Teatro – Estrógenos de David Areces

Teatro – Estrógenos

Teatro Zorrilla, Valladolid

En el Teatro Zorrilla hemos podido disfrutar de Estrógenos, una comedia de enredo donde se confrontan las necesidades, envidias, miedos e inseguridades de tres mujeres en diferentes etapas de su vida.

Estrógenos  es una divertida comedia de mujeres escrita y dirigida por David Areces, un acierto la forma de dirigir, que consigue hacer natural las divertidas situaciones de las protagonistas   Sonia Reig, Cristina Esteban y Beatriz Ros, ellas nos hacen vivir una noche de mujeres. ¡Pero qué mujeres! Una interesante combinación de personalidades, en una reunión de dos viejas amigas: una embarazada, una depresiva que hace poco se separó de su ex y una joven de 25 años con ganas de comerse el mundo y, a priori, mucho más segura que las demás. Con momentos personales y edades, van sacando a la luz conforme avanza la función sus propios complejos, frustraciones y secretos, con todo tipo de situaciones y comentarios muy divertidos que provocan continuamente la carcajada al espectador. La historia se acelera, aumentando en intensidad conforme avanza. Maravillosas actrices, las tres despiertan una química estupenda entre ellas.

Todo comienza de una manera sencilla, dos chicas en el escenario, hablando mientras toman té… ¿Va a ser una obra de dos mujeres hablando y ya? Pero nos engañaron. Solo estaban haciendo una primera presentación rápida de personajes para enganchar al espectador en una trama en la que desde el principio se percibe que hay cosas que no se están contando pero ya saldrán a la luz. Entra la tercera actriz, completando el elenco y se crea el primer conflicto evidente, sumándose al problema presentado desde el principio,

 

Estrógenos tiene toda la gracia de una comedia de mujeres bien escrita y bien interpretada. Tiene la capacidad de provocar la carcajada cómplice de las mujeres y la risa sorprendida de los hombres. Es una obra donde hay picardía, un poco de mala leche, celos, exaltación de la amistad, karaoke, secretos y confesiones, giros argumentales… Y lo mejor de todo es que sales con esa sensación de felicidad que te deja la comedia bien hecha, y con la mente cargada de momentos y frases memorables de la obra.

 

Con un final perfecto para convertir una comedia perfecta en todo un espectáculo y desatar los aplausos de un público agradecido.

Luis Valares

fotografías: Chuchi Guerra