Exposición Roma en el bolsillo. Museo del Prado

Últimos días para la exposición Roma en el bolsillo en el Museo del Prado

 

El 9 de febrero –si no se prorroga- será el último para visitar la exposición Roma en el bolsillo en el Museo del Prado de Madrid.

Bajo el subtítulo “Cuadernos de dibujo y aprendizaje artístico en el siglo XVIMuseo-del-Prado-Exposicion-Roma-en-el-bolsillo-tablet-SamsungII”, se exhiben en el Edificio de los Jerónimos –espacio dedicado a las exposiciones temporales-, un conjunto de libretas de apuntes de diversos artistas tanto españoles como europeos, que portaban consigo en los viajes que realizaron a la Ciudad Eterna para completar su formación artística.

La mayoría de estos artistas patrios fueron becados por la Academia de San Fernando de Madrid, y reproducen, según el talento e inspiración personal de cada uno, diferentes monumentos como “fontane”; esculturas de la Villa Borghese; jardines; bellos y recogidos rincones; estudios anatómicos; y en general, como la misma Academia sugería a los alumnos, “las obras más dignas que encuentren en los templos, palacios, jardines, y fuentes, y los adornos antiguos y modernos donde quiera que los hallen”.

De los ocho becados, nos han llegado los libritos de memorias de cinco de ellos, teniendo especial relevancia e interés el de José del Castillo, por haberse conservado los tres volúmenes intactos del que estaba compuesto “su viaje”.

Es una exposición interesantísima, un ave “rara” que nos ofrece el gran museo de la capital. El recorrido expositivo se sumerge en un ambiente de luz tenue, que da pie a la reflexión, a la contemplación de estas “micro” obras –en su doble sentido, por ser algunas diminutas, y por ser de menor relevancia artística- dentro de sus cápsulas de cristal, y nos ofrecen un billete de ida a la Roma del siglo XIX. Muchas de estas representaciones, el gran público las reconocerá con facilidad. Otras han cambiado debido a sucesivas restauraciones, desapariciones… Siempre un juego con el visitante.

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El “Grand Tour” era un viaje de complemento a la formación artística que realizaban los artistas jóvenes a Italia para terminar su aprendizaje. Se puso de moda en el período de la Ilustración, sobre todo entre la aristocracia inglesa. Pero no sólo fueron los británicos los que dejaron constancia de las ruinas de Pompeya, la Villa Borghese en Roma o los mosaicos bizantinos de Ravenna. Esta exposición da fe de que los artistas españoles también trajeron a nuestro país, un siglo más tarde, los recuerdos de la capital italiana, junto con los grabados de Piranesi o copias de los paisajes venecianos de los vedutistas Canaletto y Guardi. Junto a ellos, se exponen también los cuadernos “británicos”, que sugieren más flema y menos intensidad, pero que se mantienen siempre fieles a su línea romántica, destacando los de Reynolds.

Y, por fin, junto a ellos, en el centro de la sala, el maestro Goya expone su propio cuaderno de viaje. Mucho más personal, más íntimo, más pasional. Muy a su modo. Pocas veces visto y expuesto.

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Para finalizar, una novedad en la exposición y un regalo para los amantes del arte más tecnológicos. Junto a las obras se prestan dispositivos electrónicos para visualizar de un modo más exhaustivo el contenido de los cuadernos de viaje. Un gran adelanto técnico. Una herramienta extra para los que nos dedicamos a la investigación y para el espectador curioso. Imperdible.

Más información (te puedes descargar los cuadernos en pdf)

Museo del Prado

Un vídeo

Almudena Martínez

Revista Atticus

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