La invención de Hugo. Otra vuelta de tuerca a la magia del cine

La invención de Hugo. Otra vuelta de tuerca a la magia del cine

Ficha

Película en 3D y 2D: La invención de Hugo.

Título original: Hugo. AKA: The invention of Hugo Cabret.

Dirección: Martin Scorsese.

País: USA. Año: 2011. Duración: 128 min.

Género: Aventuras, fantástico.

Interpretación: Asa Butterfield (Hugo Cabret), Chloë Grace Moretz (Isabelle), Ben Kingsley (Georges Méliès), Sacha Baron Cohen (inspector de estación), Jude Law  (padre de Hugo), Christopher Lee (Sr. Labisse), Richard Griffiths (Sr. Frick), Ray Winstone (tío Claude), Emily Mortimer (Lisette), Frances de la Tour (Sra. Emilie).

Guion: John Logan; basado en el libro “La invención de Hugo Cabret”, de Brian Selznick.

Producción: Johnny Depp, Tim Headington, Graham King y Martin Scorsese.

Música: Howard Shore.

Distribuidora: Paramount Pictures Spain.

Estreno en USA: 23 Noviembre 2011.

Estreno en España: 24 Febrero 2012.

Calificación por edades: Apta para todos los públicos.

Sinopsis

La invención de Hugo es la historia de un niño huérfano, hijo de un relojero, que se tiene que buscar la vida entre los entresijos de una estación de tren. Allí es donde su tío, también relojero, tiene el trabajo de mantener en funcionamiento todos los relojes, pero le dedica su tiempo a la bebida. Hugo se encargará de tener todo a punto, en hora, pero nadie sabe de su existencia. Tendrá que hacer alardes para mantenerse oculto, mientras intenta desvelar el secreto que le dejo su padre. En el transcurso de este cometido conocerá a una niña, Isabelle, con la cual inicia una aventura.

Comentario

Cada película que ves se convierte en una experiencia personal. Todavía me estoy acordando de cuando asistí, hace años (ya demasiados) a la proyección del estreno de La Guerra de la Galaxias en pantalla panorámica y con todos los nuevos adelantos técnicos. Para mí fue un horror. Solo vi en la pantalla una muela: la mía; me estaba volviendo loco con el dolor. Así que esa película, para mí, resultó ser la peor de cuantas he visto. Dicho lo cual… La invención de Hugo es… ¡fantástica!

Antes de nada, recomiendo el ver la película en formato 3D. Es una película creada para este formato y eso se nota.

Hugo (Asa Butterfield) es un muchacho sensible, resuelto, inteligente lleno de vitalidad. Es un experto en arreglar cosas. Se ha quedado huérfano y busca en sitio en la vida. Su tío lo salva del orfanato y esta pesadilla le persigue a lo largo de la película. Diversos peligros le acecharán. Uno de ellos en forma de un policía malvado, jefe de la estación (Sacha Baron Cohen), que se hace acompañar de un fiero perro en su misión de vigilancia: que no haya niños huérfanos por la estación que roben a los pasajeros. El padre de Hugo (Jude Law), como única herencia, le dejó un autómata que, cuando funcionaba, llegaba a escribir. El niño tratará por todos los medios dar vida a ese robot. En su aventura se verá acompañada de una niña, Isabelle (Chloë Grace Moretz) quién le acercará al hogar que tanto ansía Hugo. Georges (Ben Kingsley) tiene un pasado brillante pero el destino lo ha convertido en un huraño restaurador de juguetes con un comercio en la estación de tren en Montparnasse, París. Hugo se siente atraído por la tienda de Georges ya que tiene muchos cachivaches que a él le vendrían muy bien en su labor de reparar al autómata. Al final, Georges y Hugo descubrirán que tienen muchas cosas en común.

El arranque de la película es prodigioso. Un plano aéreo sobrevuela París en los años treinta. Poco a poco desciende para colarse en la estación y pasar, a toda velocidad, entre los vagones, sorteando pasajeros y acompañantes, hasta detenerse en el hall principal. Con el 3D la sensación es la de estar dentro, no de la pantalla, si no de la estación. La magia del cine aparece gracias a esas poderosas y bellas imágenes que recrean una época y nos sumergen en un ambiente onírico (los viajeros son de naturaleza soñadores; a los que se van hay que añadir los que llegan a París).

La trama principal deja paso a otra con el nacimiento del cine como fantasía, como una atracción de feria., con un director protagonista: Georges Méliès. Es entonces cuando El viaje a la luna sustituye a La invención de Hugo en la pantalla. Asistimos a los albores del cine con un Méliès que destacó como pionero de los efectos especiales en su empeño por transmitir al espectador la magia del cine. También asistimos a su decadencia, a su olvido, a su reclusión en la tiende de juguetes de la estación ferroviaria (hasta el casting se ha buscado a un actor –con su caracterización- que se pareciese lo más posible a Méliès).

Martín Scorsese ha sabido crear un film donde combina una fábula infantil con una declaración de amor al cine. Una gran invitación a un mundo visual maravilloso donde se da otra vuelta de tuerca, con la utilización del 3D que nos envuelve con su fantasía, en busca de la magia

En esta ocasión no nos tenemos que apartar de las butacas ante la llegada de ese tren que tanto asustó a los primeros espectadores del cinematógrafo. Pero si que estaremos tentados a coger una de esas hojas ilustradas que revolotean por la habitación y que más bien pareciera que lo hacen por la sala del cine.

Martín Scorsese en su búsqueda de la magia ha dejado muchos cabos suelto o pequeños errores  “menores”. Una de las más llamativas es que abusa mucho de la casualidad. Es muy causal que la niña que se hace amiga de Hugo  viva con Georges Méliès, que ella tenga la llave, que el autómata hubiera sido de él, etc.

Una brillante banda sonora de Howard Shore; un buen trabajo de los actores, sobre todo los infantiles, y unos grandes alardes técnicos contribuyen a un buen resultado final en La invención de Hugo.

La cinta supone un viaje contemporáneo dónde está muy presente la literatura (basada en la obra de La invención de Hugo Cabret, escrito por Brian Selznick y con continuas referencias a grandes clásicos) y dónde aprendemos a ver cine. En definitiva con La invención de Hugo asistimos al nacimiento del cine, magia deslumbrante de la mano de Georges Méliès, pero con La invención de Hugo nos sumergimos en la fantástica magia del nacimiento del 3D. He sentido la necesidad de retirar mi cabeza ante las fauces abiertas del dóberman. Y eso es… magia. El director se ha convertido en un virtuoso ilusionista. Estamos ante el pasado y futuro de una industria en horas bajas.

Hace décadas solo vi mi muela en la pantalla. Hoy no sé si la vería, pero a buen seguro, con el formato 3D, que casi me la podría arrancar de cuajo, olvidarme de la caries y dedicarme a ver la película. Vayan al cine.

Un trailer:

 

 Luisjo Cuadrado

 

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