Crítica serie TV – Guerra y Paz

Series de TV en tiempos de coronavirus

Guerra y paz

            Si eres un obsesivo de los que dice que siempre es mejor la novela que la película. Si no escuchas entre líneas de guion. Si no entiendes el lenguaje audiovisual. O si no sabes lo grande que es saber seguir el hilo conductor de una obra tan enorme en todos los sentidos como es Guerra y paz o lo realmente vasta que era la cultura rusa del siglo XIX:

Entonces no veas esta serie.

No vas a comprender lo desmesuradamente grande que es la labor de guion, ni lo embebido que está el escritor de la biblia de esta serie de la Literatura Rusa, donde vemos además de a Tolstoi, qué menos, a Pushkin, a Dostoievski o a Pasternak con pinceladas que el director enmarca perfectamente en planos propios sin olvidar algunos de los que ya nos puso en imágenes el gran King Vidor en los años cincuenta donde lo peor fue la elección de los actores, cosa que aquí no pasa porque Paul Dano, a diferencia del sosísimo Henry Fonda y sus tres caritas, nos da una visión psicológica y sociológica bastante completa de quien es Pierre. Y Natasha logra ser arrebatadoramente encantadora, como lo fue Audrey Hepburn, cada una con sus matices, aunque la voz de la Hepburn era más canora, más aniñada, que la de Lily Taylor (aquí ambas pésimamente dobladas al no elegir alguien con sus respectivas tonalidades).

Y Tolstoi nos cuenta todas sus obsesiones y la serie las subraya con un pincel suave y pequeño dando tonos de acuarela cuando debe y brochazos cuando puede confiriendo al relato una maravillosa vivacidad. No hay equivocaciones, aunque sí omisiones del relato del gran León, y el conjunto da una serie excelentemente realizada. Siempre con ese poso del dolor, la guerra, el amor, la traición y la envidia que la gran novela rusa posee.

Por si fuese poco el elenco logrado para esta producción es digno de una superproducción europea. El número de buenos actores de reconocido prestigio que acompaña al trío protagonista es espectacular destacando el oscarizado Jim Broadbent, Brian Cox, Stephen Rea, Gillian Anderson o Greta Scacchi, mucho mejor desde que cogió peso y arrugas y dejó de ejercer de tía buena oficial. Nos ha regalado ésta y su siguiente interpretación en The Terror, de la que hablaremos en unos días, demostrando un dominio de la situación actoral bastante mejor que la media de lo que habitualmente vemos (y muchas veces sufrimos) los que nos dedicamos a esta noble labor.

Por otra parte, hay que subrayar una excelente labor de montaje que respeta el oficio del director y el espíritu que el guionista ha querido imprimir de gran obra, con escenas alargadas para comprobar el sufrimiento o la duda. O muy bien cortadas en los gestos de las juergas de los militares y sus caras antes de la batalla. Y Napoleón siempre visto con respeto, pero sin alharacas. Aquí me quedo con la soledad y la digestión de la derrota de Herbert Lom en la filmación de 1956, frente a Mathieu Kassovitz, ese gran actor que descubrimos en SEMINCI hace muchos años haciendo de Un héroe muy discreto.

Por qué hay que ver esta serie. Porque el mundo se ensancha cuando se ven cosas bien realizadas y mejor escritas. Se la quiero recomendar especialmente al que escribe los discursos del ministro de Cultura, por su ausencia de ésta y su exceso de horas de google para torturar las frases y colarlas con calzador. Y también a esa señora que cuenta chistes sin ninguna gracia sobre perros para eludir responder a preguntas sobre algo tan evidente como que quien más debe observar las leyes se las salta, cuando no directamente las conculca, entre otras muchas cosas debería ser respetuoso porque nos hizo pasar las de Caín con sus decisiones al frente de un gobierno mediocre como pocos (por eso hablaba constantemente de la herencia en lugar de futuro) y porque cobra un dineral del erario público por ser ex presidente, como si alguien le hubiese pedido serlo. Esto es algo que deberíamos cortar ya, esos salarios vitalicios por algo que se ejerció voluntariamente. Pero volvamos al ínclito Don Tancredo, como dijo un comentarista “para una vez que tenía que estarse quieto, como en sus cinco años de gobierno, va y se mueve”.

En fin, disfrutemos de esta serie, es una joya. Y también de nuestro arresto domiciliario. Espero que algún día los culpables de esto paguen por ello, pero hoy no es el día de pedir cabezas aún sino cabeza para solventar nuestros problemas y capacidad para que tengamos futuro, mucho futuro.

Ficha

Título original: War and Peace

Año: 2016

Duración: 379 min.

País: Reino Unido

Dirección: Tom Harper

Guion: Andrew Davies (Novela: Leo Tolstoy)

Música: Martin Phipps

Fotografía: George Steel

Reparto: Lily James, Paul Dano, James Norton, Aneurin Barnard, Jim Broadbent, Gillian Anderson, Rebecca Front, Greta Scacchi, Stephen Rea, Brian Cox, Ade Edmondson, Jessie Buckley, Olivia Ross, Rory Keenan, Guillaume Faure, Kit Connor, Chloe Pirrie, Terence Beesley, Michael Epp, Tuppence Middleton, Matthew Stagg, Emily Taaffe, Callum Turner

Productora: BBC Cymru Wales / BBC / The Weinstein Company

Género: Serie de TV. Drama. Romance. Bélico | Miniserie de TV. Cine épico. Siglo XIX. Guerras Napoleónicas. Drama romántico

Grupos: Adaptaciones de León Tolstói

Sinopsis

Miniserie de TV (2016). 6 episodios. Nueva adaptación de la novela homónima de León Tolstói. La historia, ambientada en Rusia durante el reinado de Alejandro I, gira en torno a varias familias y el triángulo amoroso entre Natasha Rostova, Pierre Bezukhov y Andrei Bolkonsky.

Os dejamos un tráiler:

Carlos Ibañez – Pilar Cañibano

Revista Atticus