Crítica teatro – La sumisión y el porvenir está en los huevos

Teatro Zorrilla, Valladolid

La sumisión y el porvenir está en los huevosMorfeo Teatro

El Teatro Zorrilla y Morfeo Teatro presentan La sumisión y el porvenir está en los huevos.

Es una gran comedia del absurdo de Eugéne Ionesco. Paco Negro, director de Morfeo Teatro es el encargado de adaptar la obra original. En esta disparatada farsa, se narra la historia de un joven llamado Jacobo, hijo de una familia acomodada, que desencantado del mundo que le rodea languidece tirado en un sofá, negándose a madurar, casarse y formar una familia; sus padres intentarán dominar la desobediencia del joven instándole a casarse y tener muchos hijos. En un afán de rebeldía, Jacobo se niega a hacerlo a no ser que sea con la mujer más fea del mundo, él por principios no quiere tener esa vida acomodada, pero los padres contraatacan presentándole a Roberta, una chica con tres narices, que termina seduciéndole.

La sumisión y el porvenir está en los huevos pone la lupa en los para nada sutiles modos en que las personas son moldeadas dentro de la familia y condicionadas para formar parte de una sociedad que liga el éxito a la producción y a la adecuación, a los valores intocables del hogar y la tradición. Con una puesta en escena muy original que acentúa hasta la alienación. Nos identificamos con Jacobo, extorsionado física y emocionalmente por las figuras matriarcales de su madre, su abuela y su bisabuela y con vergüenza a veces nos reconocemos en el modo violento en que como madres caemos en el error de inculcar en nuestros hijos parámetros de vida que a su vez nos han transmitido nuestras propias madres en un círculo monstruoso e infinito.

Una obra sorprendente que se escribió hace 70 años, fue un escándalo en su estreno, su teatro no fue bien entendido en los primeros años, aunque luego Ionesco fue aclamado por toda Europa, es una obra que está incluida dentro del existencialismo, con la marca específica del teatro de lo absurdo. Este tipo de teatro busca promover la conciencia del espectador hacia cómo la existencia puede ser absurda, ilógica y difícil de comprender por medio del sentido del humor. Gracias al sentido del humor el autor y los actores tratarán de hacer reflexionar y reír al público, para entender que a veces lo que se ve no es tan fiel a la realidad como parece.

Es una obra donde el público pasaba de una forma absolutamente rápida de la risa al estupor. Se dan situaciones hilarantes, con esa risa maligna de la situación tan deteriorada, son personajes en descomposición en un sistema que está en descomposición en el que no importa ni la persona ni sus deseos, hay que producir y darle continuidad al rebaño.  

Cuando no queda más que el absurdo para explicarnos la realidad esto es La sumisión y el porvenir está en los huevos.

texto y fotos: Luisa Valares

Revista Atticus