XIV Jornadas flamencas Ciudad de Valladolid

XIV Jornadas flamencas Ciudad de Valladolid

 

Valladolid ha vivido, del 5 al 10 de junio, una intensa semana dedicada al arte flamenco, con la celebración de la XIV edición de las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid.

El LAVA (Laboratorio de las Artes de Valladolid) y la Casa Revilla han sido los escenarios de las actividades de estas jornadas, patrocinadas por el Ayuntamiento de Valladolid y dirigidas y coordinadas por Pedro Sanz y Manuel José Navarro Jiménez.

Conferencias, actuaciones, presentaciones de libros y discos, cursos, exposiciones, homenajes, etc. han conformado un intenso programa durante seis días, para deleite de los aficionados al flamenco, que en Valladolid son muchos.

La Casa Revilla fue el escenario de las presentaciones. Los libros Amor por la danza, del crítico musical Benito Carracedo, sobre la vida y obra del bailaor Rodolfo Otero; Cantes de las Minas, cantes por Tarantas, del flamencólogo José Francisco Ortega Castejón, o Coplas para cante flamenco, la carpeta de Pencho Cros, del poeta y periodista Enrique Hernández Luike. Los audio-libros Don Antonio Chacón, por Carlos Martín Ballester, Presidente del Círculo Flamenco de Madrid; Jerez a Caballero Bonald por el flamencólogo José María Velázquez-Gaztelu (periodista con numerosos premios, autor de la serie de televisión “Geografía y Rito del Cante Flamenco” y actualmente directos del programa “Nuestro Flamenco” en Radio clásica de RNE) y el cantaor David Lagos, o Canela de San Roque. Por el hablar de la gente obra coral de Luis Soler Guevara, José Luis Vargas Quirós, Antonio Burgos García y Carlos Martín Ballester. Y la colección de CDs 60 aniversario del corral de la Morería por Juan Manuel del Rey, gerente de este mítico tablao madrileño.

Ya en el LAVA, el citado bailaor Rodolfo Otero y la mítica bailaora Blanca del Rey fueron objeto de un acto de reconocimiento y homenaje.

 

EXPOSICIÓN DE PACO MANZANO

Blanca Ávila Molina, conocida artísticamente como Blanca del Rey (desde su matrimonio con Manuel del Rey), es una coreógrafa y bailaora cordobesa que con tan solo 6 años ganó varios concursos de baile, a los 12 años ya actuaba como profesional, célebre como autora de la “Soleá de del Mantón” y que ha desarrollado gran parte de su carrera en el mítico Corral de la Morería, del que desde su retirada de los escenarios en 2011 es su directora artística.

A ella estuvo dedicada la exposición “Blanca del Rey, el mantón hecho arte”, una colección de impresionantes fotografías del fotógrafo Paco Manzano, con 40 años de experiencia profesional y especializado en actuaciones musicales en directo, lo que le ha permitido trabajar como fotógrafo para entidades como el Ministerio de Cultura, o la SGAE, ilustrar portadas de discos de afamados artistas como Enrique Morente, Enrique de Melchor, Rubén, Blades, Nuevo Mester de Juglaría, etc., artículos periodísticos o libros sobre temas musicales, y ser protagonista del libro Caballeros Flamencos. Una visión de Paco Manzano, editado por Everest en 2005.

 

CONFERENCIAS

Respecto a las conferencias, José Francisco Ortega Castejón disertó sobre “La malagueña de Enrique el Mellizo”. Señaló las versiones sobre la procedencia de este palo, con versiones que le emparentan con los cantes indianos de ida y vuelta, e incluso con un origen morisco. Refirió que su antecedente son los fandangos malagueños, calificados como lascivos, siendo Francisco Antonio Enrique Jiménez Fernández, conocido como Enrique El Mellizo quien generó la mayor innovación en este palo ya que con él dejó de ser un cante “para atrás” (acompañante del baile) para convertirlo en un cante “para adelante”, creando escuela. De Enrique el Mellizo se sabe que hay algún registro grabado, ya que lo cita un artículo de prensa de finales del siglo XIX (el nació en 1848 y falleció en 1906), pero actualmente no se sabe nada de ese registro y solamente se conservan grabaciones de otros cantaores interpretando malagueñas estilo del Mellizo, ya que creó un estilo propio.

