Ugolino

Ugolino orsayConfieso que nada sabía de este personaje, Ugolino, antes de ponerme a trabajar sobre la escultura en el Museo de Orsay (Objeto de artículo en el próximo Revista Atticus 9). Pero la inspiración es lo que tiene y las musas son caprichosas y por más que me empeñara en volver al museo, la  historia de Ugolino no se me iba de la cabeza. Y así os la cuento.

 El grupo escultórico Ugolino está basado en una de las historias más terribles que Dante Alighieri (1265 – 1321) narrara en su obra La Divina Comedia en el canto XXXIII.

Ugolino della Gherardesca fue un histórico personaje que vivió entre los años 1220 a 1289. Conde de Donoratico y comandante naval de la ciudad italiana de Pisa. Su familia era la principal casa gibelina de la gran potencia marítima. Sin embargo el se decantó más por los güelfos. Los güelfos abogaban por el poder de la iglesia Católica, mientras que los gibelinos eran partidarios de que la Iglesia se sometiera al poder del Emperador. Ambos grupos tuvieron constantes encontronazos en la zona de la toscana en Italia (Florencia, Pisa, Lucca, Siena).

Ugolino casó a su hermana con un güelfo, Giovanni Visconti, lo que va a provocar las sospechas de una alianza entre ambos bandos. Por este motivo Ugolino va a ser desterrado por el gobierno de Pisa.

Una serie de sucesos y alianzas con ciudades enemigas de Pisa le devuelven sus honores convirtiéndose en uno de los hombres más influyentes de Pisa. Fue nombrado podestá y capitano del popolo. Sin embargo empezaron los conflictos con su sobrino Nino Visconti (hijo de Giovanni) lo que permite al obispo Ruggieri degli Ubaldini a erigirse como nuevo líder de los gibelinos obligando a ambos (tío y sobrino) a marcharse de la ciudad. Acusado de traición por no someterse al obispo, Ugolino fue capturado en julio de 1288 junto con sus hijos Gaddo y Uguccione y sus nietos Nino y Andelmuccio. Se les encerró en la torre Mida y allí pasaron nueves meses hasta que murieron de hambre.WGrabado de Dore sobre Ugolino

El conde Ugolino debe su fama a Dante quien relata como fue conducido al Infierno por Virgilio y allí puedo entrevistarse con Ugolino que le narra el terrible castigo a que fue sometido. Según cuenta la leyenda, Ugolino habría sucumbido después de haberse comido a sus hijos y sus nietos encerrados junto a él.

Así narró Dante este luctuoso episodio:

Cuando un rayo de sol ya estaba entrando
en la cárcel, mi aspecto suponía
por los cuatro que estaba contemplando;

por el dolor, las manos me mordía;
y ellos así me hablaron, pues movido
por el hambre creyeron que lo hacía:

«Menos nos dolerá, padre querido,
si nos comes; de carne nos vestiste
y puedes desnudar lo que has vestido».

Por no apenarlos me calmaba, triste;
un día y otro mudos estuvimos.
«¡Ay!, ¿por qué, cruel tierra no te abriste?»

Así hasta el día cuarto transcurrimos,
y a mi pies Gado se arrojó gritando:
«¡Oh, padre, ayúdanos porque morimos!».

Allí murió; como me estás mirando,
a los tres vi morir, uno por uno,
entre el quinto y es sexto, y delirando

y ciego ya, cuando tocaba a alguno
de los cuatro, aunque muerto, le llamaba;
después, más que el dolor pudo el ayuno.

 Ugolino, en palabras de Dante debió expresar que el hambre pudo más que el dolor. Frase ambigua que da a entender que el conde murió de hambre antes que de pena, pero la interpretación popular dice que Ugolino acabo comiéndose los cuerpos de sus hijos y nietos. Así pasó a la historia como “el Conde Caníbal”. En algunas representaciones se le puede ver mordiéndose sus dedos de sus propias manos.

Estudios Jean Baptiste Carpeaux (1827-1875), escultor y pintor francés, trabajó en su Ugolino en 1958 cuando se encontraba en Roma en Villa Médicis. Es mas que notoria la influencia del grupo helenístico Laooconte y la de Miguel Ángel (uno de sus maestros más admirados). A su vez este grupo sirvió como modelo para que Auguste Rodin realizara su famoso Pensador. Las similitudes son más que manifiestas en la pose de Ugolino. También el propio Rodin se inspiró en la leyenda de Ugolino para realizar su grupo escultórico veinte años más tarde (una obra en yeso se encuentra en su museo casa de París) con un resultado plástico bien distinto.

 Carpeaux realiza una composición dramática, en forma piramidal, en la que la carne de los hijos sostiene el propio cuerpo del personaje. El escultor capta perfectamente la angustia de Ugolino que no solo se muerde las uñas sino que se muerde su propia carne ante la desesperación. Sus ojos están hundidos, los surcos de la frente crean tensión y dramatismo junto con la mirada perdida allá en el suelo. Es un rostro demudado y con una expresión crispada que muestran la soledad, la desesperación, la rabia y la impotencia del héroe trágico.

 Ugolino tiene todos los músculos en tensión. Su pie se apoya en el otro pie mientras que sus dos hijos se aferran el cuerpo de su padre mostrando, también, su desesperación. Uno de ellos implora a su progenitor que cumpla sus deseos y que sea él el primero. El otro parece esconder la cabeza entre el torso y los brazos de su padre quién parece acogerle en su seno. Entre ellos, los otros dos jóvenes, nietos de Ugolino, empiezan a mostrar los síntomas de inanición: uno está a punto de desfallecer y apenas se sostiene y el otro ya se encuentra yacente, sin apenas sentido, a los pies de su abuelo. Mientras que sus padres muestran un cuerpo atlético, tenso, estos cuerpos jóvenes son fláccidos, blandos, lo que hace pensar que ya están moribundos.

  Luisjo

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