Intocable. El triunfo de un argumento clásico

Intocable. El triunfo de un argumento clásico

Ficha

Película: Intocable.

Título original: Intouchables.

Dirección y guion: Eric Toledano y Olivier Nakache.

País: Francia. Año: 2011. Duración: 115 min.

Género: Comedia dramática.

Interpretación: François Cluzet (Philippe), Omar Sy (Driss), Audrey Fleurot (Magalie),

Anne Le Ny (Yvonne), Clotilde Mollet (Marcelle), Alba Gaïa Bellugi (Elisa),

Cyril Mendy (Adama), Christian Ameri (Albert).

Producción: Nicolas Duval-Adassovsky, Laurent Zeitoun y Yann Zenou.

Música: Ludovico Einaudi. Fotografía: Mathieu Vadepied.

Montaje: Dorian Rigal-Ansous. Vestuario: Isabelle Pannetier.

Distribuidora: A Contracorriente Films.

Estreno en Francia: 2 Noviembre 2011.

Estreno en España: 9 Marzo 2012.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años.

 

Sinopsis

Philippe millonario, tetrapléjico, vive en un lujoso barrio parisino y busca asistente. A la entrevista de trabajo acude Driss de origen senegalés más preocupado de sellar la cartilla y poder seguir cobrando el subsidio del paro, que de alcanzar el puesto ofertado. Driss no tiene preparación pero Philippe ve algo en él que le “cautiva” y puede que sea la persona que busca para que no le trate con conmiseración.

Comentario

Intocable la película de los directores Eric Toledano y Olivier Nakache nos presenta una historia llena de contrastes. Se mire por donde se mire, a cada cosa o tema o punto de vista tiene su contrario: pobre/rico, hortera/exquisito, negro/blanco, atleta/tetrapléjico. Dos clases, dos culturas. El mayor contraste se da entre los dos protagonistas, pero no es el único.

Philippe (François Cluzet) lo tenía todo. También tenía el dolor de ver como se consumía su mujer. Esto lo llevo a buscar prácticas deportivas de riesgo para soltar toda la adrenalina posible y escapar del sufrimiento ajeno. Al final se ve postrado en una silla de ruedas. Es rico, muy rico, culto, inteligente, exquisito en sus gustos, amante de la ópera, de la música, de los coches de lujo (Maserati Quattroponte), y de los huevos Fabergé (sinónimo del máximo refinamiento, solo se crearon 57 ejemplares y uno de ellos puede alcanzar los 18 millones de dólares en el mercado). La entrevista de trabajo la lleva a cabo en un lujoso salón de su palacio en el centro de París.

Frente a él, Driss (Omar Sy) un negrazo, de origen senegalés, lleno de arrojo, descarado, alegre, algo inculto, gamberro, guasón que rechaza todo tipo de convencionalismo. Su mayor virtud es que ve a Philippe como a una persona, como a una más de las que rodean su vida.

La película funciona casi a la perfección. Es muy fácil hacer una película que triunfe. Una de las recetas (voy a desvelar uno de los mayores secretos de la industria cinematográfica) es la realización de un buen guión bajo el argumento clásico del tipo: «Chico conoce a chica. Chico se enamora de chica. Chico y chica deciden estar/vivir juntos. Surgen problemas y chico y chica se separan. Se añoran y tratarán de volver a estar juntos». Así de sencillo.

Esta fórmula mágica de guión hay que adaptarla para que el chico se llame Driss, para que la chica sea el personaje de Philippe y para que la relación entre ellos no sea la de un amor físico, sino sea la de un flechazo entre dos personas que se puedan llegar a complementar de tal forma que se vuelva casi inseparables.