Otra conferencia corrió a cargo de Manuel José Navarro Jiménez, coordinador general del Festival Internacional del Cante de las Minas. Bajo el título “Pencho Cros: La voz flamenca de la desolación del minero”, repasó la vida de Fulgencio Cros, “Pencho Cros”, cantaor del pueblo, más inclinado a cantar para sus amigos, que en público: “no era un hombre de escenarios, su cante se engrandece en la intimidad”.

Hijo y nieto de partidarios (pequeños autónomos del sector de la minería), Pencho nace en La Unión (Murcia) en 1925, justo cuando comienza a decaer el esplendor que había vivido anteriormente el sector de la minería, lo que supone un descenso del poder adquisitivo de los trabajadores, la desaparición de muchos cafés cantantes. Hombre de variados oficios, trabajó como aprendiz en una fragua, cosiendo alpargatas, operario de diversos sectores, mecánico de buques, mecánico de refinería de petróleo. Trabajando en su juventud en el lavadero de la mina de su familia escuchó cantar a los mineros y sintió algo especial, interiorizó los elementos dramáticos de los que surge el grito del cante minero y la dureza de la clase trabajadora.

A partir de ahí, y de una forma autodidacta, con una personalidad magnética, se convirtió en el artista más importante de La Unión y arquetipo del cantaor minero, con un cante artesano (sin imitaciones) y genial que llevó la pena al cante minero.

Su arte hizo que recibiera constantes invitaciones para trasladarse a Madrid para dedicarse profesionalmente al cante. Según los entendidos, eso le hubiera convertido en un profesional de enorme éxito. Pero el apego a su tierra, el desapego a la fama, el compromiso con los cantes mineros, el no ser consciente de la figura flamenca que representaba… hizo que nunca aceptara, y aunque de forma esporádica actuó en Murcia, Madrid, etc., nunca quiso abandonar su pueblo, en el que era feliz enseñando y regalando su arte en tascas, tabernas y tablaos, con sus amigos, alejado de los grandes escenarios.

En el Festival Internacional de Cante de las Minas de La Unión, Pencho Cros lo fue todo. Como participante ganó tres veces el mayor galardón, la Lámpara Minera, y no le permitieron participar más. Fue jurado, pregonero, comentarista en programas de radio, promotor de jóvenes artistas, participó en recitales de promoción, etc.

Una enfermedad cardiaca provocó que los médicos le prohibieran todo lo que hacía en su vida nocturna en las tascas y tabernas: beber, fumar y cantar. Él hizo caso a medias: cantar no lo dejó del todo, porque no podía dejar de cantar. Hasta que el alzheimer, falleciendo en 2007.

José Monje Cruz, “Camarón de la Isla” es otro de los personajes protagonistas de estas conferencias, concretamente de la impartida por José María Velazquez-Gaztelu, titulada “Camarón en rito: veinticinco años”, con motivo del XXV aniversario de la muerte del artista gaditano.

Camarón, del que desde muy joven se convirtió en una promesa del arte flamenco, protagonizó una apertura en la expresividad del mismo, incorporando nuevos sonidos. Su traslado a Madrid, en aquel entonces considerada la capital del flamenco, provocó reacciones en contra en los círculos andaluces, que lo veían como una traición ya que les impedía controlar la fuente y pensaban que eso derivaba en perder la pureza. Camarón respondía que “la pureza no se pierde cuando la llevas dentro, yo voy a mi aire”. El artista de la isla de San Fernando, caracterizado por su naturalidad y su sonrisa cantando, experimentó con un flamenco no genuinamente andaluz estaba abducido por los cantes extremeños, fundamentalmente los tangos.

