La exposición «El último Rafael» llega al Museo del Prado, Madrid

La exposición «El último Rafael» llega al Museo del Prado, Madrid

Bindo Altovitti Rafael Óleo sobre tabla, 59,7 x 43,8 cm h. 1516 - 1518 Washington, National Gallery of Art, Samuel H. Kress Collection 1943.4.33

El Museo del Prado presenta la exposición «El último Rafael». Constituye una de las más importantes dedicadas al artista y su taller y la primera muestra que se centra en los años finales. Una etapa productiva que le convirtió en el pintor más influyente del arte occidental. La exposición está organizada junto con el Musée du Louvre (acogerá la exposición entre octubre y enero de 2013) y está patrocinada por la Fundación AXA. Rafaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483 – Roma, 7 de abril de 1520) conocido como Rafael de Urbino o, simplemente, Rafael fue pintor y arquitecto del Alto Renacimiento. La exposición traza un recorrido cronológico con setenta y cuatro obras en total (muchas de las cuales no se habían expuesto anteriormente en España). Las obras se centran en la producción de sus últimos años, desde el inicio del pontificado de León X (1513) hasta su muerte (1520) y en las de sus principales discípulos, Giulio Romano y Gianfrancesco Penni (finales de 1524).

Uno de los principales retos al afrontar el montaje y programación de esta exposición ha sido la de establecer la frontera entre las obras ejecutadas por Rafael y las realizadas con la ayuda y participación de sus discípulos: Giulio Romano (h.1499 – 1546) y Gianfrancesco Penni (h. 1496 – 1528).

El objeto de la muestra son las pinturas de caballete, pero no hay que olvidar que Rafael fue pintor de frescos (estancias vaticanas –mientras su rival Miguel ángel pintaba la Capilla Sixtina-), diseñador de cartones para tapices y arquitecto (se hizo cargo de la construcción de San Pedro a la muerte de Bramante).

Por primera vez en España, se reúnen obras maestras como la Santa Cecilia (1515-1516), la Visión de Ezequiel (1516-1517), el retrato de Bindo Altoviti (h. 1516-1518), Fiammetta Soderini (h. 1518-1520), Virgen Wellington (1516-1518) o el archiconocido Retrato de Baltasar de Castiglione (ca. 1519), o el enigmático Autorretrato con Giulio Romano (1519-1520).

Los dos museos que organizan la exposición son propietarios de la mayoría de las obras que se presentan: cuarenta y cuatro pinturas, veintiocho dibujos, una pieza arqueológica y un tapiz; procedentes de cuarenta instituciones distintas. El público podrá, mediante la comparación, identificar la participación del maestro y alumnos (Romano y Penni) en las obras, así como dilucidar la contribución intelectual y estética de éstos a la obra de Rafael.

«El último Rafael» en detalle

Comisariada por Paul Joannides (Cambridge University) y Tom Henry (experto independiente), «El último Rafael» se presenta primero en Madrid, bajo la coordinación científica de Miguel Falomir -Jefe de Departamento de Pintura Italiana – desde el Museo del Prado, y entre el 8 de octubre y 14 de enero de 2013, con algunas variaciones respecto a la primera sede, en el Musée du Louvre de París donde será Vincent Delieuvin –conservador de pintura italiana del siglo XVI en el Louvre-, quien ejerza la coordinación científica.

Son seis las secciones en las que se divide la exposición.

I – Cuadros de altar
Los cuadros de altar que Rafael pintó en Roma bajo el pontificado de León X se exportaron tanto a Nápoles, Palermo, Bolonia o Francia. Aunque la mayoría ostentan la firma raphael urbinas («Rafael de Urbino»), ello no significa que en muchas de estas obras la participación del taller no fuera sustancial, y de hecho, en algún caso la ejecución íntegra corrió a cargo de un ayudante.