Intocable arranca con una secuencia a gran velocidad que rápidamente nos atrapa por su desenlace. Si a esto añadimos una buena banda sonora (de esas que se aprecian pero no molestan) con una buena canción en el punto medio de la película (sublime Boogie wonderland de Earth Wind and Fire) el éxito está casi asegurado al 90%. Es bastante conveniente que uno de los personajes padezca o sufra algún tipo circunstancia que nos toque la fibra de forma directa. Y ya está, eh voilà que diría un francés. Así es como tenemos una película de éxito, casi de culto. Pero no debe de ser fácil esto. Y si no, basta echar un vistazo a nuestra cartelera del año pasado para ver qué película se alzó con la taquilla (una de la saga Torrente). Habrá que preguntarles a los franceses cómo lo hacen para conseguir que Intocable supere los 30 millones de espectadores. Y me da que esto no es cosa de la casualidad. Recientes éxitos avalan el éxito del cine francés con películas como The Artist, La cena de los idiotas, Bienvenidos al norte o, incluso, Pequeñas mentiras sin importancia (en la que trabaja el propio François Cluzet).

La cinta tiene mucho humor negro, irreverente, pero muy sano. Hoy, donde lo políticamente correcto está presente en cada uno de sus actos, hacer una película de este tipo es atrevido, arriesgado. Mezclar negro, inmigrante, tetrapléjico y salir airoso, uf, tiene mucho mérito. Los directores no han recurrido a la sensiblería, a la lágrima fácil, para narrar la fortuna que supone tener a nuestro lado una persona que te cambie por completo y haga posible una vida mejor. Ahí radica el éxito de Intocable: en ser una película que se abre paso al corazón sin que nada la detenga. Hay un planteamiento honesto en el tratamiento de los temas. Los tratan con valentía, sin artificios, sin tapujos. Se ríen de la ópera (magnífica escena: aguantar cuatro horas de función y encima en alemán), se ríen de cómo Driss es capaz de verter té caliente sobre las piernas de Philippe (y, con ello, toda la sala) o hasta hacen un chiste sobre los tetrapléjicos:

— ¿Dónde puedes encontrar un tetrapléjico?

— No lo sé.

— Allí, donde lo dejaste.

El fruto que arroja esa fórmula basada en un guión casi perfecto, muy trabajado con frases ingeniosas y punzantes, es una película divertida, alegre, esperanzadora, llena de vitalidad y de cierto optimismo. Estoy convencido de que esta película dentro de unos años ganará peso y será diseccionada como un modelo de película que conjuga a la perfección (entre otras cosas) el drama y la comedia. Es una película optimista, que nos contagia, vitalista y que nos transmite alegría y esperanza. Por otro lado, no da tanto juego para un coloquio como por ejemplo La cena de los idiotas o la ya también mencionada Pequeñas mentiras sin importancia (reconozco cierta debilidad por esta cinta) por la sencilla razón de que es más fácil identificarnos con los protagonistas de estas dos películas que con el dúo Philippe/Dris.

Algún dato demoledor: más de treinta millones de espectadores; Omar Sy se llevó el César arrebatándoselo al mismísimo Jean Dujardin; la película Intocable ha sido nombrada como mejor evento cultural del año 2011 en Francia.

Por último, la historia está basada en un hecho real. Está recogida en un libro homónimo que salió al mercado hace ahora once años, publicado por Anagrama. Philippe Pozzo di Biorgo un empresario de 63 años es el autor. Se quedó tetrapléjico en 1993 y narra su relación con  Abdel Yasmin Sellou, su cuidador senegalés procedente de un arrabal parisino. Dicen aquellos que han leído el libro que es más duro que la película. Curiosamente la relación con su cuidador no tiene tanta importancia en el libro, y apenas ocupa un capítulo. Ya tenemos otro libro/film para la discusión. Vayan al cine. En esta ocasión les invito para que descubran porqué los dos protagonistas son intocables.

Os dejo un tráiler

http://youtu.be/Bgz6RRJ1n4w

Y también el enlace a dos películas de las que menciono y que, en su día, comenté:

 

Pequeñas mentiras sin importancia

The Artist

 Luisjo Cuadrado

 

 

1 Comment
  1. es una excelente pelicula, me hizo reir bastante ,nos enseña muchas cosas
    le agradesco ami maestra por haberme enseñado esta pelicula que fue como tema para un trabajo de ingles fue muy valiosa verla nunk habia visto algo asii es muy divertida y nos enseña .

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