Crítica película Aguas oscuras de Todd Haynes

Aguas oscuras – Hay esperanza

«La película tiene una relevancia crucial para lo que está sucediendo ahora mismo en nuestro panorama político, en nuestro panorama medioambiental, en nuestro panorama legislativo. Hemos estado viendo cómo desmantelaban sistemáticamente las regulaciones medioambientales relativas al agua, el aire, las especies en peligro y, por supuesto, el cambio climático, así que ahora mismo todo está en juego. Es urgente que esta película llegue al mercado y que la gente pueda empezar a hablar del tema, descubra la historia y lo vea a través de la experiencia de los propios individuos que hicieron que todo esto sucediera».

Todd Haynes

Ficha

Título original: Dark Waters aka

Dirección: Todd Haynes

Reparto: Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Pullman, Victor Garber, Bill Camp, William Jackson Harper, Mare Winningham, Kevin Crowley, Trenton Hudson, Marc Hockl, Lyman Chen, Courtney DeCosky, Scarlett Hicks, Lea Hutton Beasmore, Denise Dal Vera, Louisa Krause, Daniel R. Hill, Chaney Morrow, Lisa DeRoberts, Brian Gallagher, John Newberg, Wynn Reichert, Tera Smith, Tyler Craig, Barry G. Bernson, Amy Morse, Jeffrey Grover, Teri Clark

Guion: Matthew Carnahan, Mario Correa, Nathaniel Rich (Artículo: Nathaniel Rich)

Año: 2019

Duración: 126 min.

País: Estados Unidos

Música: Marcelo Zarvos

Fotografía: Edward Lachman

Productora: Killer Films / Participant Media. Distribuida por Focus Features

Género: Drama | Basado en hechos reales. Drama judicial

Mark Ruffalo stars as «Robert Bilott» in director Todd Haynes’ DARK WATERS, a Focus Features release. Credit : Mary Cybulski / Focus Features

Sinopsis

Aguas oscuras se basa en el artículo de Nathaniel Rich para la revista del New York Times “The Lawyer Who Became DuPont’s Worst Nightmare (El abogado que se convirtió en la peor pesadilla de DuPont)”, para contar la cruzada de un hombre que buscaba justicia para una comunidad expuesta durante décadas a toxinas en su misma puerta trasera.

El abogado defensor medioambiental corporativo Rob Bilott (el nominado al Óscar Mark Ruffalo) acaba de convertirse en socio de su prestigioso bufete de Cincinnati, en gran parte gracias a su trabajo defendiendo a algunas de las compañías más importantes del sector químico. Cuando Wilbur Tennant y su hermano, Jim, dos granjeros de un pueblecito de Virginia Occidental, le piden ayuda para investigar la planta química local por supuestamente matar a su ganado, se muestra reacio, y explica que él representa a las compañías del sector químico, no a los demandantes. Aun así, algo de su historia cala en Rob, sobre todo cuando se da cuenta de que algunos de sus veranos más felices de niño los pasó en una granja vecina.

Cuando se desplaza a la zona, lo que Rob observa no acaba de encajar con sus recuerdos, hay algo bajo la superficie de este rincón de Hill Country. También se da cuenta de que prácticamente todos los miembros de la comunidad deben mucho a la planta química local de Parkersburg, administrada por DuPont. Los Tennant creen que, sea lo que sea de lo que DuPont se esté deshaciendo en su vertedero, está contaminando su arroyo y ha acabado con su rebaño de casi doscientas reses. Aun así, muchos de sus vecinos se aferran a la idea de que la compañía no deja de velar por ellos, como aparentemente ha hecho durante años.

Con el apoyo de su socio supervisor del bufete, Tom Terp (el ganador del Óscar Tim Robbins), Bilott utiliza su íntima comprensión de cómo funcionan las compañías químicas. Presenta una queja, con la que emprende una demanda dirigida que desvelará exactamente qué está sucediendo en Parkersburg. Miles de horas de personal y años más tarde, Bilott descubre que su obsesión por averiguar la verdad no solo ha puesto en peligro a su familia —sobre todo su relación con su mujer, Sarah (la ganadora del Óscar Anne Hathaway)— sino también su reputación, su salud y su sustento. ¿Cuánto está dispuesto a perder, y por asociación, aquellos que lo rodean, para sacar a la luz la verdad? ¿Cuál es el precio de la justicia?

