Crítica película Como la vida misma de Dan Fogelman

Crítica película Como la vida misma

Forzada complejidad

Ficha

Título original: Life Itself

Título español: Como la vida misma

Año: 2018

Duración: 118 min.

País: Estados Unidos Estados Unidos

Dirección: Dan Fogelman

Guion: Dan Fogelman

Música: Federico Jusid

Fotografía: Brett Pawlak

Reparto: Oscar Isaac, Olivia Wilde, Annette Bening, Antonio Banderas, Samuel L. Jackson, Olivia Cooke, Mandy Patinkin, Laia Costa, Jake Robinson, Sergio Peris-Mencheta, Àlex Monner, Caitlin Carmichael

Productora: Coproducción Estados Unidos-España; Filmnation Entertainment / Temple Hill / Nostromo Pictures. Distribuida por Amazon Studios

Género: Drama. Romance | Drama romántico. Familia. Historias cruzadas

 

Sinopsis

Una historia de amor ambientada en las calles de Nueva York y España que se extiende a lo largo de varias generaciones, con diferentes personajes cuyas vidas se entrecruzan.

 

Comentario

A veces sucede que vas a ver una película simplemente porque te cuadra el horario. Eso nos suele pasar a los que nos gusta el cine y no tienes miedo a que te tragues un tostón. Soy de los que pienso que algo bueno puedes sacar tras su visionado. Eso parecía suceder con Como la vida misma. Una historia de amor que discurre a lo largo de varias generaciones y que está ambientada en las calles de Nueva York y lo que parece ser un cortijo andaluz. En realidad, son cinco historias de amor con un hilo argumental común. Todo encajará al final de la cinta. Al principio pensé, dios mío, pero esto qué es, que es lo que he venido yo a ver. Tras meterte en la vida de Wil (papel interpretado por Oscar Isaac) te vas metiendo, poco a poco, en la historia, ayudado por la relación que mantiene con Abby (Olivia Wilde). Ambos llevan el peso argumental de Como la vida misma. Y ya cuando aparece Antonio Banderas en la pantalla el relato termina por atraparte definitivamente.

 

Ese hilo argumental es una sucesión de dramas, de historias que tienen un punto muy dramático. Fogelman (creador de la serie This is Us y guionista de Crazy, Stupid, Love, 2011) consigue, a pesar de ser una película coral, profundizar en los personajes protagonistas de las mismas. Diferentes edades, diferentes espacios, diferentes nacionalidades y diferentes tiempos. No importa. Al final parece haber conseguido un todo realmente muy aceptable. Es ir juntando las historias que forman este puzle de más de horas para entender las motivaciones de cada personaje. Tiene muy buenos recursos a la hora de mostrarnos como pasa el tiempo en alguno de los personajes (vemos como el pequeño protagonista crece en apenas una carrera entre las viñas).

A pesar de esa constante tragedia, denominador común de las historias, el mensaje final es de un cierto optimismo. El final feliz triunfa con un mensaje que tiene que ver con la perseverancia, la fuerza del destino y la apuesta en las relaciones personales al final tiene el poder sanador de superar la desgracia. Hay una buena labor de encaje con el guion. La música también sirve de nexo de unión de las diferentes historias.

En cuanto a los actores, Banderas tiene un peso tremendo. Tienen una apostura, un saber estar, una dicción (se le entiende, se le oye, no parece que esté actuando como sí que nos sucede con algunas de «nuestras» estrellas nacionales de reciente cuño). Lo que hace convence. Hasta el punto de que su actuación es uno de los sólidos soportes de la película. A su lado destaca Olivia Wilde (es difícil hacer hacernos la idea de verla en otros papeles alejada de los quirófanos –serie Dr. House-). Siempre atractiva, siempre como un rostro bello, pero con una actuación convincente. Otra pareja la forman de Sergio Peris Mencheta (Javier) y Laia Costa (Isabel) quien con Annette Bening aportan oficio y carisma a sus respectivos papeles.

Tampoco caí en la cuenta a la hora de seleccionar la película que es una de las grandes candidatas a los premios Goya. Se trata de una coproducción hispana. Opta a catorce galardones en su mayoría por los aspectos técnicos, además de la mejor dirección.

Como la vida misma, resulta ser un dramón romántico que se desarrolla a lo largo de un tiempo (varias generaciones) que entrecruza el destino de varias familias con un nexo en común. El film busca la emoción del espectador, para ello, su director, no duda de forzar algunas situaciones para que todo cuadre en un mundo, la gran pantalla, en el que parece que cabe todo. Buenas actuaciones, buena música. En su conjunto, una película que no tendrá mucho recorrido, pero fiel a la industria del entretenimiento.

Os dejo un trailer:

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus