The artist, una propuesta vitalista y seductora

The artist, una propuesta vitalista y seductora

Ficha:
Título V.O.: The Artist
Año de producción: 2011
Distribuidora: Barton Films
Género: Drama
Clasificación: Todos los públicos
Estreno: 16 de diciembre de 2011
Director: Michel Hazanavicius
Guión: Michel Hazanavicius
Música: Ludovic Bource
Fotografía: Guillaume Schiffman
Intérpretes: John Goodman (Al Zimmer), James Cromwell (Clifton), Ed Lauter (El mayordomo), Penelope Ann Miller (Doris), Missi Pyle (Constance), Jean Dujardin (George Valentin), Bérénice Bejo (Peppy Miller), Beth Grant (Criada de Peppy), Bitsie Tulloch (Norma)

 

Sinopsis
Estamos en el año 1927 un momento transcendental en la industria del séptimo arte cuando se produce la evolución del cine mudo al sonoro. George Valentin (Jean Dujardin) es un actor de cine mudo, la estrella del momento en Hollywood. Su carrera cinematográfica se ve seriamente comprometida ante la llegada del cine sonoro. George se enamora de una joven aspirante a actriz, que acaba de aterrizar en California, que con un gran desparpajo se hace un hueco en una de sus películas. Se trata de Peppy Miller (Bérénice Bejo). Poco a poco su popularidad irá en aumento en la misma medida que decae la estrella de George. Miller sabrá adaptarse al nuevo formato, mientras que el apuesto George se queda anclado en sus cintas mudas.

 

Comentario
¿Cine en blanco y negro y mudo? ¿En plena era de la experimentación de la tercera dimensión en la gran pantalla? Eso es lo que es la cinta de Michel Hazanavicius y que constituye una apuesta arriesgadísima. The artist es una película muda, en blanco y negro, y que imita la narrativa del cine de la época (sustituyendo los diálogos y la voz en off por intertítulos).

The artist es una gran película. Más de uno le llevará a reflexionar. Para que una cinta funcione solo hace falta una buena historia creada con pulcritud. No hace falta ni efectos especiales, ni acción trepidante.
The artist narra una historia de amor. Pero también otras muchas cosas. George se enamora (hasta las trancas, por emplear una lenguaje actual) de su compañera meritoria en una de sus películas. Fue un flechazo a simple vista. Pero George está casado. A raíz de ese encuentro sus carreras seguirán rumbos dispares. Durante un tiempo el galán se mantendrá en la cumbre con sus exitosas películas. Peppy irán subiendo en el escalafón del reparto hasta figurar en primera posición del mismo.
Pero también The artist cuenta la llegada del sonido al cine y de los grandes cambios que esto supuso para la industria hollywoodiense. Esto hizo que las grandes estrellas cayerán en el olvido y que el star system ahogara su glamour en alcohol y drogas. Adaptarse o morir. Esto es lo que debía de pensar Peppy, mientras que el orgullo de George le impedía ver más allá de sus cintas.

The artist es un homenaje al cine americano clásico tanto en su vertiente muda como sonora. Durante toda la cinta hay claras referencias y homenajes a personajes como el de Rodolfo Valentino o Fred Astaire o escenas de películas como El crepúsculo de los dioses, Ciudadano Kane o Vértigo. The artist bebe de muchas fuentes clásicas. Y seguro que a los estudiosos del cien les da mucho juego esta película.

La pareja protagonista formada por Jean Dujardin y Bérénice Bejo está espléndida. Viendo sus rostros en la pantalla te quedas embelesado. Sus ojos, sus grandes gestos (necesarios en el cine mudo) y hasta su guapura que hipnotiza, todo funciona. Él encarna al rey, a la estrella del cine mudo. Es vitalista, seductor, galán, elegante y es arriesgado cuando decide financiar su propia película para alargar su buena vida. Ella es desvergonzada, seductora, encantadora, guapa a rabiar, tierna delicada y fiel a su corazón. Es la estrella emergente frente al astro decadente.

En The artist han cuidado hasta el más mínimo detalle. Estupenda fotografía y banda sonora que es el motor de la narración. Adaptación de los títulos de crédito y rótulos a la estética del cine mudo y, por supuesto, el formato de 4:3 (hace que la pantalla sea más corta) que nos ayuda a sumergirnos en un mundo en blanco y negro, sin sonido, que hace que olvidemos la industria actual.

 

Destaco una secuencia, para mí, inolvidable. Cuando Peppy entra en el camerino de George y en su ausencia empieza a coquetear con su traje que está colgada en una percha. Es una imagen muy sensual, a la vez dulce y triste que parece que el propio traje acaricia a la joven. Bello y evocador. Muy bien conseguido.

En definitiva, fui al cine con ciertos recelos y salí encantado de haber visto The artist. En algún momento notas algún altibajo que otro pero la propuesta supo llegar al alma de los personajes y me ayudó a llegar a su razón, a su orgullo, a su amor, a su emoción, a sus risas y a sus llantos. Curiosamente, a la hora de recordar escenas para la realización de este comentario, mi cabeza está poblada de voces y diálogos.
¡Vayan al cine!

 

 

Más información

http://www.altafilms.com/site/sinopsis/the_artist

Un vídeo

Luisjo Cuadrado

2 Comments
  1. Interesante artículo para una no menos interesante película que nos delita introduciéndonos en esos recuerdos de cine clásico ya histórico del mudo en su transición al sonido. Una vez más,gracias a la ya «nuestra» revista Atticus, nos podemos ilustrar de tanta experiencia cultural como ansia tenemos muchos de adquirirla. Espero también con expectación e inquietud, la esperada aparición del número 3 en papel, pues , no se si por nostalgia o deformación del pasado, prefiero tocar con mis manos las interesantes joyas culturales que encierran sus páginas…manías que uno tiene.

  2. Que fotos más bonitas cargadas de historia,el blanco y negro sigue manteniendo ese especial romanticismo que para mi gusto el color no consigue en las grandes pantallas.

    Un beso.

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