Partiendo de la base de una conmovedora y sutil interpretación de Ruffalo, que también ha producido el filme, Aguas oscuras cuenta la increíble historia de David contra Goliat de un abogado con una convicción inquebrantable, que luchó durante décadas para obtener justicia para una comunidad víctima de una corporación movida por la codicia.

Mark Ruffalo stars as «Robert Bilott» in director Todd Haynes’ DARK WATERS, a Focus Features release. Credit : Mary Cybulski / Focus Features


Comentario

«Desde probióticos hasta equipos de protección, hasta la entrega de agua limpia y la habilitación de dispositivos electrónicos más inteligentes y rápidos, utilizamos la ciencia y la innovación para hacer posible las cosas que usamos todos los días. En DuPont, estamos trabajando para hacer del mundo un lugar más seguro, saludable y mejor para vivir».

Web corporativa DuPont

6 de enero de 2016. Todo comenzó ese día cuando el suplemento dominical del New York Times publicó un trabajo de Nathaniel Rich sobre la investigación que había realizado el abogado de Cincinnati Rob Bilott sobre los peligros de un producto químico que llevaba contaminando la comunidad rural. Una familia de granjeros, los Tennant, llevaban varias generaciones trabajando su vasta propiedad. Su ganado, hasta ahora manso como una mascota, se volvió, de repente, agresivo. Empezaron a enfermar, sus ojos tenían un cerco rojo, la baba blanca afloraba por su boca, su piel mostraba heridas y los dientes se ennegrecieron. Wilbut Tennant sospechaba que la causa era la escorrentía del vertedero cercano de Dry Run, donde la fábrica Washington Works, propiedad de DuPont, vertía los residuos. Wilbut, desesperado, acudió, a Bilott quien se había criado en la zona y su abuela todavía residía allí. Después de casi un año, Bilott descubrió que había una sustancia sin regular. Era el ácido perfluorooctanoico, más conocido como PFOA. Se creó en 1951, dos décadas antes de que se fundara la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EP). Antes estas empresas químicas solo tenían que realizar un programa de buenas prácticas que incluía la autorregulación.

En su investigación, lo que el abogado descubrió era que DuPont conocía los daños, desde hacía tiempo, que el PFOA podía causar. Toneladas de residuos vertidos que llegaban hasta los terrenos donde pastaba el ganado, entre otros del granjero Wilbut. Sin control alguno. Unos daños medios ambientales que eran letales para sus habitantes, dado que no se descomponía y permanecían para siempre en el organismo del sujeto.

(L to R) Tim Robbins as «Tom Terp», «Anne Hathaway as «Sarah Barlage» and Mark Ruffalo as «Robert Bilott» in director Todd Haynes’ DARK WATERS, a Focus Features release. Credit : Mary Cybulski / Focus Features

Basado en hechos reales… lamentablemente. Ese podía haber sido el arranque de Aguas oscuras. Todo gira alrededor de la figura del abogado Robert Bilott (Mark Rufallo). Se convierte en el héroe sin desearlo. Una figura solitaria y tenaz. De ser una joven promesa, que entra como socio en un despacho de abogados, se convertirá en una especie de apestado. Solo encontrará en la figura de Tom Terp (Tim Robbins) a su mejor valedor. Sarah Bilott (Anne Hathaway) su esposa resignada será su último bastión. 

A lo largo de las dos horas de metraje asistimos a como el abogado Bilott lucha contra la maquinaria que supone una gran multinacional. Desde las dudas de hacerse con esos clientes (hay que tener en cuenta que el bufete se caracteriza por defender a las empresas químicas); batallar para obtener todos los informes en manos de DuPont; la clasificación de los documentos (le inundan con cajas y cajas en una treta disuasoria), los encuentros con los especialistas; las reuniones con los afectados; las propias batallas internas de los miembros del bufete de abogados sobre la conveniencia de plantear el litigio; y (como suele ser habitual) las discrepancias con su mujer que hacen tambalear la institucional matrimonial. Y todo esto a lo largo de dos décadas.