Esta conferencia contó con la proyección del capítulo dedicado a Camarón en la serie “Geografía y Rito del Cante Flamenco”

La última conferencia fue “Origen de la discografía flamenca: principales hitos y artistas”, en la que Carlos Martín Ballester fue relatando las etapas por las que ha pasado la discografía, desde el fonoautógrafo, con el que la voz humana era trasladada a papel, el fonógrafo basado en cilindros de cera y cuya aparición hizo pensar que desparecería incluso la profesión de notario, el disco de vinilo de doble cara, etc.

ACTUACIONES

En cuanto a las actuaciones, inició el ciclo El Pescao, un cantaor palentino con su particular estilo de flamenco blues y flamenco castellano pero muy gitano, acompañado por El Persa a la guitarra.

Antonio Flores Cortés “Rubio de Pruna”, artista galardonado con importantes premios y que ha trabajado con afamados artistas y actualmente lo hace en la compañía de Sara Baras. Estuvo acompañado a la guitarra por Antonio Luque “Patrocinio Hijo” logró una gran sintonía con el público.

Similar sintonía logró el día siguiente por David Palomar, que ha trabajado con artistas como Cristina Hoyos o Vicente Amigo. Lluis Llach, etc. Rafael Rodríguez le acompañó al toque.

El jueves fue el turno de los hermanos Lagos, David al cante y Alfredo al toque.

El sábado, último día de la Jornadas, le tocó el turno a Jerez, con la presencia estelar de Luis Fernández Soto “Luis el Zambo” y Juana Fernández de los Reyes “Tía Juana la del Pipa” dos artistas que han recorrido con gran éxito numerosos países, que representan la pureza del cante gitano y genuino de Jerez. Contaron con el virtuosismo a la guitarra de Miguel Salado y Alfredo Lagos.

El punto final de las Jornadas le puso Pedro Lérida “Perico Pañero” con sus influencias de los gitanos viejos del Campo de Gibraltar. A la guitarra le acompañó un estelar Antonio Carrión.

 

PRUEBAS SELECTIVAS

Como es habitual en todas las ediciones, las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid albergan una de las pruebas selectivas para el Festival Internacional del Cante de las Minas.

Con Paco Severo y Pepe Cros como jurados, actuaron los cantaores Alfredo Tejada, Eva Valle y Manuel Cuevas González, los bailaores Rocío Garrido y Jesús Herrera, y el guitarrista José Antonio Núñez Heredia “José de Pura”.

El malagueño Alfredo Tejada cuenta con dos discos publicados y una amplia trayectoria cantando ‘atrás’, para el baile de Eva la Yerbabuena, Pastora Galván, La Moneta, Rocío Molina, etc.

La zamorana Eva Valle, muy conocida y apreciada en Valladolid, repetía participación, después de haberlo hecho en la XII edición.

El gaditano José de Pura, familia de Rancapino, acaba de publicar su primer disco, De Chiclana a La Carbonería, y tiene un amplio historial acompañando a Pedro el Granaíno, Ezequiel Benítez o Manuel Cástulo, etc.

El donostiarra Jesús Herrera tiene un amplio currículum, habiendo trabajado con artistas de la talla de Eva “La Yerbabuena, María José Santiago, Antonio Canales, Cristina Hoyos en el espectáculo “Yerma”, Antonio Gades en el montaje de “Bodas de sangre”, etc. y actuado entre otros en  la Bienal de Sevilla y en países como Japón, Holanda, Inglaterra, Estados Unidos, Marruecos, Indonesia, China, Francia, etc.

La almeriense Rocío Garrido esa demás coreógrafa. Ha trabajado en la compañía de “La Lupi” en la obra Carmen de Bizet, y actuado con artistas como Antonio Reyes, Marina Heredia, Antonio Higuero, José Merced, El Pele, etc. Posee su propio espectáculo “No es lo que soy, es lo que siento”.

Gran nivel, pues, para unas pruebas selectivas que gozan de mucho prestigio: muchos participantes desean presentarse en Valladolid ya que en ediciones pasadas muchos de los participantes en Valladolid obtuvieron galardón. Por ejemplo la gran artista Rocío Márquez, ganadora de la Lámpara Minera en 2008.

Fernando Pastor

fotografías: Chuchi Guerra

Revista Atticus