ASCENSIÓN AL MONT BLANC 08

ASCENSIÓN AL MONT BLANC 08

 

A mediados de agosto llegué a la mítica y hermosa villa de montaña francesa Chamonix con el fin de escalar el Mont Blanc junto a tres clientes catalanes y mi amigo guía de montaña vasco, Xabier Erro. La cumbre de este macizo granítico es de 4810 metros de altitud y es la más alta de los Alpes.

 

Me cuesta mucho salir de mi asombro y no puedo creer que me encuentre ante estas impresionantes y famosas montañas. La historia del montañismo tuvo sus comienzos en este lugar. Por mi mente desfilan gran cantidad de nombres que se transformaron en leyenda, Ricardo Cassin, Walter Bonatti, Herman Bull, Reinhold Messner, ellos fueron los actores y estas montañas fueron el escenario.

Antes mis ojos se presentan el Dru, la Aguile du Midi con sus imponentes paredes de roca “casi” lisa, el Mont Blanc du Tacul, el Mont Moudit, y por supuesto el impresionante Mont Blanc cubiertos de nieves y glaciares eternos.

Esa tarde caminamos por las calles de Chamonix, nos dirigimos a las dos farmacias del pueblo donde publican el parte del tiempo gratuito para todos los montañistas, y ohhhh!!!! sorpresa el parte meteorológico dice que se pronostica dos días de mal tiempo, con lluvia en el valle y fuertes nevadas sobre los 2500m. Sabemos que estos “reportes” del tiempo en los Alpes tienen una precisión casi perfecta.

Así que nos resignamos a pasar dos días recorriendo Chamonix, donde nos encontramos a una gran cantidad de montañistas de todo el mundo que están a la espera que el tiempo les dé una oportunidad.

El ambiente en el pueblo es distendido y los bares y cafés se llenan de gente que busca relajarse un poco antes de la aventura, creando un ambiente cálido y agradable, donde se mezclan lenguas de diferentes partes del mundo y se pueden escuchar historias relacionadas con el montañismo. Nos encontramos con amigos de Xabier con los que compartimos experiencias y anécdotas de viajes a montañas de diversa índole y dificultad, mientras tanto afuera sigue la lluvia torrencial.

Por fin, luego de dos días, el cielo amanece soleado y nos ponemos en marcha. Tomamos el teleférico que nos deposita en la estación del famoso Tren de Cremallera del Mont Blanc, esperamos solo cinco minutos y abordamos el tren. Luego de media hora llegamos a la estación Nido de Águilas donde finaliza el recorrido el tren. Desde allí comienza la caminata de dos horas y media hasta el Refugio Tete Rouge (3200 metros), donde descansaremos.

Cenamos a las seis de la tarde y a la cama!!!! Esto se debe a que tenemos que partir a la 1AM para poder llegar a la cumbre por la mañana, y de esa forma bajar antes de que el sol comience a calentar demasiado la nieve, la vuelva inestable y así evitar los peligros de una temida avalancha.

Ruta hasta la cumbre del Mont Blanc

Nos levantamos a medianoche para desayunar y el refugio se sumerge en una frenética actividad. A la una en punto estamos en la puerta encordados y listos para comenzar la ascensión.

Los primeros 500 metros de desnivel transcurren en plena oscuridad por una pared de III grado de dificultad. Las piedras zumban a nuestro alrededor provenientes de las cordadas que escalan por delante nuestro. A las cinco de la mañana llegamos al refugio Gouter donde se nos unen más cordadas que han pasado la noche en él.

Luego de un pequeño descanso dejamos atrás el refugio atravesamos pendientes y domos nevados, cruzamos gran cantidad de grietas, y en un pequeño plató divisamos el refugio de emergencia Vallot. La temperatura es baja y la altura se deja sentir. Varias cordadas emprenden el regreso o se “desmembran”, me aseguro que mis clientes están bien y les animo a continuar.

Finalmente detrás de un domo nevado logramos alcanzar la finísima arista terminal, que nos depositará en la nevada cumbre. Unos pasos más y a las 9:10 de la mañana estamos en la cumbre!!!!!

 

Estamos locos de alegría, nos abrazamos y felicitamos, apreciamos los maravillosos paisajes alpinos y no dejan de sorprenderme el imponente macizo de las Grandes Jorasses y a unos 3000 mil metros bajo nuestros pies se puede divisar claramente el pueblo de Chamonix.

Tras media hora en la cumbre emprendemos el descenso antes de que el calor de los rayos del sol ablanden la nieve y se vuelva muy inestable acrecentado el riesgo de avalanchas y que algún puente de nieve se rompa bajo nuestros pies por el peso de nuestros cuerpo y equipos. Constantemente tenemos que “salirnos” de la arista de Les Bosses (así es su nombre) para darle paso a cordadas retrasadas que en esos momentos se dirigen hacia la cumbre.

El descenso es largo, pero tratamos de movernos con cuidado, hay gran cantidad de personas en la montaña y el riesgo de que se produzca un accidente es grande.

Descenso hasta el refugio Tete Rouge

Llegamos al Refugio Tete Rouge, armamos rápidamente nuestras mochilas y emprendemos una carrera contra el reloj para llegar al último tren que parte a Chamonix, finalmente llegamos a tiempo y apretujados entramos en el tren, hacemos fila para tomar el penúltimo teleférico que baja a la estación de Les Houches y a las 8 de la tarde estamos bañados y listos para cenar en nuestro hotel.

En lo mas profundo de mi ser ahora hay un vacío que antes lo ocupaba el Mont Blanc, pero rápidamente ese vacío desaparece con el pensamiento de explorar y ascender nuevas montañas y pienso que siempre que se tenga sueños mantendremos el espíritu reconfortado, el corazón fuerte y la mente clara.       

Gonzalo dell Agnola

Guía de montaña de los Andes

www.adventureandes.com

En Revista Atticus 11 Gonzalo nos explicará como se prepara la empresa de acometer una expedición al Aconcagua. La próxima semana ya estará a vuestra disposición en este espacio. 

 

2 Comments
  1. los 4800 metros del monte blanco supera solo la mitad de la alutura del Aconcagua, el Ilimani en Bolivia es un volcán que tiene mas de 6500 metros de altura, a su pie la ciudad de La Paz a 4000 metros sobre el nivel del mar. Esos ascensos son realmente peligrosos y fantásticos.
    Miguel

  2. Hola Miguel!!!
    En efecto tienes razón, las ascenciones en los Andes centrales son muchos más complejas que los ascensos en Alpes, el principal factor es la altura y luego las características técnicas de cada montaña. Los Andes son un escenario de juego fantástico y exitante donde el montañista puede poner a prueba todas su habilidades y capacidades.

    Saludos.
    Gonzalo

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