Hay antecedentes en este tipo de películas denuncia. Sin apenas consultar la wikipedia (o la red) me viene a la cabeza hasta tres propuestas relativamente recientes. Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976) que narra la investigación de dos jóvenes periodistas que desembocará en el caso Watergate. Erin Brockovich (Steven Soderbergh, 2000) donde una joven sin formación jurídica se enfrenta a una gran compañía (también por sus desmanes medioambientales). Y Spotlight (Thomas McCarthy, 2015) donde recrea la investigación que realizan un grupo de periodistas del Boston Globe sobre los abusos dentro de la Iglesia Católica.

Todd Haynes, director de cine estadounidense, anteriormente nos ofreció dos propuestas muy dignas. Lejos del cielo (2002) recrea la vida burguesa de la sociedad norteamericana de mediados del siglo pasado con una atmósfera embriagadora con colores otoñales y una cuidad estética. Repitió la estética con una deliciosa Carol (2015) donde afrontó con valentía la libertad de la sexualidad de dos mujeres. Ambas propuestas bajo la dirección de Edward Lachman como director de fotografía. Haynes asumió el encargo de Mark Ruffalo para pulir el guion, dramatizarlo, para que la obra no estuviese centrada solamente en el procedimiento judicial, tedioso en los términos legales, y atendiese más a las propias experiencias de quienes habían sufrido en sus propias carnes la atrocidad de la industria DuPont. Lachman pone ese color frío, sombrío, que ayuda a transmitirnos la desesperación de sus protagonistas en su lucha contra el gigante molino.

Anne Hathaway (left) as «Sarah Barlage» and Mark Ruffalo (right) as «Robert Bilott» in director Todd Haynes’ DARK WATERS. Credit : Mary Cybulski

A Mark Ruffalo, actor principal y productor, le saltaron las alarmas al leer el artículo de Nathaniel Rich. Ha demostrado ser una persona comprometida con el medio ambiente. Desde hace tiempo lleva luchando contra el cambio climático y por el aumento del uso de las energías renovables. Está al frente de varios proyectos para concienciar a la población la importancia tanto del agua, como recurso escaso, natural y como del uso de las energías renovables. Por eso no dudó en afrontar el artículo de Rich y convertirlo en esta espléndida película que es una rara avis dentro del panorama cinematográfico actual.

Con una estructura clásica de la lucha entre una pequeña mosca y un enorme paquidermo, o lo que es lo mismo el insignificante ciudadano y la gran multinacional, Aguas oscuras está sustentada por las sólidas interpretaciones de los actores. A la cabeza un inmenso y comprometido Mark Ruffalo, atribulado, convincente. Y a su lado y sin desmerecer nada una serie de actores como son Anne Hathaway, Tim Robbins o Bill Camp en su papel de granjero afectado, Wilbur Tennant (por destacar alguno de la larga nómina). Gran reparto. Sólido guion que, junto los aspectos más técnicos, dan como resultado una interesante propuesta, académica, de la mano de su director Todd Haynes.

Estamos en un momento de la civilización en que es más importante tener trabajo que las condiciones en que lo tengas. Se cuestiona la denuncia de un periodista y la labor de investigación de un abogado y se les incrimina por poner arrojar luz sobre unas prácticas fraudulentas. No muerdas la mano que te da de comer parece ser el mensaje que transmiten estas empresas. Estamos hartos de ver colas y colas de gente desempleada ante convocatorias de ofertas de empleo en los que, en la mayoría de los casos, conllevan un exiguo sueldo. Los empleadores (creo que empresario es otra cosa) están seguros de que si uno no acepta ese trabajo, ya habrá otro que lo haga. La necesidad es acuciante. Esa necesidad de mantener tu pequeño estatus conseguido por medio de un trabajo en una empresa que contamina, que mata a sus empleaos, te lleva a mirar mal a quien denuncia. Tremenda paradoja. Eso le pasó a Bilott. Si la justicia al final no pone las cosas en su sitio… hasta su familia le habría dado la espalda. Su investigación le habría supuesto el repudio de la comunidad afectada (por no alcanzar el objetivo), el rechazo de sus compañeros y el empobrecimiento por no haber obtenido beneficios para su despacho de abogados.