Solo la Virgen del pez es considerada como una «sacra conversazione» tradicional. La «sacra conversazione» se puede considerar con un género pictórico dentro de la pintura religiosa. Se representa a la Virgen con el Niño, acompañada alguno de los santos manteniendo una actitud relajada, no hierática (como era habitual antes del Renacimiento). También, en algunas ocasiones, se suele acompañar del comitente (el que paga la obra) o el donante.
Las demás obras, presentes en este capítulo, a excepción de Santa Cecilia, son composiciones narrativas en las que Rafael quiso reformular el cuadro de altar tradicional.
Un claro ejemplo lo constituye la Visión de Ezequiel. Al contemplar la obra podemos ver como el arte de Miguel Ángel (con su Capilla Sixtina) está presente, sobre todo en la figura de Cristo. Cristo es llevado en volandas por dos angelitos y a su alrededor, una criatura con cara de hombre (identificado como el evangelista Mateo) un león alado (Marcos), un buey alado (Lucas) y un águila (Juan) que sirven de trono al Creador. Luce un aspecto visionario con esa áurea fulgurante de iluminación dorada y resplandor divino. Esta obra parece anticipar la Transfiguración. La obra muestra los elementos constantes de la producción del artista italiano, como son los brillantes colores y la expresión dulce de alguna de las figuras con su poderoso dibujo.

II – Vírgenes y Sagradas Familias de gran formato
Fueron numerosas las variaciones que hizo Rafael, en Roma, sobre el tema de la Sagrada Familia, más que las que dedicó a la Virgen con el Niño. En muchas de ellas añadió a san José, a santa Ana y san Juanito. Son muchos los problemas para establecer una datación fehaciente, así como el grado de participación de sus ayudantes, como es el caso de La Perla, que se encuentra entre sus grandes obras maestras. Se trata de una obra que regalaron a Felipe V (1649). Es una Sagrada Familia que pasó a ser conocida como «La Perla» pues así era considerada por el monarca, como la joya de su colección. En primer término, en medio del paisaje, se sitúa la Virgen y santa Isabel, acompañados por Jesús y san Juanito. Al fondo, en penumbra, se puede distinguir una figura varonil. Se trata de san José, un personaje que no puede faltar en estas composiciones. Una composición piramidal y muy del gusto renaciente y reiterativo en la obra de Rafael.

La Virgen de los candelabros Rafael y taller Óleo sobre tabla, 65,7 x 64 x 1,9 cm (sin engatillado). Diam. 65,8 cm h. 1513 - 1514 Baltimore, The Walters Art Museum. Acquired by Henry Walters

III – Vírgenes y Sagradas Familias de pequeño formato
Estos cuadros, de pequeño formato, son donde primero se puede identificar y dónde mejor se aprecian las contribuciones individuales tanto de Giulio Romano como de Gianfracesco Penni.
Se inicia la sección con los trabajos de Giulio y continúa (en las paredes del fondo y laterales) con la producción de Penni. El conjunto nos revela el carácter individual y las limitaciones de estos artistas y realza la contribución de Rafael.

IV – Giulio Romano
Giulio fue un pintor versátil y ambicioso. Las obras que podemos contemplar en esta sección son representativas de su evolución sin la tutela de Rafael. Destacan La Déesis (Cristo en gloria con santos) de Parma y el gran cartón de la Lapidación de San Esteban que hizo como preparación de un cuadro destinado en Génova.

V – Retratos
El retrato en el Renacimiento tomó nuevos aires con la irrupción de Rafael. Sus retratos se pueden dividir en dos grupos. Por un lado los retratos oficiales y por otro los de los amigos. Al primer grupo pertenecen; papas, cardenales y otros altos personajes. Son encargos ejecutados, a veces, en muy poco tiempo. Y en el segundo grupo se encuadran loa retratos que Rafael hizo a sus amigos, posiblemente como un regalo. Son de una calidad más alta que los anteriores y no se detecta una participación de su taller. La invención de Rafael reside más en la ejecución pictórica que en la forma. Su Autorretrato con Giulio Romano se considera como un legado pictórico, como un testamento artístico. Es una pintura en la que el maestro Rafael aparece apoyando su mano izquierda en el hombro del joven discípulo.

