Crítica película La promesa de Terry George

Crítica película La promesa de Terry George

Épica al servicio del amor

Ficha

Título original: The Promise

Año: 2016

Duración: 134 min.

País: Estados Unidos

Director: Terry George

Guion: Terry George, Robin Swicord

Música: Gabriel Yared

Fotografía: Javier Aguirresarobe

Reparto: Oscar Isaac, Charlotte Le Bon, Christian Bale, Shohreh Aghdashloo, Alicia Borrachero, James Cromwell, Abel Folk, Daniel Giménez Cacho, Jean Reno, Angela Sarafyan, Numan Acar, Marwan Kenzari, Igal Naor, Jean Claude Ricquebourg, André Marques, Lino M. Gomes, João Sirgado, Julián Villagrán, Luis Callejo, Alain Hernández

Productora: Coproducción EEUU-España; Wonderful Films / Survival Pictures

Género: Drama. Romance | Crimen. Años 20

 

Sinopsis

Es el año 1914. Mientras la Gran Guerra se cierne en el horizonte, el poderoso Imperio otomano se desmorona. Constantinopla, la otrora efervescente capital multicultural a orillas del Bósforo, está a punto de sumirse en el caos.

Michael Boghosian (Oscar Isaac) llega al núcleo cosmopolita como estudiante de Medicina decidido a llevar la medicina moderna nuevamente a Siroun, su hogar ancestral en el sur de Turquía, donde han convivido los turcos musulmanes y los armenios cristianos durante siglos.

El reportero gráfico Chris Myers (Christian Bale) se encuentra allí en parte para cubrir la actualidad geopolítica, pero también se siente cautivado por Ana (Charlotte le Bon), una artista armenia a la que ha acompañado desde París tras la repentina muerte del padre de la joven.

Cuando Michael conoce a Ana, su herencia armenia común hace que se produzca una atracción entre ambos que provocará una rivalidad entre los dos hombres por los afectos de Ana. Mientras los turcos forjan una alianza con Alemania y el imperio se vuelve violentamente en contra de sus propias minorías étnicas, estos tres individuos tendrán que aplazar su conflicto de pasiones y aunar fuerzas para sobrevivir cuando los acontecimientos amenazan con superarlos.

Se harán ciertas promesas, mientras otras se incumplirán.

La única promesa que es necesario respetar es seguir con vida para poder contar la historia.

Comentario

Al acudir al cine para ver La promesa, nos encontramos con una superproducción que aborda un drama histórico: Podemos encontrar antecedentes en grandes cintas. Encontramos, entre otras, buenos ejemplos: La lista de Schindler, Los gritos del silencio, Doctor Zhivago o Apocalypse Now. En este caso, el foco de atención se centra en el genocidio armenio que se produjo a comienzos del siglo XX (una efemérides de la cual se acaban de cumplir 100 años, con un claro intento de sacar a la luz este drama). El director, sabiamente, introduce una historia de amor ambientada en el momento en que los armenios son perseguidos por los otomanos. Largas deportaciones que la mayoría de las veces acababan en una lenta agonía por desfallecimiento por hambre o fatiga; fusilamientos y aniquilamiento de poblaciones enteras. Una historia de amor para dar a conocer una de las primera barbaries masivas de la historia (se cifra en más de un millón los armenios muertos). Mikael Boghosian (Oscar Isaac), joven armenio, se compromete con su futura esposa Maral (Angela Sarafyan) y de esta manera obtiene un adelanto de la dote para poder viajar a Estambul para formarse como médico, bajo la promesa de volver para casarse. En la capital, conoce a Ana Kesharian (Charlotte Le Bon), joven de la que muy pronto se enamora. Ana acaba de venir de París. Mantiene una relación con el periodista americano Chris Myers (Christian Bale) enviado como reportero ante el cariz que está tomando la situación geopolítica en Turquía.

Los hechos nos meten de lleno en Estambul en la década de 1910 en un momento de la historia en que el imperio Otomano empieza a tambalearse en el contexto de la Gran Guerra. Los armenios vivían mezclados con el grueso de la población turca sin ningún problema, hasta que un brote nacionalista, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, les puso en jaque. Se inició una persecución que recuerda a la que sufrieron los judíos (con reminiscencia a la famosa noche de los cristales rotos en la Alemania nazi, noviembre del 38).

El director Terry George, ya se había adentrado en narrar los abusos del poder con Hotel Rwanda (2004), un drama histórico con la matanza ocurrida en 1994 en Ruanda. También participó como coguionista en dos buenas películas: En el nombre del padre (1993) y The Boxer (1997) ambas dirigidas por Jim Sheridan. En esta ocasión para el guion se ha ayudado de Robin Swicord (El curioso caso de Benjamin Button, Matilda).

 

Los actores apuntalan magistralmente la historia. Oscar Isaac ha intervenido recientemente en El años más violento (2014, J. C. Chandor) o Ex Machina (2015, Alex Garland). Se muestra muy solvente. A su lado Charlotte Le Bon (deslumbrante ante la cámara) tiene química y la pareja funciona. No recuerdo haberla visto en alguna cinta, pero atención a su carrera. Dan veracidad tantos en los momentos álgidos como en los más calamitosos. Christian Bale tiene un papel sacrificado en cuanto al tiempo, pero su actuación es magnífica alejado de los grandes efectos especiales. Con esta película ha vuelto a rodar en nuestro país. Hay que recordar que se dio a conocer con el grandioso drama épico en su infancia El imperio del sol (Steven Spielberg, 1987).

La ambientación, sobre todo de la ciudad de Estambul, está muy conseguida. Gracias en parte a la atractiva fotografía (Javier Aguirresarobe) con tonos muy cálidos. Las localizaciones son otro logro de esta gran producción que nos recuerda mucho a las grandes cintas históricas (incluso con escenas de presos, en campos de trabajos, llevados al extremo en la barbarie de sus carceleros). Se nota el gran presupuesto que tenían para su realización (cien millones de dólares). Está coproducida por Estados Unidos y España y eso se nota en que algunas de esas localizaciones realizadas en nuestro país (Almería, Teruel y alguna más). También podemos ver en la pantalla a tres grandes actores patrios como son Alicia Borrachero, Abel Folk y Luis Callejo (entre otros), en papeles secundarios.

La promesa nos recuerda a aquellas grandes producciones hollywoodienses donde una historia de amor, ligada a unos acontecimientos históricos transcendentales, nos atrapaba en nuestras butacas. Nos enamorábamos de los protagonistas a la par que nos acercábamos a la Historia. Grandes personajes, grandes hechos históricos, grandes recreaciones. Un cine que hay que decir (salvo contadas excepciones) de otra época.

 

La promesa es una de esas grandes producciones que abordan una compleja historia de amor en la que el director la encuadra en un momento histórico para llamar la atención sobre las atrocidades que se cometieron en aquella época y que tras muchos años se quiere poner un poco de luz. Una denuncia en toda regla para unos hechos que todavía hoy sigue negando el pueblo verdugo, el gobierno turco. Una de las mayores y menos conocidas catástrofes del siglo XX. En definitiva, La promesa constituye un drama épico, junto con una historia de amor, con trasfondo histórico, al más puro estilo de Casablanca. Entretiene e instruye con especial delicadeza y sensibilidad sobre uno de los dramas sociales más silenciados.

Genocidio armenio

Se conoce como genocidio armenio a la deportación forzosa y exterminio de un número indeterminado cifrado entre un millón y dos millones de civiles armenios, por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano, entre 1915 y 1923.

Se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en masivas en condiciones extremas que muchas de las veces acaban en muerte por hambre o agotamiento.

La fecha del comienzo del genocidio se conmemora el 24 de abril de 1915, el día en que las autoridades otomanas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul; en los días siguientes, la cifra de detenidos ascendió a 600.

Aunque el gobierno de la República de Turquía, sucesora del Imperio otomano, no niega que las masacres de civiles armenios ocurrieron, no admite que se trató de un genocidio y sostiene que las muertes no fueron el resultado de un plan de exterminio masivo, sistemático y premeditado dispuesto por el Estado otomano, sino que se debieron a las luchas interétnicas, las enfermedades y el hambre durante el confuso período de la Primera Guerra Mundial.

De William Robert Shepherd – The Historical Atlas. New York, Henry Holt and Company, 1911., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1986307

Se lo considera, por lo general, el primer genocidio moderno; de hecho, es el segundo caso de genocidio más estudiado, después del Holocausto. Hasta 2017, 28 países han reconocido oficialmente el genocidio.

Os dejo, un tráiler de La promesa:

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus