Cisne negro – Black Swan

CISNE NEGRO

Ficha Técnica

Dirección: Darren Aronofsky

Producción: Mike Medavoy, Arnold W. Messer, Brian Oliver, Scott Franklin

Música: Clint Mansell

Coreografías de ballet: Benjamin Millepied

Vestuario: Amy Westcott

Intérpretes: Natalie Portman (Nina), Vincent Cassel (Thomas Leroy), Mila Kunis (Lily), Barbara Hershey (Erica), Winona Ryder (Beth)

Título original: Black Swan

Género: drama

Año de producción: 2010

Nacionalidad: EE UU

Duración: 1 h 48 min

Distribuidora: Fox Searchlight Pictures en asociación con Cross Creek Pictures

Cisne Negro o el cuento dentro del cuento -la obra de arte dentro de la obra de arte- se estrena en las salas españolas el 18 de febrero de 2011 y viene avalada por la crítica tanto estadounidense como europea. En el centro de un reparto de actores secundarios excelente, destaca su protagonista, Natalie Portman, la actriz principal, tanto de la película como del ballet sobre el que versa la misma.

La historia de Black Swan se comenzó a gestar diez años antes del comienzo de su rodaje. Su director, el casi desconocido neyorquino Darren Aronofsky, decidió a llevarla a cabo cuando encontró a los actores y el contexto adecuados. El núcleo del film gira en torno al mundo del ballet, que para él no es desconocido, ya que sus hermanas se dedicaron a la danza desde niñas. Un universo de sensaciones, acontecimientos y realidades se postran ante él mostrándole la cruda realidad: tendones rotos, trastornos alimenticios, sangre en pies y manos, lágrimas, duros ensayos y entrenamientos… Todos ellos son los verdaderos artífices, desde las bambalinas, de la magia, sueño, luz, belleza y perfección que inunda al espectador cuando va a presenciar el espectáculo.

La trama se centra en el personaje de Nina (Natalie Portman), prometedora bailarina de una compañía de ballet de Nueva York, que vive exclusivamente por y para la danza. Su mundo gira en torno a una habitación infantil de cajas de música, muñecos de peluche y una madre posesiva y obsesiva cuyo sueño dorado en su juventud fue también ser “prima ballerina” pero que se vio truncado por el nacimiento de su hija. Nina es elegida para el papel de La Reina de los Cisnes en el famoso ballet El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky, sustituyendo a la hasta entonces primera bailarina de la compañía, Beth Macintyre (Winona Ryder), vieja y desgastada (a pesar de su juventud) para seguir siéndolo. A partir de este momento, sus paranoias y obsesiones de perfección se manifiestan y se acentúan cada vez más. A este clima tormentoso contribuye el ambicioso director artístico de la compañía, Thomas Leroy (Vincent Cassel), que sólo ve en Nina la representación del virginal e inocente Cisne Blanco, pero no el necesario lado oscuro del Cisne Negro. Para aumentar aún más la presión, aparece en escena Lily (Mila Kunis), que viene de San Francisco para cubrir el puesto de uno de los cisnes corales, pero que poco a poco comienza a convertirse en el alter ego oscuro de la protagonista. La rivalidad entre ambas crece poco a poco, y el lado sombrío de Nina comienza a aparecer según avanza el metraje.


Natalie Portman está soberbia en su papel, por otra parte muy complejo. Aronofsky le obligó a que perdiera doce kilos para meterse en la piel de Nina, retomó los pasos de ballet -casi olvidados desde que era una adolescente-, experimentó una vida monacal -ni bebía, ni comía, ni fumaba durante los meses de rodajes y extenuantes ensayos, fue apartada de sus amigos, y vivió en exclusiva para el rodaje del film. Su cambio es más que notable desde el principio de la película hasta el final, con grandes sorpresas en un drama que se va conviertiendo en un thriller psicológico con un final abierto para la meditación del espectador.

Temas como los trastornos psicológicos que implica la profesión de bailarina, la bulimia, anorexia, la autolesión, la obsesión con la perfección de la propia persona, el sexo y la frigidez, los abusos de poder, la competitividad… son algunos de los que aborda Cisne Negro, sólo mencionando los más importantes.

Muy merecidos son todos los premios y nominaciones internacionales que ha recibido la actriz israelí por este papel, entre ellos el Globo de Oro a la Mejor Actriz de Drama. El 90% de las escenas de baile las rodó ella misma sin necesidad de dobles, y los cambios físicos son los que experimentó su cuerpo en el transcurso de la narración fílmica.

La carrera de Darren Aronofsky como director no es muy larga. De hecho, siempre ha sido reconocido como un director de carácter independiente en festivales como el de Sundance, con películas como Pi o Réquiem por un sueño. Con El Luchador (The Wrestler, 2008) recogió galardones como el León de Oro en el Festival de Venecia o nominaciones en los Bafta de ese mismo año. 2011 es su año porque con Cisne Negro el reconocimiento le ha llegado de parte de crítica y público por igual.

El elenco de actores secundarios es maravilloso. Magnífica la veterana Barbara Hershey, agobiante madre, que recuerda a otras progenitoras inolvidables como la de Carrie o a la actriz Joan Crawford y la relación destructiva que mantuvo con sus hijos adoptivos a los que maltraba psicológicamente. Espléndida también Mila Kunis, en el papel de Lily, a la que mantuvo alejada de su gran amiga Portman para aumentar la tensión y la rivalidad entre ellas. Merecidísima su nominación al Globo de Oro como Mejor Actriz Secundaria de película dramática. No termino de creerme el personaje de Beth en Winona Ryder, en un papel que vuelve a repetir, tras La vida privada de Pippa Lee. El rol de mujer deprimida, atormentada y cansada le está estancando y su carrera no termina de remontar el vuelo tras su magnífico despegue en los noventa.

Para concluir, me gustaría resaltar el papel fundamental que juegan el vestuario -diseñado por Amy Westcott- y el maquillaje. Ambos se convierten en cómplices de los dos cisnes. La dualidad del blanco y el negro es evidente: tutús, maillots, toreras y medias para Portman; contra leggings, tatuajes, y look smoky en el rostro de Kunis. Todo ello hace que sea una película íntima, evocadora, elegante… Perfecta en su narración, interpretación y en los giros que va dando la historia. Recomendada para los amantes de la danza, para los de las buenas interpretaciones, y los que aman la psicología, las historias intrincadas y los finales abiertos, el ambiente onírico, el drama, el thriller y el arte en general.

Almudena Martínez Martín

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