Teatro – La Parténope de Leonardo Vinci

La Parténope de Leonardo Vinci

Teatro Claderón, Valladolid

Esta es ópera barroca de la buena. Texto magnifico, dirección inteligente y actores brillantes. Toda una sorpresa para los espectadores que han llenado el Teatro Calderón durante tres días. Hay óperas que es preciso que le calen a uno hasta los huesos, que lo envuelvan como se envuelve el viento en el álamo verde, que transpiren como las North Face, que lo acompañen mientras pasa el tiempo.

Porque La Partenope tiene una gran virtud. La virtud de concentrar la escucha. Todos los personajes que aparecen en escena  son de una apariencia que tranquiliza y te aleja del ruido y el énfasis. Y te sumerge, a poco que pongas de tu parte, en el music hall, en el café, el circo, en un baile de disfraces que ya no olvidará jamás.

La forma es el contenido y viceversa. La estética que presenta La Partenope o la Rosmira Fedele de Leonardo Vinci está emparentada con la opera tradicional. Porque la ópera siempre ha tenido una gran capacidad para abárcalo todo e integrar todo tipos de artes y lenguajes.

Ya decía Copeau que el arte no se renueva por una eliminación de las formas y contenidos que ya han sido explorados, sino por un regreso permanente a los orígenes. La ópera  es texto y es espectáculo, de la misma forma que según  la física cuántica, la luz es onda y partícula a la vez.

No voy a destacar a nadie porque todo el elenco brilla y vibra al mismo son. La Orquesta Vespres D´ Arnadi dirigida por el maestro Carlos Aragón ejecutó los temas musicales con ilusión y ganas y resultó que el público se empapó hasta la médula de la música barroca que le acompañara, seguramente, durante una larga temporada.

La función está llamada a ser un verdadero éxito y es recomendable. La vida, curiosamente, no te pesa cuando vas al Teatro Calderón y ves un buen espectáculo. Solo tienes que ocupar tu localidad, ponerte cómodo, levantar la vista, aguzar el oído y disponerte a disfrutar. Y es entonces cuando se respira el silencio que solo rompe la Orquesta Vespres D´Arnadi y comienza la emoción…

Marcos Pérez

fotografías: Chuchi Guerra