El Oráculo de Oro, Teatro Calderón, Valladolid

El Oráculo de Oro

Teatro Calderón, Valladolid

El estilo hace al mago, piensa Alberto Giorgi –ganador del Oráculo de Oro 2018- y el escapismo es su firma. Solo quien se escapa tiene derecho a soñar. Giorgi tiene a la magia agarrada por el cuello, sabe lo que hace y va dejando su sello personal mostrando su orgullo, su saber hacer a los espectadores que abarrotan el Teatro Calderón.

Entro en el Teatro Calderón a las 20:05 horas. El teatro está vacío. Me siento en mi butaca de siempre. Y ya estoy pensando quien ocupará la butaca de al lado. Son las 20.28 y el Teatro ya está lleno. Solo falta que se complete mi fila. La fila 6.

20:29. Veo a dos personas que van mirando las filas. Sí, su fila es la 6 y su butaca… mala suerte, toda la fila vacía y se tienen que sentar a mi lado. Ya de entrada arrugo el morro. ¿Cómo se puede venir al teatro en chándal y bambas? Justo se sienta a mi lado sin dar las buenas noches y… ya empezamos. Trae una olisquea que me hace tragar saliva y empezar a ojear las butacas libres para poner en marcha el arte de la fuga.

Quizá haya alguien que al leer estas letras no lo entienda, ni vea (ni huela) nada raro en ellas. Pero hay tela. Sí hay algo muy, muy raro. Y odioso. Si más.

Alberto Giorgi es persona soñadora que vive en un mundo imaginario y quiere compartirlo con el espectador. Quiere compartir una ilusión. Tener la misma ilusión de cuando compras un décimo de lotería… y haces planes. La mayoría de los números les prepara justo antes de irse a dormir. Es su máximo momento de lucidez. Cuando aparece ese estado de duermevela lo convierte en un lugar mágico, creativo.

Esta noche cualquier cosa puede ocurrir, en serio. Menos que desaparezca el de las bambas, ¡todo! Mira que hubo momentos sobrenaturales, imposibles, únicos que proporcionaron a los espectadores recuerdos infantiles que le transportaron a noches de juegos y escondites por la Calle Abrazamozas. Recuerdas… sabíamos un sitio donde era imposible que nos encontraran y allí me diste el primer beso… ¿Lo recuerdas,  Chíbiri?

Luis Larrodera, el presentador del Oráculo de Oro se propuso que los espectadores disfrutaran de un estado mágico durante toda la velada. Que se viviera la magia sin ataduras, que se disfrutara más del qué, que del cómo. Y lo logró, con creces. Luis Larrodera es un presentador con talento, con mucho talento. Qué conste en acta.

Marcos Pérez

Revista Atticus