A susurros. Nueva exposición de Jorge Adrados en el Palacio Pimentel, Valladolid

Jorge Adrados en la Sala Teresa Ortega del Palacio Pimentel de Valladolid

El gesto creativo de Jorge Adrados nace de un conjunto de luminosos torbellinos de color que paso a paso, veladura tras veladura, se va apaciguando. Espacio y serenidad, armonía en equilibrio horizontal que, como nuestra visión, tiene la forma de una ligera elipse, sin contornos, y se arquea en una franja huidiza de tonos iridiscentes.

Blanca García Vega

Catedrática de Historia del Arte

El maldito Covid-19 lo ha impregnado todo. Todo está mediatizado por este virus. Y nuestra vida está condicionada a él. El mundo se paró, pero debemos, entre todos, tirar de él para que coja carrerilla y que empiece a girar de nuevo. Esos sí, con las debidas reservas, medidas higiénicas y precauciones sanitarias para que no se extienda y nos permita volver a realizar una vida «normal».

Esta exposición que podéis contemplar en la Sala Teresa Ortega del Palacio Pimentel, sede de la Diputación de Valladolid, estaba programada hace tiempo. Ahora ha habido que reajustar los tiempos. Pero al fin, se ha podido llevar a cabo. Con ella se arranca la programación cultural. A susurros permanecerá abierta hasta el 6 de septiembre de 2020.

Son tiempos oscuros en los que necesitamos echar mano al color para poder llenar nuestra vida de la ilusión y alegría que suele asociarse a la presencia del color. Necesitamos estos arcos iris en forma de lienzo que nos presenta Jorge Adrados.

La riqueza de la paleta de Adrados (verde viridiano, color siena en sus diversas variaciones, toda la gama posible de azules —cobalto, marino, índigo, azul Prusia—, y toda una serie de rojos, bermellones…) es un reflejo de su alma de artista llena de ricos matices. Los vibrantes colores a medio camino entre la fluorescencia y la evanescencia. Unos colores dejan paso a otros y en este proceso se funden creando un colorido único. Un mundo onírico sin figuraciones, pero con la medida humana presente. Una abstracción lírica y muy colorista. Jorge Adrados ha sabido transmitir a sus obras ese estadio interior, esa calma y silencio del que se rodea para poder conseguir una gran armonía en sus obras.

Luisjo Cuadrado

fotografías: Chuchi Guerra

Revista Atticus