Crítica serie TV – Fleabag

Series de TV en tiempos de coronavirus

Anatomía de una urbanita soltera de la gran ciudad con tendencia a la exageración, como suele ocurrir en la comedia, y a comentar hablando a la cámara, con un intento de incluirnos como acompañantes de su desvarío vital; cosa, está última, que a ratos es irritante y te saca de la trama.

            Tiene dos temporadas y la segunda, que parece más iconoclasta que la primera se va diluyendo como un azucarillo en la comedia tradicional y en el miedo a decir la verdad, algo tan británico como el té de las cinco o el latrocinio internacional que han llevado a cabo a lo largo de los últimos cuatro siglos.

            Lo que podría haber sido una deliciosa comedia sobre la lujuria (Threesome, también británica comenzaba e iba de eso, al menos al principio) pronto se convierte en una comedia dramática con trastienda. Bien narrada, bien rodada, con algún gag que otro digno de Richard Curtis cuando escribía episodios de Mr. Bean, pero con dos protagonistas sin química, las dos hermanas sobreactúan continuamente, y risa fácil en momentos determinados con temas sexuales de fondo y una extraña pulcritud a la hora de no mostrar absolutamente nada de lo que se habla. Algo así como Mad Men, cuyo puritanismo en las imágenes escandalizaba mucho más que las continuas infidelidades de Don Drapper. ¿Hay algo más antinatural que sujetarse la sábana después de haber echado el polvo del siglo como siempre parece en las habitualmente tan mal rodadas escenas de sexo?

            Si no se desea pensar mucho y acabar con una sonrisa Fleabag es idónea. No alcanza la madurez a la hora de jugar con las palabras libídine y relaciones de Sexo en Nueva York, quien la influye sin lugar a dudas, pero sí utiliza sus armas de la inseguridad femenina al alcanzar la treintena y todo ese conglomerado de presión social que resumía muy bien el personaje de Julianne Moore en La mano que mece la cuna.

Y, para el colmo de lo correcto: tiene una cobaya en su café y una amiga muerta que dice las mejores frases de la serie. Posee un cuñado nauseabundo y una madrastra en ciernes absolutamente enferma del control y esclava de su obra, es escultora. El padre es un tipo sincero y sumiso a todo lo que le ha pasado en la vida, incluida esta hija que habla a la cámara y la otra casada con el alcohólico de trazo grueso. Y de fondo siempre hay un sentimiento de culpabilidad mal curado, como si fuese católica.

Recomiendo esta serie porque de vez en cuando hay que reír y ésta es de las que te sacan una risa, aunque no sea muy fina en sus chistes, al menos son mejores de los que nos cuentan gobierno y oposición. Como decía Gore Vidal sobre la política y el bipartidismo uno dice sí y le pone un despacho al mal. El otro cacarea que no, pero le da idéntica estancia junto al saloncito del poder.

Ficha

Título original: Fleabag (TV Series)

Año: 2016

Duración: 27 min.

País: Reino Unido Reino Unido

Dirección: Phoebe Waller-Bridge (Creator), Harry Bradbeer, Tim Kirkby

Guion: Phoebe Waller-Bridge (Obra: Phoebe Waller-Bridge)

Música: Isobel Waller-Bridge

Fotografía: Tony Miller, Laurie Rose

Reparto: Phoebe Waller-Bridge, Sian Clifford, Olivia Colman, Andrew Scott, Brett Gelman, Bill Paterson, Jenny Rainsford, Ben Aldridge, Jamie Demetriou, Hugh Skinner, Sarah Daykin, Hugh Dennis, Olivia Gray, London Hughes, Ty Hurley, Daniella Isaacs, Sophie Karl, Fiona Shaw, Kristin Scott Thomas, Ray Fearon, Angus Imrie, Christian Hillborg, Jo Martin

Productora: Emitida por Amazon Prime Video; Two Brothers Pictures

Género: Serie de TV. Comedia

Sinopsis

    Serie de TV (2016-2019). 12 episodios. 2 temporadas. Fleabag es una joven londinense de 30 años, directa y descarada, que pasa por una crisis vital tras perder a su mejor amiga. Su actitud es inconformista, se acuesta con todo el que se acerca a ella, intenta no pedir dinero a su hermana y se niega a llevar de una vez una vida independiente y madura. Sin reparos, la protagonista desafía al espectador que quiera plantearse realizar un juicio moral sobre sus acciones.

Os dejamos un tráiler:

Pilar Cañibano – Carlos Ibañez

Revista Atticus