Comentario: Efectos secundarios de Steven Soderbergh

Efectos secundarios

Amor, dinero, poder y otras sustancias.

WWcartel final EFECTOS SECUNDARIOS

Película: Efectos secundarios.

Título original: Side effects.

AKA: The bitter pill.

Interpretación: Jude Law (Dr. Jonathan Banks), Rooney Mara (Emily Taylor), Catherine Zeta-Jones (Dra. Victoria Siebert),  Channing Tatum (Martin Taylor), Vinessa Shaw (Dierdre Banks).

Dirección: Steven Soderbergh. País: USA. Año: 2013.

Duración: 106 min. Género: Drama, thriller.

Guion: Scott Z. Burns.

Producción: Scott Z. Burns, Lorenzo di Bonaventura y Gregory Jacobs.

Música: Thomas Newman.

Fotografía: Peter Andrews. Montaje: Mary Ann Bernard.

Diseño de producción: Howard Cummings. Vestuario: Susan Lyall.

Distribuidora: eOne Films Spain.

Estreno en USA: 8 Febrero 2013. Estreno en España: 5 Abril 2013.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Sinopsis

Una próspera pareja neoyorkina, Emily (Rooney Mara) y Martín (Channing Tatum), comienza a sentir que su mundo se desmorona. Emily ha intentado suicidarse después de que su marido regresara a casa tras pasar unos años en prisión.  Incapaz de superar su depresión, Emily acude a un siquiatra, el Dr. Jonathan Banks (Jude Law), que le receta una medicación para calmar su ansiedad. La situación en la pareja parece volver a la normalidad. Vuelve el amor y la armonía. Pero el fármaco tiene unos inesperados efectos secundarios que amenazan con destruir no solo la vida de Emily sino la de todos los que la rodean…

Comentario

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Todo hacía pensar que Efectos secundarios pertenece a ese grupo de películas que ponen a parir a las farmacéuticas por su afán desmedido de riqueza en detrimento de la salud de los pacientes, precisamente a aquéllos a los que se pretendía curar. Hay varias películas que son un buen ejemplo de ello. Son cintas que nos hablan de los perniciosos efectos secundarios de los medicamentos o cómo silencian resultados que de salir a la luz nunca jamás se hubieran aprobado para el consumo humano, en definitiva, para recetar a un enfermo. Me quedo con El jardinero fiel (Fernando Meirelles, 2005) como una de las mejores. Aunque existen otros muchos ejemplos con solo cambiar la industria farmacéutica por alguna otra como por ejemplo la inmobiliaria y sus consecuencias al acercarse a los políticos en La trama  (Allen Hughes, 2013) que curiosamente participa Catherine Zeta-Jones.

Pero en este caso estamos ante un thriller (tendríamos que empezar a utilizar su término en castellano: película de suspense). Una intriga que, en este caso, se caracteriza por los efectos secundarios que la medicación produce en la joven protagonista Emily que no recuerda nada de lo que le pasa durante un momento en el que tiene una pérdida de conciencia. ¿Se la puede considerar responsable de sus actos?

Durante buena parte de los primeros minutos de Efectos secundarios asistes tenso, expectante a lo que sucede en la pantalla. Te das cuenta de que no pasa nada, pero que va a pasar. Es algo extraño. Pero te mantiene en tensión y eso es un logro. Porque cuando ya te has hecho una idea de por donde discurre la anunciada última película de Steven Soderbergh, todo gira y nada es lo que era.

El conflicto que el director plantea se puede resumir de forma muy breve: una chica triste que ha perdido las ganas de vivir acude a un siquiatra, buen profesional, pero que tiene necesidad de ganarse un dinero extra. Y le receta un medicamento que le quita la libido, otro se lo potencia pero le da sueño y otro… Y no voy a desvelar más de la trama y subtramas. Me encuentro con un reto difícil de contar cosas de Efectos secundarios sin desvelar nada que eche por tierra la inocencia del espectador a la hora de ver este film. Creo, y en esta ocasión más que nunca,  que cuanto menos se sepa de su argumento mejor.

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Soderbergh es un prolijo director muy solvente. Desde Sexo, mentira y cintas de vídeo (1989) hasta Contagio (2011) pasando por Erin Brockovich (2000), la saga Ocean Eleven’s o la El buen alemán (2006) son algunos de los buenos ejemplos. Son de esos directores que ya tiene a sus fans y acuden a ciegas a ver sus películas. Aquí, una vez más demuestra el gran manejo de la cámara y una gran solidez en lo que narra.

En cuanto a los actores. Excelente actuación de la joven, atractiva y enigmática Rooney Mara. En su corto currículo tiene en su haber varias actuaciones en distintas series pero la interpretación que le lanzó a la fama es la de Lisbeth Salander de la saga nórdica de Millenium (en su versión americana, en 2011) que le llevó a ser nominada en varios premios. Mara ejerce en la pantalla un magnetismo asombroso. Habrá que estar atentos a su carrera. Jude Law está más que correcto. Se muestra muy solvente.  Me pasa una cosa con este actor. Cada vez que le veo en pantalla, y más en esta ocasión, no dejo de verle esa pequeña isla de pelo que se le va quedando en lo alto de la frente. Y me pierdo en la bobada. Qué le vamos a hacer se me va la mente. Al volver a la tierra descubro a la Zeta-Jones con un pequeño papel que no desmerece en nada a sus compañeros de reparto.

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El resultado final es una película entretenida, con un guion muy original, que nos plantea algunos conflictos éticos de los profesionales antes las farmacéuticas; el cómo nos entregamos, de forma ingenua, a las recetas de los siquiatras y que al final todo gira para desentrañar como conviven el amor, el poder y el dinero no solo en la consulta de los profesionales médicos sino en nuestra vida cotidiana. Lo que al principio creíamos que era un documental de denuncia se convierte en un atractivo thriller. Vayan al cine y cuenten su opinión. Al término de este comentario acaban de publicar la noticia de los problemas financieros por los que atraviesa Alta Films, la productora, distribuidora y exhibidora cinematográfica de Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine. Si desaparece, desaparecerán salas de cine que se volcaban en el cine independiente y en ofrecer versiones originales. Como pueden entender esto supone una gran pérdida, un paso más hacia el consumo de cine como un producto comercial en busca de la taquilla fácil y el llenazo de las dos primeras semanas. Una lástima y una tremenda pérdida, que supone un nuevo ataque a la diversidad. Lo dicho: ¡vayan al cine!

Os dejo un tráiler:

Luisjo Cuadrado

Revista Atticus

 

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