VI – La Transfiguración
La Transfiguración fue un encargo hecho a Rafael por el cardenal Giulio de Médicis, hacia 1516, para la catedral de Narbona. Sebastiano del Piombo, queriendo revitalizar con Rafael consiguió que el cardenal le encargase un segundo cuadro. La primera, pro la muerte de Rafael quedó retenida en Roma y hoy se encuentra en los Museos Vaticanos y la de Sebastiano se mandó a Narbona y hoy se encuentra en la National Gallery de Londres. El taller de Rafael recibió el encargo de hacer una réplica del original rafaelesco, que llegó a España en el siglo XVII. La copia es la que podemos contemplar en la exposición junto con trece dibujos preparatorios hechos por Rafael (y Giulio Romano). Gracias e ello se puede reconstruir la secuencia de la ejecución de la obra. Rafael se dio cuenta de que podía acrecentar el dramatismo de la obra combinando la Transfiguración con la presentación de un muchacho poseído a los apóstoles. La parte superior narra la transfiguración de Cristo en el monte Tabor. Jesucristo aparece transfigurado, flotando entre nubes suavemente iluminadas, perdiendo materialidad para transformarse en Espíritu Santo entre los profetas Moisés y Elías. En la parte inferior, Rafael representa a los apóstoles intento liberar a un niño poseído de los demonio (o epiléptico). Hasta que la llegada de Cristo obra el milagro y al final es curado. Es un cuadro que preconiza el manierismo, con esas posturas estilizadas u retorcidas, sobre todo en la parte inferior. Pero también anuncia el barroco como se evidencia de la tensión dramática de esas mismas figuras y, sobre todo, por el fuerte claroscuro. Con lo cual estamos ante una nueva tipología de cuadro que va a marcar todo el curso del siglo XVI. Ahí radica algo de la grandeza del gran artista Rafael de Urbino, o simplemente Rafael.

Baldassare Castiglione Rafael Óleo sobre lienzo, 82 x 67 cm 1519 París, Musée du Louvre. Département des peintures. Collection de Louis XIV © 2007 Musée du Louvre / Angèle Dequier 3. San

Catálogo
Como viene siendo habitual en estas magnas exposiciones que se celebran el Museo del Prado, la institución ha editado español e inglés, un catálogo. Consta, además de los textos institucionales, de un texto científico a cargo de Tom Henry, historiador del arte, y Paul Joannides, profesor de Historia del Arte de la Cambridge University, ambos comisarios de la exposición, el segundo, a cargo de Ana González Mozo, investigadora del Gabinete de Documentación Técnica del Museo Nacional del Prado, sobre la técnica pictórica de Rafael en Roma y, un tercero, que consiste en un estudio técnico de los cuadros del Musée du Louvre escrito por Bruno Mottin, Élisabeht Ravaud, Gilles Bastian y Myriam Eveno del Centre de Recherche et de Restauration des Musée de France.
Además en la publicación se pueden consultar 50 fichas técnicas en las que se estudian, agrupadas en conjuntos coherentes todas las obras de la exposición.
Esta publicación en encuadernación rústica español e inglés tiene un PVP de 35 €.

Régimen de acceso a la exposición
La tarifa única de entrada al Museo es de 12 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones habituales ya establecidas) y permite la visita a la colección permanente, la exposición «El último Rafael» y a las exposiciones temporales coincidentes con su calendario de apertura.
El horario de visita a la exposición será de lunes a sábado, de 10 a 20h, y domingos o festivos, de 10 a 19h.

Más información:
http://www.museodelprado.es/exposiciones/info/en-el-museo/el-ultimo-rafael

El vídeo:

Luis José Cuadrado

Revista Atticus

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