Crítica de Las vidas de Grace (Short Term 12)

Siempre nos queda la esperanza, crítica de Las vidas de Grace (Short Term 12)

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Ficha
Película: Las vidas de Grace.
Título original: Short Term 12.
Interpretación: Brie Larson (Grace), John Gallagher Jr. (Mason), Kaitlyn Dever (Jayden), Rami Malek (Nate), Lakeith Lee Stanfield (Marcus), Kevin Hernandez (Luis), Melora Walters (Dra. Hendler), Stephanie Beatriz (Jessica), Lydia du Veaux (Kendra).
Dirección y guion: Destin Daniel Cretton. País: USA.
Año: 2013. Duración: 96 min. Género: Drama.
Producción: Joshua Astrachan Asher Goldstein, Maren Olson y Ron Najor.
Música: Joel P. West. Fotografía: Brett Pawlak.
Montaje: Nat Sanders. Diseño de producción: Rachel Myers.
Vestuario: Mirren Gordon-Cozier y Joy Cretton.
Distribuidoras: Good Films y La Aventura Audiovisual.
Estreno en USA: 23 Agosto 2013. Estreno en España: 25 Julio 2014.
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Sinopsis
Short Term 12 es un centro de acogida para niños menores de dieciocho años que provienen de familias conflictivas y que se encuentran en peligro de exclusión social. Hace las funciones de una casa mientras el Estado decide qué hacer con ellos. Grace (Brie Larson) es una joven cuidadora que sueña, «vive» y trabaja en el centro, casi como si fuera su propio hogar. La llegada a la institución de una adolescente con problemas de integración, Jayden (Kaitlyn Dever), hará que Grace reviva su pasado replanteándose el presente.
Comentario
La sinopsis es muy breve. Básicamente está planteado el guion en apenas cinco líneas, coincidiendo con el corto, muy galardonado, que desarrolló Destin Daniel Cretton. Cretton partió de su propia experiencia tras su paso por un centro de acogida en el que trabajó dos años en San Diego, antes de dedicarse al cine.

Short Term 12 ha sido traducida al español como Las vidas de Grace. ¿Pero quién es Grace? Grace es la protagonista del film. Es una trabajadora del centro, que convive en él, que sueña con él y que se desvive por él desde su propia experiencia. No acude allí tras aprobar una oposición o como el joven Nate (Rami Malex) que hace un alto en su carrera universitaria para «vivir nuevas experiencias con jóvenes desfavorecidos». Grace tiene un pasado con una vida llena de obstáculos que le dificulta vivir el presente. Tras la muerte de su madre, la relación con su padre le marcará esa vida. Su trabajo en Short Term 12 nace desde la propia experiencia y su generosidad para ayudar a aquellos que han vivido una situación muy próxima a la suya. Cada uno con su particularidad pero con un común denominador: el abandono emocional. Ese abandono también lo es físico. Sus progenitores no saben qué hacer con ellos, en sus mezquinas luchas priman el bienestar individual por encima de la familia desestructurada. Muchos de estos niños se encuentran en ese centro de acogida porque sus padres no pueden hacerse cargo de ellos, ya sea de forma individual (tras una ruptura de la pareja, o muerte de alguno de ellos, o ambos) o de forma conjunta. Sus padres no les dedican esa atención y ese amor que la institución tratará de darles. Y en Short Term 12 intentan que ellos sean los protagonistas, que se sientan queridos, respetados y tenidos en cuenta. Antes de seguir adelante, una de las mejores cosas que tiene esta cinta es que no cuestiona el porqué están estos adolescentes ahí «aparcados». Es un mal que tiene nuestra sociedad y no entra en valorar el porqué. Están ahí y hay que hacer algo con ellos. Mientras se resuelve su vida y hasta que alcancen los dieciocho años ahí están acogidos (recogidos).

Grace tiene una enorme virtud: empatiza con los jóvenes. Sabe escuchar y sabe cómo se sienten: son pájaros que no saben volar y se encuentran entre rejas. Están ahí para controlar su vuelo, para que no les cacen antes de ser adultos. Poco a poco Grace va dulcificando el carácter (muchas veces violento) de los chicos. Pero la llegada de Jayden pone patas a arriba su vida. Sus fantasmas se han despertado y le alborotan la cabeza. Cuanto más trata de ayudar a Jayden más intranquila se muestra.

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Grace tiene a su lado a Mason (John Gallagher Jr.). No solo comparten sus vidas, sino que también comparten sus tareas en el centro de acogida. Mason es su refugio. Es su paz, es su hogar, es su vida. Pero Grace ha sufrido mucho. Y su mente, con sus fantasmas, se ha cerrado para autoprotegerse. Vive encerrada en su drama personal y no deja que Mason entre. En casa del herrero cuchillo de palo. No lo expresan así, pero Mason se lo dice bien claro: aplícate esos consejos que cada cinco minutos das a los chicos. No hay manera. Hasta que algo sucede en las vidas de Grace y Jayden.

