ha obtenido y la expectación levantada tras su paso por el festival de San Sebastián.

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Julián (Ricardo Darín) es un actor argentino que radica en Madrid desde hace ya unos cuantos años. Padece un cáncer terminal. A pesar del tratamiento, su cáncer de pulmón no solo no ha remitido sino que ha invadido buena parte de su cuerpo. No quiere más visitas al hospital salvo para el suministro de las drogas necesarias para poder sobrevivir. Está separado y tiene un hijo que vive en Ámsterdam. Tomás es uno de sus mejores amigos, a parte de su favorito perro Truman. Vive en Canadá con su mujer y sus dos hijas. Es matemático y se gana la vida dando clases. Se desplazará a la capital madrileña para estar cuatro días junto a su amigo Julián. Días que pasarán recordando viejos tiempos, hablando de lo divino y humano y, sobre todo, tratando de encontrar una familia que acoja a su adorado Truman. Quienes no tenemos perro, a veces nos puede llegar a costar comprender la importancia de este vital compañero para muchas personas. Julián le cuenta todo a su fiel Truman. Y está preocupado por su devenir y porque no le ha contado, todavía, su decisión.

Este es el planteamiento básico de Truman. Una historia sencilla que gira en torno a la amistad, en un amplio sentido, pero con la muerte en un horizonte cercano. La muerte está muy presente pero no condiciona el tono de la película. Al contrario, al repasar las imágenes del dossier de prensa, lo que más abunda en ellas es la sonrisa, el buen rollo y no las lágrimas.

W13 - D. Fonzi - R Darin - J. Cámara - TRUMAN

Uno de los grandes activos de la película es la química entre los dos actores protagonistas (aunque podemos decir perfectamente entre los tres si añadimos a Troilo). Dejando a un lado al can, la química entre Darín y Cámara funciona a la perfección para proporcionar a la historia una gran dosis naturalidad que se convierte en el lubricante que hace que todo gire sin rechinar en este engranaje. Son dos polos opuestos. El papel de Julián es de un personaje que se enfrenta con valentía a su enfermedad pero que hace del egoísmo su bandera. En ese trance es difícil emitir un juicio sobre la decisión que has de tomar, pues cada uno decide acercarse a la muerte de la mejor manera posible. Magnífica es la secuencia en la que dos amigos acuden a encargar el funeral de Julián. Se produce una situación un tanto surrealista con discusión por medio de lo que pueden llegar a ocupar unas cenizas. Pero Julián no tiene en cuenta a los demás, antepone sus intereses por encima de todo. En los sucesivos encuentros con gente con la que ha tenido una relación no se calla nada y dice lo que piensa aunque, por convenciones sociales, no sea lo más adecuado. Sin embargo, Tomás encarna la generosidad. Lo evidente se plasma en que es el que paga todo lo que realizan juntos desde el mismo momento en que se baja del avión. Pero en aquello que no se ve, también es un ser desprendido. Tomás se verá sumergido en un proceso de aprendizaje al lado de Julián pues sus valores son diferentes. Ambos tienen en común la dificultad para expresar sus sentimientos.

Junto a los dos actores además de Troilo/Truman está la argentina Dolores Fonzi interpretando a la prima Paula. Pronto la veremos protagonizar una interesante Paulina de Santiago Mitre sobre abusos sexuales en la que parece que ha brillado. Aquí luce en un papel relativamente corto, con poca presencia pero notoria. A lo largo de la cinta aparecen una serie de actores con pequeñas intervenciones pero que con su presencia le dan un mayor empaque a Truman. Se trata de actores de la talla de Eduard Fernández, Pedro Casablanc, Silvia Abascal, José Luis Gómez, Elvira Mínguez, Susi Sánchez, Javier Gutiérrez, Àlex Brendemühl o Nathalie Poza.

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Gay conoce muy bien la condición humana. Hay una escena de sexo que no podía faltar en una película que nos habla de la muerte. Así se hacen presentes los mitos de Eros y Tánatos. Ambos aluden a dos cuestiones básicas en el ser humano: la vida y la muerte. Eros es el instinto de la vida, inquieto e insatisfecho. Tiende a la unión, a la vida y posibilita que el sexo sea placentero y generador de vida. No solo es la fuerza del amor erótico sino que también es un impulso creativo, la Luz primigenia responsable de la creación y el orden de todas las cosas. Por el contrario Tánatos es la personificación de la muerte sin violencia. En el psicoanálisis Eros y Tánatos son lo opuesto. Eros con la pulsión de la vida y Tánatos la pulsión de la muerte en lucha constante porque quiere abandonar la vida para volver a la quiescencia, a la tumba (Sigmund Freíd fue el principal defensor de esta tesis).

En su conjunto Truman de Cesc Gay es una película muy meritoria. Su relato nos habla de lo trágico que es saber que la muerte, ahora sí, ya te espera a la vuelta de la esquina y sin embargo, nos lo presenta con bastantes toques de humor (mucho de él negro). No necesita echar mano de la lágrima facilona, concediendo mucha importancia a los pequeños detalles. Y cuenta con dos grandes actores que encumbran a su director a cambio de haberle dado a estos, sino la el papel de su vida sí un papel en el que pueden desarrollar todo su potencial dramático.

Os dejo un tráiler:

Luisjo Cuadrado
Revista Atticus

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