Con las mujeres haitianas

Con las mujeres haitianas por Francisco Puñal Suárez

En octubre de 2017 tuve la oportunidad de conocer personalmente en A Coruña a la artista plástica María Peña Coto (Oviedo -1989), al ganar el primer premio por la mejor serie fotográfica en la XIV edición de “Viaxarte”, concurso que organiza la Concejalía de Participación e Innovación Democrática, de ese ayuntamiento gallego.

“Viajar, para mi, es acercarme a las personas y a las culturas. Mi mirada es de aproximación a un modo de vivir, y sus dificultades. Me gusta viajar con una implicación, hablar con la gente local, y adentrarme en cómo desarrollan su vida” –me expresó María en aquella ocasión.

He seguido de cerca la trayectoria de esta joven que obtuvo el Premio Asturias Joven de Artes Plásticas 2016, gracias a “su esfuerzo por labrarse una trayectoria profesional, la coherencia de sus líneas de trabajo y la capacidad para involucrarse en los distintos entornos en los que ha desarrollado sus proyectos”. La obra de María abarca múltiples facetas de las bellas artes: pintura, escultura, instalación, y fotografía.

Ella es una viajera incansable, casi toda su obra la ha desarrollado en el exterior, y esa vida nómada ha influido en su devenir artístico. Ha realizado ya once exposiciones personales, y ha participado en trece colectivas. Esta artista autónoma tiene una gran implicación en proyectos sociales que ha desarrollado en Haití; Sao Paulo, Brasil; Formosa, Argentina, en Cañada Real, Madrid; con diferentes actividades artísticas y culturales, para mejorar la autoconfianza de los jóvenes y acercarles el arte como medio alternativo para expresarse, comunicar y divertirse.

María Peña Coto es licenciada en Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid (2007 – 2013); en ese mismo centro de altos estudios hizo un Máster en Cooperación Internacional para el Desarrollo (2013 – 2014), y completó estudios en la Escuela de Comunicación y Artes Visuales de la Universidad de Sao Paulo. (Beca Iberoamericana del Banco Santander 2011) y en The University of Arts of London, Beca Erasmus.

Londres 2012. María, junto a la arquitecta Natalia Blay Varó, ha realizado recientemente, del 8 de marzo al 14 de abril, un nuevo viaje, esta vez a Haití, que con el apoyo logístico de Roger Lefort, neurocientífico haitiano que reside en EEUU, y otras organizaciones “nos permitió movernos desde el inicio con gente local, lo cual supuso una inmersión mucho más completa en diversos sectores sociales del país. Desde grandes empresarios, políticos o personal institucional, a personas que viven en las montañas sin luz ni agua corriente, que trabaja en los mercados del río donde se mueve casi todo el comercio en Haití”.

Revista Atticus: ¿Qué propósito tenía ese viaje? María Peña Coto: Poner en marcha ReplanteART, un proyecto de desarrollo comunitario que tiene el objetivo de dar un impulso a la economía local de las mujeres de una zona muy rural al norte del país, l’Acul. Adaptamos nuestra propuesta a sus necesidades y pusimos en marcha una serie de talleres para mejorar su producción. Principalmente trabajamos con bisutería, desarrollando y formando en nuevas técnicas para mejorar sus diseños. Preparando estos talleres, en seguida nos dimos cuenta de lo complicado que resulta en Haití encontrar ciertos materiales, así que por las mañanas salíamos en coche a buscarlos por las poblaciones cercanas, y a ubicar dónde conseguirlos para que al irnos ellas mismas los pudieran reponer. Un material accesible era el papel, así que elaboramos un método que hace que este parezca cuero al trabajarlo con cola y barniz.

Con esta técnica y contagiadas de la estética haitiana sacamos una línea muy caribeña con la que queremos acercar su trabajo a un mercado profesional y a una venta a mayor escala. Para lograrlo aprovechábamos esos viajes en búsqueda de materiales y recursos para establecer contactos, que nos pudieran servir de apoyo. Así conseguimos el primer encargo de una tienda que distribuye en Haití y en EEUU. Otra línea de trabajo que planteamos es la de desarrollar una marca para el producto estrella de la zona, el café de las montañas haitianas. Un café muy especial, al que apenas logran dar salida comercial. Organizamos un par de talleres para decidir las líneas principales de la marca: el nombre, los colores, formas y elementos identitarios que les definan. Allí recogimos toda esa información y ahora, desde la distancia estamos avanzando en los bocetos de un logo e imagen corporativa del café, para lanzar pronto la marca y establecer conexiones con tiendas en Haití y España.

Esta publicación sobre con las mujeres haitianas por Francisco Puñal Suárez esta publicado en Revista Atticus 37

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Francisco Puñal Suárez

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