SEMINCI 2014. Lunes 20, tarde. Diplomacia – El hombre más enfadado de Brooklyn. Chuchi Guerra y Luisjo Cuadrado

SEMINCI 2014. Lunes 20, tarde. Diplomacia – El hombre más enfadado de Brooklyn. Chuchi Guerra y Luisjo Cuadrado

Volker Schlöndorff a su paso por la SEMINCI. Foto: Chuchi Guerra
Volker Schlöndorff a su paso por la SEMINCI. Foto: Chuchi Guerra

Diplomatie (Diplomacia) de Volker Schlöndorff

En el año en que se cumple el centenario del comienzo de la I Guerra Mundial, la Seminci le ha dedicado un amplio espacio (un miniciclo) al cine/documental, pero en la sección oficial no podía faltar una película con trasfondo bélico. El arranque de Diplomatie es el ejemplo de cómo hubiera quedado Paris si el 25 de agosto de 1944 los alemanes hubieran volado la ciudad. Son unas imágenes aéreas de archivo de la devastación que sufrió la ciudad de Varsovia durante su asedio. Solo se ve destrucción, desolación, la ruina de una ciudad y de un pueblo. Así hubiera quedado París si el general alemán Dietrich von Choltitz hubiera obedecido al Führer ordenando la destrucción de todos los puentes, excepto el Pont Neuf, (con la consiguiente inundación de la ciudad al obstruirse el Sena y subir hasta 4 metros la altura del nivel del río), con la voladura de Notre Dame, la Ópera o la Torre Eiffel. Todos los principales monumentos llegaron a tener cargas explosivas adosadas a sus muros. Para impedir alcanzar este objetivo apareció la figura del cónsul sueco Raoul Nordling.

Fotograma de la película Diplomacia. Diplomatie-photo Jérôme Prébois @Gaumont - Film Oblige
Fotograma de la película Diplomacia. Diplomatie-photo Jérôme Prébois @Gaumont – Film Oblige

 

Si por la mañana, en Miss Julie, vimos un enfrentamiento interpretativo a tres bandas. Ahora, por la tarde el duelo interpretativo se centraba entre el diplomático (André Dussollier) y el general (Neils Arestrup). Está basada en una obra teatral de Cyril Gely que ha colaborado con el director en la elaboración del guion. Casi toda la película se desarrolla en un único escenario: el Hotel Meurice situado en la céntrica Rue Rivoli que tiene sus entresijos con historia. El diplomático supo llamar la atención del general y con artimañas lograr su propósito. Es de todos conocidos el final: París no llegó a arder. El general no es más que un soldado de alto rango, pero al fin y al cabo un soldado. Y debía obedecer sus órdenes. No podía volverse un sentimental. Pero la tentación de echarse para atrás era muy grande. París era una ciudad aclamada donde se miraban las grandes capitales europeas para ser un reflejo de su urbanismo, de su porte. Para evitar que esto sucediera Hitler dictó una orden para que en caso de que no se llevará a cabo el asalto final de París la familia del general fuera detenida y aniquilada. No hay tiros, apenas hay acción y sí mucho diálogo. La paz se construye con la palabra. Ese parece ser el mensaje. Dos grandes actuaciones para una buena película.

Merece una mención especial el cortometraje que se proyectó antes de esta película.
Se trata de La gran invención de Fernando Trias de Bes, escritor y economista. Es un falso documental ambientado en 2027 cuando se cumple el décimo aniversario de la disolución de la Unión Europea. Un cineasta descubre que la Unión Europea es un ardid del mismísimo Hitler para, en caso de salir derrotado en la guerra, crear esta institución que aglutine a todos los países europeos (la anhelada anexión) y así imponer la voluntad alemana (con moneda en común y todo). El debacle se produce cuando los países del sur: Grecia, Portugal, España e Italia, tienen que salir del euro. La alta inflación llevará a abandonar la Unión Europea a Holanda y Francia. Todo ese plan se escondió en una partitura: Invención a dos voces de J.S. Bach. Y al final los chinos nos colonizan. Una acertada propuesta, inteligente, con un punto cómico que al final deja un espacio para la reflexión: ¿y si fuera verdad?

Fotograma del corto La gran invención
Fotograma del corto La gran invención

La duración es de 20 minutos. Así que da para un tráiler:

 

 

The angriest man in Brooklyn. El hombre más enfadado de Brooklyn de Phil Alden Robinson.

Wposter

Es uno de los últimos trabajos como actor de Robin Williams. Y por eso está presente en este festival. Como una especie de rendido homenaje, ya que tan siquiera entra en concurso en la sección oficial. Es una película americana con cierto aire hollywoodiense. Es un hombre cabreado con el mundo al que le diagnostican que va a morir muy pronto. Lo curioso del caso es que le ponen hora. Solo le quedan 90 minutos de vida. De este tipo de películas hemos visto muchas. Situaciones reiterativas de hombre iracundo que se encuentra con otros y que piensa que están contra él. No se entiende con la familia. Y así un largo etcétera. Robin Williams haciendo de sí mismo. Ya se sabe: muecas, histrionismo y algún que otro chiste. Sería una pena que esta película pasara a la historia del cine por ser su último trabajo. Creo que tiene alguna otra pendiente de estrenar. Menos mal. Una película que no desagrada pero que aquí está desubicada. Se estrenará en las próximas semanas en las salas más comerciales.

También os dejo un tráiler

 

 

 

 

Otra imagen de Volker Schlöndorff durante la entrevista en Valladolid. Foto: Chuchi Guerra
Otra imagen de Volker Schlöndorff durante la entrevista en Valladolid. Foto: Chuchi Guerra

 

 

Luisjo Cuadrado

Chuchi Guerra

Revista Atticus

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