Redimir la realidad

WDSC_6962Alguna vez dijo Paco Umbral que “la realidad hay que inventarla siempre a partir de cuatro datos que nos da la vida, que utopizar es salvarse de la realidad”. Él se refería claro está, a inventar a través de la escritura, pero lo cierto es que la realidad se puede rescatar de otras maneras, se puede sublimar. Se puede conjurar con lectura la rutina y  someterla con palabras como un dragón desvencijado, cuyo fuego, después del prodigio literario ya no puede quemarnos.

Las ciudades las forman las personas, y allí donde haya algún espíritu inquieto, lo provinciano pasa a ser tan sólo un desgastado adjetivo. Desde el mes de agosto, una nueva librería apellidada LETRAS intenta abrir, no diríamos siquiera un camino, sino por el momento una pequeña trocha, una minúscula vereda en el oficializado sopor intelectual de la ciudad de Ávila. No va a ser fácil, pero había que intentarlo, era necesario presentar alternativas culturales desde el ámbito privado. Después de las distintas actividades que viene realizando la librería de San Roque 12 desde su apertura, hoy saludamos el nuevo club de lectura que arrancará en breve, el primero en florecer lejos del jardín de las bibliotecas públicas. Bienvenida sea esta iniciativa.

No se parte de cero, aunque la experiencia sea nueva. Para todo viaje serio (“maravillosa aventura es la lectura”, que diría mi hija de ocho años) se precisan guías  despiertos y apasionados, personas como Concha Dávila, que armada de ilusión y de metáforas, ha decidido someter la memoria y el futuro a la gramática. Por increíble que parezca, ante la anestesia digital ciudadana que vivimos, no deja de ser subversivo el que unas cuantas almas se concilien en torno a la lectura e intenten convertir lo subjetivo en colectivo.

La Librería Letras, con Gemma Orgaz a la cabeza, será el templo donde sobre una especie de tabla redonda castellana, se sacrifique un libro cada cierto tiempo. Un sacrificio incruento de letra impresa que permita a sus participantes encender la llama sagrada de la buena literatura, una llama que salve las murallas físicas y mentales, una luz de palabras que ilumine nuestros pasos hacia la tierra del conocimiento.

 

 

                                                             Juan Antonio Sánchez Hernández

2 Comments
  1. Las ciudades pequeñas se hacen grandes con iniciativas como ésta. Felicidades a todas las personas que ponen ilusión en este proyecto.

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