Solo hace falta echar un vistazo a la poca repercusión que tuvo en su día en la opinión pública este suceso. Un asunto que afecta directamente a nuestra salud, a la salud pública mundial. El desconocimiento que teníamos era inmenso. Es de agradecer, por lo tanto, en un momento en que el periodismo está cuestionado por su falta de independencia y objetividad y cuando las redes sociales están llenas de falsas noticias, que una periodista (y su periódico) apostaran por desvelar los crímenes contra el medio ambiente de una gran multinacional. Gracias a eso (y la clara apuesta de Mark Ruffalo) por lo menos, ahora, al salir del cine, puedes echar un vistazo a las sartenes. Ahora compruebo que ha desaparecido la palabra maldita, la de teflón (¿ponga teflón en su vida? ¿se acuerdan?). ahora, lo único que pone en la etiqueta, junto a las condiciones de uso, es que es una sartén «antiadherente». Indagas un poco y el mal cuerpo con el que sales del cine vuelve a ti. No fue hasta 2017 cuando la Unión Europea decretó la prohibición del famoso PFOA, decreto que ha entrado en vigor este mismo año, con alguna moratorias que se extenderán hasta julio de 2023. ¿No es para indignarte? Siguen primando los intereses económicos de las grandes corporaciones frente a los indefensos ciudadanos (¿se acuerdan de la crisis bancaria?).

(L to R) Director Todd Haynes, actor Victor Garber and actor Mark Ruffalo on the set DARK WATERS, a Focus Features release. Credit : Mary Cybulski / Focus Features

Los desmanes de la gran empresa agroquímica que llegó a contaminar los recursos naturales de la zona, pasó en los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Cómo es posible que eso pudiera pasar allí? Pero también, unos modestos ganaderos, por medio de un abogado (y su bufete), iniciaron el pleito ante la justicia, desembocando en condenas millonarias para su compensación. Y eso… también pasó en los Estados Unidos de Norteamérica.

Si quienes están al frente de la cosa pública no son capaces de ser eficaces en su gestión y administrar eficientemente los recursos; si quienes están al frente de la Justicia no son capaces de emitir la sentencia con imparcialidad y rectitud; si quienes están velando por nuestra seguridad no son capaces de cumplir con su obligación y nos dejan desprotegidos; y, si quienes están vigilando por nuestra salud alimentaria no son capaces de olvidar que estamos en un sistema donde impera el capitalismo para aplicar unos rígidos controles para no enfermar, estaríamos ante un  mundo en que lo único que parece valer es aquello de todo por la pasta. Con ello lo que consiguen en quitarnos la esperanza de vivir en un mundo civilizado.

El resultado final es un potente drama, de denuncia social, basado en hechos reales que afectaron al medioambiente. Un joven abogado (con el respaldo de su bufete) se enfrenta a la todopoderosa compañía agroquímica (DuPont, no se nos olvide). Un thriller judicial intenso que convierte a Aguas oscuras en una película de cine comprometido, necesario, que aporta luz, que señala y acusa y que, menos mal, resulta efectivo a la hora de hacernos concebir esperanzas para pensar que estamos en un mundo civilizado y que la razón se imponga a las ideologías. Que no nos quiten la esperanza.

Para terminar, os dejo lo que dije con motivo de la crítica de Spotlight que tiene plena vigencia:

«Spotlight llega en un momento crítico en el mundo periodístico. Cada vez se venden menos periódicos; hay multitud de recursos, formatos y plataformas donde se vierten constantemente noticias y la profesión de periodista está seriamente amenazada. Spotlight genera interés, nos hará reflexionar sobre la importancia de la libertad en los medios de comunicación muy por encima de los espurios intereses económicos. Nos hará tener fe en la investigación periodística caiga quien caiga y que el que la hace la tiene que pagar y que no vale esconderse bajo las sotanas o bajo el aforamiento».

Os dejo un tráiler:

Luisjo Cuadrado