La película de Destin Daniel Cretton es un drama, pero el papel del humor es muy importante. Solo, con el humor, se puede sobrellevar tanta desgracia. La cinta arranca con una historia graciosa que protagoniza el propio Mason, termina con otra y en medio asistimos al goce de Grace y Mason dentro de un castillo hinchable. La risa nos entorna los ojos e impide que salgan las lágrimas. Además de hacer una película para la industria del entretenimiento, el realizador hawaiano no duda en denunciar un sistema tutelar americano carente de unas mínimas garantías de seguridad para estos jóvenes que están en un limbo social. Pone en tela de juicio la enorme burocracia (así como el amiguismo) de estos sistemas, y el cómo se premie más el título (lo aprendido) que el don personal (lo vivido).

La actuación de la pareja protagonista no puede ser más convincente. Esa cámara que se mete en sus rostros, en Brie y en John, casi nos permite adentrarnos en su mente. Vemos el miedo y las dudas de Grace. Reímos con ella en la misma medida que nos duele el alma ante la impotencia de no poder hacer nada para ayudar. Meson derrama bondad y es una auténtica fortaleza. Gran actuación de ambos. Dan ganas de abrazarlos. Y puestos a dar abrazos… a cada uno de los niños que se encuentran en la casa de acogida. Sobre todo de los actores que interpretan a Jayden (Kaitlyn Dever) y a Marcus (Lakeith Lee Stanfield). Estos dos últimos nos proporcionan dos de los mejores momentos de la película. Jayden es la joven que llega al centro con la idea «no me muestro muy sociable porque voy a estar poco tiempo ya que va a venir mi padre a buscarme». Una chica atormentada que vive un infierno. Se recluye en su afición al dibujo (contacta muy bien con Grace porque ella, además de otras cosas en común, también tiene la de el gusto por el dibujo). Y es así como le cuenta un bello (y terrible) cuento que tiene como protagonistas a un tiburón que se hace amigo de un pulpo con el único interés de irse comiendo un brazo cada vez que tiene hambre. Brillante y emotivo momento. Grace, paciente, afligida, escucha algo más que el cuento y ve en las lágrimas de Jayden un grito de auxilio. Marcus, afroamericano, es el mayor de todos, a punto de cumplir los dieciocho, tiene miedo de salir del centro. Su madre le abandonó. Marcus le dedica un rap cuya interpretación simplemente te sobrecoge y te desgarra el alma.

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Otro de los logros de Las vidas de Grace es el guion. Consigue que un tema tan peliagudo resulte sino amable, sí verídico, creíble. Nos vamos metiendo, poco a poco, en la historia de la misma manera que su autor nos va proporcionando la información sobre la vida de los protagonistas. Está contada de forma intimista, con abundancia de diálogos brillantes. Cretton crea un círculo. Salimos detrás de Sammy al principio y al final, mientras acabamos de escuchar el nexo de unión: una historia protagonizada por gente del centro de acogida. Curiosamente al final no alcanzamos a Sammy, pequeño pelirrojo, como si eso no tuviera importancia, sino que lo importante fuera el compartir con él, niño frágil, la carrera, compartir el juego, compartir una vida de mierda que le han regalado, compartir, en definitiva, una vida que a él se le ha negado y que se ha convertido en un muñeco roto bajo el auspicio del estado americano. No puede terminar mejor la película que con esa inmejorable metáfora: Sammy con una bandera americana al cuello (al más puro estilo Superman) intenta escapar del centro.

El director Destin Daniel Cretton en la presentación de su película en la pasada SEMINCI. Foto: Chuchi Guerra
El director Destin Daniel Cretton en la presentación de su película en la pasada SEMINCI. Foto: Chuchi Guerra

La fotografía está muy cuidada, al igual que sucede con la música. Joel P. West logra que la banda sonora sea efectiva y consiga una integración perfecta, armoniosa, con temas suaves, y evocadores, que suma en vez de restar.

Las vidas de Grace es una conmovedora historia contada con gran acierto, de forma intimista, natural e inteligente, que hurga en las heridas con decisión, que plantea interrogantes y que no trata de adoctrinar. Si esto no les convence, hay más. Las vidas de Grace es un buen ejemplo de lo que se puede denominar cine de autor, en este caso representante del cine indie independiente americano (cuesta creer que esta película nazca a pocos kilómetros de Hollywood), y también lo es del cine que se proyecta en la SEMINCI de Valladolid. Vi esta película hace nueve meses. Apenas puede hacer una breve reseña (durante el festival la semana son apenas unas horas). Pero Short Term 12, Grace, se quedó en mi cabeza. Ahora, con mucho más tiempo, la vida de Grace cobra vida y me ha inspirado para hacer este comentario, mucho más reflexivo que aquel otro. La película ha tenido un largo recorrido. Estos son algunos de los reconocimientos: Mejor film independiente del 2013 según la National Board of Review. Premio del público en la SEMINCI de Valladolid y en Atenas, Just Film Award a la mejor película del Festival de Tallinn, Virtuoso Award del Festival de Santa Bárbara y cuádruple reconocimiento en el Festival de Locarno. Independent Spirit Award al mejor montaje, Chlotrudis y Gotham Award a la mejor actriz y nominación al Satellite Award a la mejor canción para el tema (el rap sobrecogedor)  So You Know What It’s Like. Vayan al cine, es una buena manera de vivir otras vidas. La vida de Grace merece ser contada y está llena de esperanza. Magnífica.

En la SEMINCI

Un trailer:
http://youtu.be/-l-M2AZ3Oqk

El temazo (en ingles) So You Know What It’s Like

 

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus

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