“Helen Levitt: Lírica urbana” en Valladolid

“Helen Levitt: Lírica urbana”

Una vez más, la Sala de Exposiciones de San Benito va a albergar la obra de uno de los grandes fotógrafos del siglo XX: Helen Levitt (1913 – 2009). La exposición, que se podrá visitar del 24 de febrero al 3 de abril de 2011, recoge fotografías de la autora desde el año 1936 a 1993 bajo el título de “Helen Levitt: Lírica urbana”. La presentación estuvo introducida por Mercedes Cantalapiedra y desgranada por Jorge Ribalta.

De la primera intervención, Mercedes Cantalapiedra destacó la importancia de la fotógrafa a la hora de comprender la compleja estructura social que calaba durante los años 30, especialmente, por el carácter documental de su obra que retrata con precisión el período previo a la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos. Se refirió, también, a la excelente capacidad de la autora para combinar elementos de surrealismo poético a la hora de plasmar la vida de Nueva York, con el realismo imperante en la sociedad norteamericana y su cultura popular. Añadió que Helen había sido fuertemente influenciada por Cartier-Bresson, de quien aprendió que la fotografía podía ser un auténtico arte. Este fotógrafo francés, considerado como uno de los padres del fotorreportaje, la enseñó también a mantenerse al margen, guardando los sentimientos humanos del autor en el bolsillo de la anécdota cuando se observa, a través de la cámara, la realidad más macabra, buscando precisamente para conservar esa forma de entender el arte fotográfico como un elemento documental y no pasional. De esta manera, a través de la obra de Helen podemos apreciar la vida urbana de la gran ciudad, su rutina, su día a día. Cantalapiedra mencionó, a su vez, el gran sentido metafórico que la autora otorga a sus fotografías, representando a niños, pobres y desgraciados sobre un fondo de humor ácido. Helen, como decía Mercedes, estuvo también influida por el director de cine español, Luis Buñuel, pues esta fotógrafa dedicó una breve parte de su vida a la pasión por el cortometraje. Finalmente, la concejala de Cultura, Comercio y Turismo apuntó que la exposición tenía el objetivo de servir como reclamo y memorial de una fotógrafa injustamente desconocida.

Tras la breve introducción, intervino Jorge Ribalta con una explicación exhaustiva de lo más interesante de la autora. Empezó por definir la obra bajo el adjetivo de “canónica”. Recordó que Helen Levitt era la autora menos conocida de las tres mujeres que representan la fotografía americana de mediados de los años 30. Explicó que la causa de esta ausencia de celebridad podría encontrarse en la escasez de su obra y su tardío reconocimiento. Dio importancia a la longevidad de su vida (96 años) porque le permitió conocer casi todo el siglo XX. Hasta su muerte, se la solía conocer como “la última superviviente” de la fotografía moderna en el contexto de los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Fue precisamente en estas circunstancias cuando surgió la idea de documental. Jorge Ribalta mantiene que hay cuatro condiciones que facilitaron la llegada del documental. Entre ellas sobresalen dos: la primera, las nuevas técnicas tales como la prensa ilustrada, el fotoperiodismo moderno o el nacimiento de la cámara de pequeño formato; y la segunda,  la crisis económica que trajo un poderoso antagonismo político (la democracia frente al fascismo) y una nueva clase social marginada que ganaba terreno en las sociedades occidentales. Así mismo, Jorge resaltó dos de las influencias principales que Helen Levitt recibió, destacando, por una parte, el nacimiento de una cultura fotográfica con un tremendo espíritu poético que se oponía a los cánones anteriores y, por otra, el surgimiento de un círculo de grandes figuras americanas como Walker Evans o James Agee. Entre los temas principales de la fotógrafa encontramos permanentemente la presencia de niños, los desposeídos o el mundo de la calle, siempre enfocando su parte risueña y alegre de la vida, contrastándola con la miseria pero sin enfatizar su carácter de víctimas, como si su visión hiciera referencia a la dignidad de los pobres, a la paradoja. Incidió también en la eterna búsqueda de la musicalidad, la armonía y la danza, tratando de retratar a través de sus fotos la propia coreografía del mundo plasmada en la calle. Según Jorge, esta exposición pretende releer y reinterpretar uno de los grandes fotolibros del siglo XX, “A Way of Seeing”, publicado por Helen Levitt en 1965 y que supuso un gran hito en su vida profesional. Finalizó señalando que en la exhibición se pueden ver tres historias distintas: la del propio artista y su creatividad; la modernidad de la fotografía a través del documental; y la historia de Nueva York que, de la mano de Helen Levitt, recorre una larga travesía desde los años 30 (con el presidente Franklin D. Roosvelt) hasta los años 80 (caracterizado por las políticas de Ronald Regan).

Si observamos con profundidad las fotografías, podremos sentir cómo Helen Levitt nos evade y nos traslada hasta un mundo mágico y ficticio, el de la infancia, el de la inocencia, un espacio que no entiende de pobreza ni riqueza, de clases sociales, apariencias ni tampoco comprende la seriedad de un mundo excéntrico y egoísta. Prueba de ello es una instantánea que recoge el siguiente mensaje escrito con tiza sobre una pared: “Button to secret passage. Press”. En español: “Botón de entrada al pasaje secreto. Presionar”.

En otra fotografía aparecen varios jóvenes “luchando” con palos, seguramente por una princesa inexistente o por cualquier otra razón que hiciera merecer a esa edad batirse en un duelo “de tal calibre”. De fondo se descubre un muro con frases narrando las ilusiones, los sueños y los anhelos que se esconden detrás de cualquier batalla, que se ocultan tras el telón del tedio en cuanto rascas la superficie engominada y que, al final, motivan cualquier vida por desdichada que sea. Una maravilla.

 Sala Municipal de Exposiciones San Benito

La exposición permanecerá abierta hasta el 3 de abril

 PROGRAMA DE VISITAS GUIADAS

Durante esta exposición -que se dirige a todos los públicos-, ofrecemos visitas dialogadas para escolares, asociaciones y colectivos que consisten en un recorrido por la muestra en el cual se proponen diferentes actividades y preguntas abiertas para reflexionar sobre las obras expuestas. Los grupos interesados en participar, pueden reservar día y hora en el teléfono 902 500 493

Además, sin necesidad de concertar cita previa, se ofrecen visitas comentadas a la exposición para todos los públicos de martes a domingo a las 20:30h y los domingos también a las 13:00h.

Elías Manzano Corona

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